El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Eckart Boege señaló que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) intenta sustituir las semillas con el fin de que exista una total dependencia de los productores campesinos con las empresas trasnacionales.
“Ellos controlan la semilla y las patentes a pesar de que se sacan de las semillas indígenas. Esto beneficia solo a las empresas, particularmente a Monsanto que se propone controlar el 75 por ciento de las semillas comerciales”.
Abundó que en el país así como en el mundo, hay seis empresas trasnacionales, entre ellas Monsonto, Pioneer y Syngenta, que buscan desplazar a las semillas originarias, acaparar el mercado y volver dependientes a los agricultores.
En este sentido, manifestó que esta situación ha provocado la desaparición de semillas originarias, agregó esto se hace en complicidad con funcionarios de Sagarpa que reciben sumas millonarias por desplazar de los programas a las semillas mexicanas.
“Es una complicidad directa porque funcionarios están trabajando directamente para Monsanto, en Veracruz tenemos datos de esto, hay negocios muy importantes y habría que ver si hay conflicto de intereses de los funcionarios”.
Ejemplificó que en Veracruz, para la introducción de la soya transgénica la dependencia escondió las semillas no transgénicas y luego dijo que no había semilla y así obligar a las campesinos a comprar otra semilla.
“Es un hecho claro de complicidad. Hace tres años también se denunció que en Veracruz había semilla maíz suficiente para impulsar el programa contra el hambre, pero funcionarios querían obligar a productores a bajar el precio”.
“Ellos controlan la semilla y las patentes a pesar de que se sacan de las semillas indígenas. Esto beneficia solo a las empresas, particularmente a Monsanto que se propone controlar el 75 por ciento de las semillas comerciales”.
Abundó que en el país así como en el mundo, hay seis empresas trasnacionales, entre ellas Monsonto, Pioneer y Syngenta, que buscan desplazar a las semillas originarias, acaparar el mercado y volver dependientes a los agricultores.
En este sentido, manifestó que esta situación ha provocado la desaparición de semillas originarias, agregó esto se hace en complicidad con funcionarios de Sagarpa que reciben sumas millonarias por desplazar de los programas a las semillas mexicanas.
“Es una complicidad directa porque funcionarios están trabajando directamente para Monsanto, en Veracruz tenemos datos de esto, hay negocios muy importantes y habría que ver si hay conflicto de intereses de los funcionarios”.
Ejemplificó que en Veracruz, para la introducción de la soya transgénica la dependencia escondió las semillas no transgénicas y luego dijo que no había semilla y así obligar a las campesinos a comprar otra semilla.
“Es un hecho claro de complicidad. Hace tres años también se denunció que en Veracruz había semilla maíz suficiente para impulsar el programa contra el hambre, pero funcionarios querían obligar a productores a bajar el precio”.