By Jaime Rodríguez Calderón cumple hoy un mes como Gobernador de Nuevo León pero, en entrevista con SinEmbargo, se apunta para la presidencial. Dice que mantendrá su guerra contra Televisa. Sobre López Obrador: “¡Qué Andrés Manuel se calle la boca, punto!”, y “Él me agarró de su puerquito, pero yo no soy puerquito de nadie”. De los cárteles de la droga: “Nos los vamos a chingar”. Y defiende a su gabinete completo, incluso a los cuestionados por presuntas violaciones de derechos humanos o por conflicto de interés.
Monterrey, 3 de noviembre (SinEmbargo).– Instalado en su nuevo departamento, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” camina diez cuadras hasta llegar a Palacio de Gobierno donde hoy cumple un mes en su puesto de Gobernador: “Siempre me ha gustado caminar, siempre lo hice, siempre lo he hecho; no lo estoy haciendo como una estrategia de marketing, he caminado toda mi vida”.
Contento e ilusionado con su nueva responsabilidad, “El Bronco” ha roto esquemas en el tradicional quehacer político. Por ejemplo, cuando tiene prisa por llegar a su oficina, en lugar de trasladarse con sus escoltas abriendo paso y saltándose los semáforos en rojo, prefiere montar su moto tipo chopper TC250 Italika que alcanza una velocidad máxima de 118 kilómetros por hora: “Así ahorramos gasolina y tiempo”.
En estos días ha cambiado a su querido caballo “Tornado” por la “Italikabronca” que le costó 40 mil pesos en abonos: “Estoy aprendiendo a manejarla. Es menos contaminante”.
Su familia se adapta al nuevo estilo de vida. De su casa en García se han trasladado a vivir al edificio La Capital, ubicado en Washington, Félix U. Gómez y Héroes del 47 en el área del Paseo Santa Lucía en Monterrey: “Lo estoy rentando con opción a compra, pero como le gustó a Valentina, pues de una vez lo compro. Le gustó porque hay un Oxxo, mis hijos nunca iban a la tienda en García. También porque están los Helados Sultana y a Alex le emocionó”.
Añade: “Voy a vender unos terrenos, los que dijo Televisa que valían 20 millones, los puse en venta. De hecho ahorita ya estoy negociando quien me los compre. Es cambiar un patrimonio por otro”.
En las noches, cuando llega temprano, aprovecha y sale a caminar al Paseo Santa Lucía con Emiliano o Victoria: “Aquí puedo aventar piedras al río. Siempre me ha gustado el barrio del centro para vivir. Hay muy pocos vecinos, muy poco tráfico. Y vivo aquí para dar un ejemplo de rescatar el centro”.
¿RUMBO AL 2018?
Jaime Rodríguez aún no calienta la silla de Gobernador –esa que usaba Rodrigo Medina y sustituyó por una que le regalaron porque la otra “enferma de egolatría”– pero la carrera presidencial rumbo al 2018 se le presenta como una oportunidad: “Yo tenía dos puntos porcentuales cuando inicié la campaña en Nuevo León. Hoy dicen las encuestas nacionales que tengo ocho. Fíjate, sin hacer nada. No quiero predecir, porque no se si amanezca mañana”.
–La foto que fue publicada en SinEmbargo, donde aparece usted en la cabalgata bendecido por el sacerdote Alejandro Solalinde, es la imagen de la carrera por el 2018… ¿Ha empezado esa carrera?
–Sí.
–Se viene una guerra complicada, hay gente que lo ve como una amenaza. Ya están surgiendo los candidatos del 2018…
–Yo no soy candidato, ni quiero serlo. Pero si la gente se enterca y dice que yo juegue, jugaré. No es una decisión mía. Yo ahorita estoy pensando en hacer el mejor gobierno del Estado. No me distraen esas cosas. Me da hueva pensar en el 2018, me da flojera. Me divierto con Andrés Manuel o con quien hable mal de mí, pero no me conocen. La gente de Nuevo León sí me conoce.
