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Tras denunciar abuso policial, una familia se manifestó afuera de las instalaciones de la SSP en Coatzacoalcos
Un nuevo caso de abuso policiaco en Veracruz fue denunciado por una familia del municipio de Cosoleacaque, quienes acusan que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, detuvieron a una madre y a sus dos hijos de 5 y 16 años sin motivo alguno, al mayor lo golpearon en varias ocasiones.
De acuerdo con la denuncia, la noche del jueves 24 de noviembre, Salma Hernández Flores se encontraba dentro de su camioneta particular, cerca de su domicilio en la congregación Kilómetro 17 del municipio de Cosoleacaque, cuando fueron interceptados por la patrulla con número de serie 22-2852.
Tras someter a una revisión, primero a las personas y luego la unidad, los policías comenzaron a agredirlos cuando el mayor de sus hijos comenzó a grabarlos.
“Aquí están los golpes de mi hijo y las huellas; y nos dijeron que nos iban a detener y pregunté por qué causa y nos dijeron que nos calláramos, yo les pedí que me dejaran hacer una llamada a mi esposo para que fuera por mi hijo de cinco años, pero me dijeron que no”, narra Salma.
La madre de familia asegura que al ver como golpeaban a su hijo de 16 años, intentó defenderlo, pero se llevó una cachetada de parte de una mujer policía, quien le pidió que se quitara o -le iría peor-.
“Le dijimos que no éramos delincuentes y revisaron toda la camioneta, pero no encontraron nada; pero dijeron que ellos harían que quisieran”, relata muy molesta.
Dinero en efectivo, celulares y la camioneta fueron arrebatados por los elementos policiacos; incluso Salma asegura que un elemento manejó su camioneta y dentro de ella iba el niño de cinco años, mientras que ella y el hijo mayor fueron subidos a la patrulla donde fueron trasladados a la cárcel preventiva de Palma Sola en Coatzacoalcos.
Los liberan, pero tienen que pagar 5 mil pesos para sacar su camioneta
Una de las hermanas de Salma, relató que tras seguir a la patrulla que la detuvo, también fueron agredidos por los elementos policiacos, y además los amenazaron con detenerlos si seguían grabando las unidades.
“Nosotros íbamos en un taxi, y se nos emparejaron dos patrullas, nos ordenaron que nos bajáramos y tomaron fotos al vehículo y nos quitaron el celular”, lamenta María Flores.
Después de varias horas dentro de la cárcel preventiva, en la base de la policía estatal le a dijeron a Salma que no había delito y que se podían retirar, sin si quiera pedirles disculpas.
Pero para recuperar la camioneta tienen que pagar 5 mil pesos por arrastre y resguardo ante un servicio de grúas de esta ciudad, lo que aumentó la molestia de familiares y amigos.
Salma tiene miedo porque los policías la amenazaron con hacerle daño en caso de que se atreviera a denunciar este abuso, sin embargo, con el respaldo de familiares, amigos y vecinos de la congregación, este lunes decidieron manifestarse frente a la base de la SSP en Coatzacoalcos.
Con cartulinas y cuerdas cerraron la avenida General Anaya, para exigir a las autoridades que les entreguen su camioneta, pero sobre todo que se castigue a los policías que cometieron este abuso.
“Temo por la vida de mis hijos y por la mía, pero no nos vamos a callar porque no se vale, por eso hoy pedimos a las autoridades que hagan algo, porque ellos son los que nos deben cuidar y en ligar de eso nos agreden”, expresa Salma.
En la espalda del hijo de Salma se observan las huellas de los golpes y lesiones que presuntamente les fueron provocados por los elementos estatales.
Después de una hora de manifestación, un mando policiaco salió a atender a los inconformes, aunque pidió que solo entraran Salma y su esposo, sin emitir algún tipo de información. Dentro de la base relataron todo lo ocurrido, esperan que no haya represalias.
Este no es el primer caso de abuso de parte de los policías veracruzanos, en lo que va del 2022 se han hecho público más de una docena de casos, incluso este medio documento una marcha organizada por la sociedad civil para pedir que se frenen estas acciones desde el gobierno de Veracruz, que encabeza Cuitláhuac García Jiménez.
“Lanzaron todo tipo de amenazas contra mí, nos dijeron que ellos son los meros jefes y que no hay autoridad que los detengan”, dice temerosa pero molesta.
