Poca expectativa en informes de gobiernos.

Poca expectativa en informes de gobiernos.

*Escenarios distintos, difícil elección por venir.|
*La importancia de sacudirse las piedras a tiempo.|
Menos de un mes queda para que inicie la ronda de informes de gobiernos municipales, del estatal ni hablar, seguramente no pasa de un acto protocolario sin mayor trascendencia,  después de los lamentables episodios de fallidas decisiones, como el cambio apresurado en la dirigencia estatal del PRI, la infortunada escena de reclamo de una madre orizabeña ante un indiferente mandatario estatal y el tropiezo de un supuesto destape que al final resultó sólo en un evento de “farol” celebrado e n Acayucan.
Lo cierto es que en la zona de los Tuxtlas hay al menos tres gobernantes que se verán en aprietos a la hora de rendir cuentas por el segundo año de su periodo de gobierno.
A la mitad del camino, muy claro se puede apreciar quienes han trabajado y quienes sólo se la han pasado en el discurso demagógico, la simulación y el ‘fantocheo’ con obras de adjudicadas gestiones y ambiguas declaraciones. Que si es un logro del gobierno municipal, pero es una obra federal, que si la gestionó un senador pero fue gracias a que el alcalde anduvo presionando, que si al relevarse la diputación federal, por arte de magia y en sólo un día, el recurso para carreteras ya estaba aprobado, en fin que son menos los milagros que los santos que pretenden colgarse el misterio.
Lo bien hecho se nota, lo mal hecho también.
Dirán los que se ocupan en leer este espacio de opinión, que parezco pesimista al señalar más errores que aciertos, pero en honor a la verdad, cuando un gobernante trabaja bien, dedicarle más de una cuartilla de loas e incienso, resulta ofensivo hasta para el lector más tolerante.
La verdad es que si hay gobernantes que están cumpliendo con su trabajo (algunos a pesar de las limitantes que les dejan las diferencias políticas, ya sea de partidos o de grupos de poder), podría hablar por ejemplo de casos como el de Ángel R. Cabada, donde sin hacer mucho ruido mediático, se puede constatar en un sondeo informal con su ciudadanía, la aceptación de la gente.
También en Tlacotalpan, el gobernante ha tenido en su contra ser de un partido distinto al del mandatario estatal, pero eso no le ha impedido ser insistente en sus gestiones, consiguiendo incluso que se le incluyera en la declaratoria de emergencia por las contingencias climatológicas, cuando se le había dejado fuera en un primer dictamen. Y tan efectiva fue la gestión del alcalde tlacotalpeño, que su petición sirvió incluso para anexar tres municipios más a dicha declaratoria.
Así de breve se puede reconocer un buen desempeño de gobierno, lo demás la misma ciudadanía lo nota, en obras, en acciones y en beneficios, por eso es que poco dedico mis párrafos a elogiar gobernantes. En resumen, lo bien hecho se nota, lo mal hecho también, pero a eso, a lo malo, hay que dedicarle el análisis.
Municipios mal gobernados.
Me encantaría de verdad poder ser igual de breve al citar las pifias de malos funcionarios, pero me es inevitable, y además creo que ya es parte de mi naturaleza, ser incisivo, mordaz y severo, en la crítica y el análisis de los tropiezos de gobernantes que creen que el cargo y el fuero, es motivo suficiente para escapar a la crítica sustentada.
Pero volviendo al punto, estimado lector, en mi humilde opinión, son tres los munícipes que se verán en aprietos a la hora de dar su informe de labores, sufriendo el reclamo ciudadano, por estar mal gobernados y mal administrados.
Al menos de los Tuxtlas, podríamos citar que Santiago Tuxtla, San Andrés Tuxtla y Hueyapan, viven una crisis de aceptación bien justificada entre la población que gobiernan respectivamente, los alcaldes Claudia Acompa Islas, Manuel Rosendo Pelayo y Lorenzo Velázquez Reyes.
La actitud en Lerdo.
Un alcalde más que se expondrá a la crítica negativa durante su rendición de cuentas, será Lerdo de Tejada, en la Zona Cañera, gobierno que prefirió seguir la inercia y acaparar ocasionalmente muestras artesanales y culturales, ferias, coronaciones, entregas de despensa, cursos y otros eventos menores, para decir en sus redes sociales “Con Actitud Si”. Porque hay que decirlo, Ricardo Llamas es alcalde en Facebook e Instagram, pero en la vida real ha perdido aceptación y credibilidad como gobernante. Y que conste que aunque el edil lerdense, pueda pensar que es ataque lo que escribo, dejo constancia de que es simplemente una crítica amistosa y constructiva, que seguramente valorará, cuando ya no ocupe el cargo y los aduladores a sueldo no estén para engañarlo.
Alcaldesa a control remoto.