–Si usted lo hace bien en Nuevo León, será bueno para su carrera política…
–Los políticos andan cuidando su carrera y no cuidan a su pueblo. Yo no estoy cuidando mi carrera, eso no importa. No es interesante mi carrera: es importante lo que tenemos que hacer en Nuevo León.
–En el 2018 habrá una gran cantidad de electores jóvenes. ¿Siente que esa puede ser una ventaja, porque usted ha sabido conectar muy bien con los jóvenes a comparación de otros candidatos que se perfilan para el 2018?
–Va haber casi 7 millones de mexicanos votantes por primera vez. Hay una emoción de los chavos conmigo. Lo sé. Por eso es el temor de Andrés Manuel López Obrador. Ellos tienen ganas e ilusiones de que haya un gobierno diferente. Ayer en mi oficina había 100 jóvenes de la UVM [Universidad del Valle de México]. Por primera vez en Nuevo León se abre el Palacio. Todas las puertas están abiertas. Los jóvenes fueron sin cita y pasaron. Nunca en su vida creyeron que podían conocer el despacho del Gobernador. En México poca gente, muy poca gente conoce el despacho del Presidente.
LA GUERRA CON ANDRÉS MANUEL
En la carrera rumbo al 2018, Jaime Rodríguez y Andrés Manuel López Obrador se perfilan como rivales. Suelta una sonora carcajada cuando se le pregunta si Carlos Salinas de Gortari está detrás de él, para después negar con toda seriedad cualquier tipo de vínculo: “No hay nadie detrás de mí; ni él ni nadie. ‘El Bronco’ soy yo. Punto”.
–Hablando de esa carrera rumbo al 2018, Andrés Manuel…
–Fue a darle una carta al Papa. Yo en cambio le voy a escribir por Facebook al Papa –dice.
–Todo indica que él siente que usted será su competencia en 2018.
–Siente que yo le voy a quitar lo que necesita para ganar. Yo no compito. No tengo ganas de ese pedo. No es mi plan.
–¿Tienen ganas de bronca?
–Él me agarró de su puerquito, pero yo no soy puerquito de nadie. Andrés Manuel no me conoce. Ni sabe nada de mí. Está hablando a lo sonso. Punto. Eso a él se le puedo revertir en cualquier momento. Yo no hablaría de nadie si no lo conozco. Él tiene la costumbre de hablar de la gente sin conocerla. Si quiere ser Presidente de México tiene que aprender a respetar a la gente. Si quiere ser respetado.
– ¿Por qué?
–Si él me avienta una curva, yo le voy a aventar una recta pegada al cuerpo para que le duela.
– ¿Están en guerra?
– ¡No es guerra!… Que se calle la boca, punto. Yo no le he hecho nada.
–Él denunció que usted viajaba en avión privado…
– ¿Y luego? A poco él se mueve en burro.
–Viaja en vuelo comercial.
– ¿Y quién le paga los vuelos comerciales? ¿De dónde saca el dinero para vivir? ¿De dónde mantiene a sus hijos si ninguno trabaja? ¿De los libros que él dice que ha escrito? Si nadie los compra. Es mentira, hombre.
–Andrés Manuel lo acusa de ser parte de la mafia del poder.
–Todos los partidos son iguales. Andrés Manuel es dueño de un partido. Y nadie en Morena se mueve sin que él diga que se mueva, entonces, él es parte de la mafia del poder. Él es el patiño de la mafia del poder. Él gobernó y la mayor parte de la corrupción del DF fue con él. Y no hizo nada. Y los tiene trabajando con él para su partido. Tuvieron una imagen de corrupción enorme en todo el país. Eso a la gente no se le olvida. Andrés Manuel no es un santo, pero él se cree santo, San Andrés Manuel –se ríe.
