Aunque la incontinencia urinaria no es un padecimiento único de los adultos mayores, es en este grupo en donde tiene alta prevalencia, siendo más frecuente en las mujeres, afirmó el Instituto Nacional de Geriatría (Inger).
Explicó que, de acuerdo con la International Continence Society, este padecimiento se define como cualquier queja de salida de orina que provoque molestias a la persona y cuyos síntomas pueden variar desde una filtración de líquido leve hasta la salida abundante e incontrolable.
Además, tiene un impacto negativo en la vida de quien lo padece ya que las personas suelen desarrollar hábitos de comportamiento para paliar el problema, como reducción en la ingesta de líquidos, aislamiento, retracción social y utilización de absorbentes, mencionó.
Mediante el boletín mensual, el especialista en medicina interna de ese Instituto, Arturo Ávila, agregó que para el diagnóstico y tratamiento existen métodos disponibles en todos los niveles de asistencia y estos consisten en la historia clínica, exploración física y diario miccional.
Sobre el tratamiento, refirió que existe una alternativa conservadora, que consiste en modificaciones del entorno basadas en el fácil acceso al sanitario o dietas saludables que eviten el estreñimiento y los alimentos diuréticos.