Volviendo a los Tuxtlas, en Santiago, la alcaldesa del glamour y el buen gusto por la moda y los actores de televisión, ha demostrado que su modo de gobierno seguirá siendo a control remoto, ya que su notable ausencia, tanto en su puesto como en eventos que requieren la presencia de la máxima autoridad municipal. Como ejemplo claro está la reunión con munícipes de zonas afectadas por las lluvias, para incluirlos en la declaratoria de emergencia, donde demostrando falta de compromiso, mando un representante. Lo bueno, para la ciudadanía, fue que los apoyos si están llegando, lo malo es que siga en la simulación donde su esposo, el ex alcalde, es quien verdaderamente mueve los hilos a través de su brazo derecho.
Penoso es recordar cuando en el mes de mayo, la dama se desgarró las vestiduras y amagó con despedir a Marco Flores, el embajador de Raúl Sosa en la Administración Municipal. Hoy sin muestra de dignidad, es Marco el que la representa, emite declaraciones y marca las directrices y ella cómodamente disfruta de lejos, seguir en el cargo que no ejerce presencialmente.
Con este escenario, no se espera un informe de realidades para los habitantes de Santiago Tuxtla, sino un acto protocolario, con cifras ajustadas y eso sí, lo más esperado, que al menos en su informe, la alcaldesa si esté presente.
San Andrés Tuxtla, rebasado por las promesas.
Otra faceta de un gobierno en picada es el de San Andrés Tuxtla, ya que durante casi dos años de gobierno, la opinión pública no ha dejado de reprochar la improvisada administración de Manuel Rosendo Pelayo. Para los que tienen memoria y son minuciosos, no será difícil encontrar que algunas de las obras recientemente inauguradas, fueron proyectadas para iniciarse y concluirse en el ejercicio 2014. Un reto interesante sería, que la glosa del primer informe, se detalle por separado del paquete de obras 2015 y no se confunda a la población inflando el número de obras de este año, con la suma de las del año anterior.
La crisis del agua será seguramente un tema justificado y pasado muy rápido, de igual modo el tema del préstamo, la alberca semiolímpica, el boulevard a cuatro carriles y las luminarias (que por cierto unas ya están fallando en pleno centro de la ciudad), serán acaso los tópicos de donde retomara un poco de oxígeno el informe de Manuel Rosendo, sin embargo, la lentitud en la colocación de las lámparas, las confusas declaraciones entre que si es o no una gestión de Manuel Rosendo, la obra carretera, y la inexplicable pausa en los trabajos para concluir la unidad deportiva con piscina, rebotarán fuertemente haciendo carambola con el tema del endeudamiento, aún injustificable y sobre todo reprochable, cuando las calificadoras dictaminaron como no idónea la línea de crédito.
El informe será palabrería pura, la obra pública en San Andrés Tuxtla, ha sido rebasada por las promesas. Sin duda podrán usar de comodines más ilusiones, promesas de progreso que desde la campaña del ahora alcalde, ya dieron todo lo que tenían que dar y hoy solo aportan desgaste. Y de los adeudos a proveedores y constructores, ni hablar, los mismos contratistas cobardes que filtraron la lista de adeudos, y luego agacharon la cabeza cuando se les convocó a conferencia de prensa, deberán beber solos el trago amargo de seguir casi en quiebra y a las órdenes del alcalde que no les paga en tiempo y forma.
Hueyapan, un gobierno improvisado.
Hueyapan de Ocampo es otro municipio lacerado por la mala administración de un Presidente Municipal improvisado, de poco temple y nada diligente. Durante el recorrido por las zonas afectadas por las lluvias que dio el gobernador, muchos fueron los reclamos que de frente hicieron los ciudadanos a su alcalde, Lorenzo Velázquez Reyes.
Nervioso, molesto, impaciente por que la visita terminara, el munícipe no pudo ocultar que el río suena, porque arrastra tremendas piedras.
El sentir ciudadano no es secreto, son más los que lamentan que el periodo de gobierno sea de cuatro años y además aseguran que para ellos, estos dos primeros, han parecido décadas, y ya no ven la hora en que Lorenzo termine su mandato.
Sin obra, con el pretexto común de no tener respaldo, acusando a invisibles detractores, justificando pues su mala gestión, el edil hueyapense se encuentra acorralado y con dos años más por delante, para al menos tratar de terminar su periodo, de manera regular. Estos serán los cuatro años perdidos para la población e Hueyapan, un episodio lamentable en su vida municipal.
Pero todo este panorama no son hechos aislados, mucho menos paralelismos, son más bien caminos cruzados, al menos en Hueyapan y San Andrés, que ahora junto con Catemaco, son parte de un reducido distrito electoral recientemente reestructurado.
Los saldos del mal gobierno.
La aritmética básica nos demuestra que con estos antecedentes, y en vísperas a una jornada electoral en 2016, lo que se avecina no es prometedor para el candidato que haya anclado su proyecto a la figura de los alcaldes.
La herencia maldita será el saldo que le deje al candidato, el mal gobierno municipal. Bastante suerte tuvo el candidato anterior, que ahora se la vive de paseo en otros municipios del norte y la sierra del estado, y eventualmente figura en su distrito sin pena ni gloria.
Escenario complicado.