ARMAR EL GOBIERNO
En un mes, ha cambiado la forma de hacer política. Además de abrir las puertas de Palacio de Gobierno y permitir la entrada libre, Jaime Rodríguez “El Bronco”, rompe constantemente los rígidos protocolos del poder gubernamental. Se pasea por los pasillos y platica con las trabajadoras de limpieza, incluso les pide consejos a los hombres que se dedican a limpiar los baños.
“Le voy a quitar al gobierno la actitud virreinal, monárquica que tenía”, dice con una amplia sonrisa, satisfecho por imprimir un estilo propio de gobernar: “Hoy el Palacio es una oficina de trabajo para atender a la sociedad. Si tú vas a mi despacho están abiertas todas las puertas. Y yo me muevo por todos lados y me salgo a caminar, atiendo en el pasillo, me voy a la casa, voy y chingo a Manuel González [Secretario General de Gobierno] a su oficina. De repente estoy en el baño y le digo al que limpia: ‘Dime que falta aquí, ¿qué hacemos?’. El trabajador desconcertado intenta responder: ‘Señor Gobernador no se…’. ‘No me diga Gobernador. Somos compañeros de aquí de la chamba’”.
Mientras habla en esta entrevista es interrumpido varias veces por gente que pasa y le pide una foto. Inmediatamente revira y les pide que no le digan Gobernador: “No me digas Gobernador, guey”… Dime ‘Bronco’”, le dice a un joven.
Añade: “No me gusta que me digan Gobernador, odio ese término. Eso hace que a la gente se le suba. A mí se me puede subir, no estoy exento de eso. Te enferma que te digan Gobernador. ¡Ya cuando estás arriba, cuándo chingados te bajan! Es mejor que no se me suba. Eso hace que yo recuerde que soy ‘Bronco’, punto. Si soy Gobernador, actúo como Gobernador, estoy haciendo la chamba de Gobernador”.
Un grupo de estudiantes universitarios visitan el Palacio de Gobierno y él los invita entonces a pasar a su despacho. Les pregunta los nombres de los Gobernadores de Nuevo León inmortalizados en oleos colgados en la pared y los jóvenes no supieron quién era Mariano Escobedo de Galeana, Nuevo León.
Luego, una chica le pregunta: “Oiga y usted qué piensa del Presidente”. Y se la regresa: “¿Y tú qué piensas? Que es un mal Presidente. Todos opinaron que era un mal Presidente. ¿Quién de ustedes quiere ser Presidente? La chamba de Presidente está cabrona, no está fácil, es muy complicado. Yo no puedo opinar si es malo o buen Presidente. Lo que voy a hacer es que sea buen Presidente para Nuevo León, ese es mi trabajo”.
“¿Y a poco no le agradecerían ustedes que el Presidente nos ayude para salvar al estado?”. Claro, le contestan. “Denme chanza de convencer al Presidente, para que ustedes respeto por el Presidente. ¿Cómo ven? ¿Hacemos el trato? ¡Ayúdenme!”.
Al despedirse, Jaime Rodríguez añade: “Los jóvenes escuchan, pero falta comunicación de los políticos con ellos, no les llegan”.
– ¿Cuál es la clave para comunicarse con los jóvenes?
–La clave es decirles la verdad. Todos los jóvenes escuchan, pero nadie los atiende, los gobiernos andan en la pendeja.
–Ha cumplido usted un mes en el gobierno con muchos retos…
–Apenas estoy armando el equipo, estoy como el Tuca Ferreti, cabrón, me llamaron para salvar el gobierno, y necesitan dejarme hacer.
–Dijo que iba a tardar 3 meses para organizar el gobierno…
–Primero hay que resolver el problema financiero, incrementar la estrategia de seguridad, hacer que la coordinación sea más intensa. Arreglar todo el tema de educación. Vamos a reestructurar toda la Secretaría de Educación para poder tener una relación mejor y mayor con los maestros. Vamos a emocionar a los maestros para que trabajen mejor”.
Fuente: SINEMBARGO.MX
