El sector inmobiliario es otra de las actividades económicas que han presentado repercusiones durante la emergencia sanitaria por el COVID-19.
La representante de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi) en Veracruz, Patricia Gutiérrez de Velasco, aseguró que su actividad ha caído en un 90 por ciento.
Los ciudadanos dejaron de invertir en bienes inmuebles y muchos de los tratos que los agentes inmobiliarios ya tenían con sus clientes para estas fechas, terminaron por disolverse ante la incertidumbre económica.
A esto se suma que los trámites legales en materia inmobiliaria se han visto detenidos, debido al cierre de oficinas como el Registro Público de la Propiedad, la dirección de Catastro en el municipio y los notarios solo trabajan con cita previa.
“La gente no tiene la intención de buscar casa o alguna inversión, todos los planes que tenían ahorita fueron retractados; las rentas prácticamente se fueron al suelo y las ventas normalmente vas y enseñas las casas o edificios pero nadie quiere salir, por lo tanto esto se refleja en cero de inversión”, dijo.
Recordó que los agentes inmobiliarios se han visto severamente golpeados en materia económica pues recordó que todos trabajan por comisión, por lo que al no haber venta o renta de inmuebles, no tiene ingresos económicos.