Hay que aceptar que el escenario de la anterior elección, la del diputado federal, era muy distinto, para empezar, un distrito más amplio, con mayor margen para amortiguar el voto de castigo, además hubo una alianza PRI-Verde que si bien aportó más restas que sumas, también dividió a los votantes, lo cual hizo la ecuación perfecta, para de nueva cuenta amortiguar el voto en contra.
Carvallo no contó con el apoyo de los alcaldes, al menos no con el apoyo sincero, jugó una campaña entera con todo en contra, las adhesiones de los munícipes le llegaron en la recta final.
Yo mismo hubiera asegurado que no ganaría y, aunque sigo sosteniendo que su triunfo representó la derrota del pueblo, la elección ya pasó y ganó.
No es secreto, eso sí, que Jorge Carvallo Delfín, pasa más tiempo en giras por el norte del estado y la zona serrana, lejos de su distrito, sin bajar a su zona como había prometido (con días y horario definido). Su cargo legislativo es como un título nobiliario, y como buen Conde, Barón o Duque, de repente da muestras de generosidad con las acostumbradas dádivas.
Por eso dudo que la fórmula pueda dar resultado en el proceso electoral de 2016, primero porque es una campaña estatal y la imagen del gobernador no es precisamente el mejor referente (si, Duarte está peor que Peña Nieto, su errores ni siquiera dan risa como los del ‘copetudo’); segundo, porque la candidatura está más que cantada y eso conlleva un desgaste natural al que se le suma que todo esté anclado a la figura de los alcaldes (en San Andrés y Hueyapan, nada abonan los ediles al prospecto de PRI); finalmente, en tercer lugar tenemos que el distrito es más pequeño, y por lo tonto, no hay margen de votación que amortigüe el voto en contra. Sin contar por supuesto la simulación, las traiciones y los espejismo políticos que le venden al prospecto a diputado, cada uno de los ediles y líderes políticos.
Sacudirse las piedras a tiempo.
Sacudiéndose las piedras del zapato, la campaña, cuando llegue el momento, podría caminar diferente y satisfactoriamente, pues está comprobado que en los Tuxtlas se padece el Síndrome de Estocolmo (donde el oprimido-cautivo desarrolla afecto por su opresor-captor), pese a que por años el PRI ha jugado más cartas malas que buenas, siempre termina ganando en la mayoría municipios de la zona.
Por si fuera poco, este martes 10 de noviembre, el encuentro del Presidente de la República con el gobernador veracruzano, se antoja para que sea el momento en que, al puro estilo del viejo PRI, se de línea al mandatario estatal para la sucesión de gobierno.
Tomando esto en cuenta, los triunfos no los definirá ni siquiera el trabajo de la dirigencia estatal (desatinadamente renovada), ni tampoco Javier Duarte de Ochoa, será el ‘palomeado’ y su grupo político el que determine las directrices al interior del PRI. En un estado donde la oposición es simulada y todos terminan negociando para dar al tricolor el carro completo, bastará saber de qué lado se inclina la balanza para la gubernatura de dos años, para saber quiénes serán los sacrificados en las elecciones por venir, así que los que piensen que las alianzas significativas están con los alcaldes, deberían replantear y buscar ganarse realmente el voto del pueblo, o de plano ponerse a las órdenes del ‘tapado’.
Por hoy me despido, no sin antes dejar un par de preguntas, de esas que incomodan y a veces sacan chispas, solo para ponerle más color a estos nublados días.
Preguntas para molestar al vecino.
¿Quién le vendió la idea al adelantado candidato panista a la diputación local, de que puede ganar una elección con su gris pasado como regidor?
¿Habrá escogido la pantalla de su fábrica de ladrillos, como una analogía de que es más colorado que azul?
¿Ya vio cuantas lámparas de recién instaladas en San Andrés Tuxtla, parpadean y se apagan a pocos días de haber sido instaladas?
¿No le preocupa que se haya contratado un crédito pagadero a 15 años, por unas luminarias que no durarán ni cinco?
¿Cuántas casas debe mandarse a construir, remodelar o comprar un alcalde para vencer sus complejos?
¿Cuántos autos deportivos, camionetas debe tener un munícipe para sentirse nuevo rico?
¿Si los hijos pagan por los pecados de los padres, la fórmula se puede aplicar a la inversa?
¿Puede la falta de valores, la mala educación que se da en el lecho familiar a un hijo, truncar la carrera política y aspiraciones de un funcionario?
¿Fue una simple charla la que sostuvieron el viernes autoridades municipales con el Fiscal regional Zona Centro-Cosamaloapan Wilebaldo Maciel Mercado, previa al taller “Cadena de Custodia”, o se habrá aprovechado el momento para buscar apoyo en una averiguación que involucra a parientes de dos funcionarios municipales?
Por esta ocasión ha sido todo queridos lectores, gracias por la espera, nos leemos en la próxima y espero esta vez no ausentarme tantas semanas.
Informe de Gobierno_Ricardo Llamas Huber_Lerdo de Tejada 0003IR INFORMEGOBER Lorenzo-Velázquez-Reyes 20151109152851

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