Al año, México invierte alrededor de 15 mil millones de dólares en compras al exterior para completar la canasta básica, una cifra muy cercana a los ingresos petroleros.|
Nuestro país importa, principalmente de Estados Unidos, el 43 por ciento de los productos agrícolas, lo que podría cambiar como consecuencia de las medidas comerciales adoptadas por el presidente Donald Trump. Desde hace algunos años, la mayor parte del maíz que consumen los mexicanos se produce en nuestro vecino del norte.
Sin embargo, ocupado en la frenética recuperación de la industria automotriz, el magnate ha olvidado el principal activo de la actividad exportadora: los productos del campo.
Al año, México invierte alrededor de 15 mil millones de dólares en compras al exterior para completar la canasta básica, una cifra muy cercana a los ingresos petroleros, lo que nos coloca en una posición vulnerable, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Nuria Urquía Fernández, representante de la FAO en México, puso como ejemplo el caso del maíz, un grano básico en nuestra dieta, del que se producen 21 millones de toneladas al año y se importan aproximadamente 10 millones de toneladas, “lo que genera una situación de dependencia”.
“Ningún país tiene soberanía alimentaria, ningún país produce todo lo que se come, todos los países, y en eso se basa el comercio, producen algo en lo que son buenos e importan otras cosas; lo que es muy importante es que el país produzca aquellos rubros que son estratégicos”, explicó.
La realidad es que en México compramos a otros países la tercera parte del maíz que comemos; la mitad del trigo, 80 por ciento del arroz y entre 30 y 50 por ciento del frijol, así como poco más de 30 por ciento de la leche en polvo que demanda la población.
Por ello, ante las amenazas que se han lanzado contra México de parte de Donald Trump y su gobierno, México podría golpear al campo estadounidense dejando de consumir el maíz de aquel país, una propuesta que hará la comisión de relaciones exteriores del Senado, encabezada por Armando Ríos Piter, según lo informó este martes.
Dejar de comprar maíz a EU, golpe al mercado agrícola
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado propondrá dejar de comprar maíz a Estados Unidos (EEUU). Considerando que México es el principal comprador de maíz de ese país en todo el mundo. Esta medida significaría un duro golpe para el campo del país vecino.
En la mesa mexicana, el maíz tiene un lugar preponderante, no solamente en sus mundialmente famosas tortillas, sino en diversas preparaciones. Irónicamente, el país no es capaz de producir los grandes volúmenes que consume. Por ello, la propuesta dada a conocer este martes por el senador Armando Ríos Piter, golpearía duramente a los productores agrícolas estadounidenses, que están acostumbrados a vender casi toda su cosecha a nuestro país.
Según Darin Newsom, analista de DTN, una empresa de gestión agrícola, si el gobierno mexicano deja de comprar maíz a Estados Unidos y comienza a comerciar con Brasil, “eso afectará el mercado del maíz y destrozará el resto de la economía agrícola (en Estados Unidos)”. Si bien México es uno de los principales productores agropecuarios a nivel mundial, la autosuficiencia alimentaria nacional esta acotada por estos cinco productos que en conjunto representan el 60% de las importaciones agropecuarias.
México pondría así fin a un intercambio comercial que beneficia más a EEUU y comenzaría a comprar maíz procedente de Brasil y Argentina. Nuestro país está tratando de diversificar sus mercados, a raíz de las amenazas proferidas contra los mexicanos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien firmó el decreto para iniciar la construcción del polémico muro fronterizo entre ambos países y dijo que podría aplicar aranceles elevados a las importaciones y eliminar el envío de remesas.
La Comisión de Relaciones Exteriores elaboró este proyecto como parte de las estrategias que tomaría México en el caso de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no sea renegociado y Estados Unidos decida abandonar el acuerdo tripartita, que también involucra a Canadá. La decisión sería la primera acción concreta del Estado mexicano a los constantes ataques de Trump, y representaría un duro golpe para la economía estadounidense.
En el año 2015 los productores de maíz de Estados Unidos enviaron 2 mil 400 millones de dólares en maíz a México. Desde que se firmó el TCLAN los envíos de maíz a México superaron todas las cifras anteriores, pues en 1995 las exportaciones de este producto eran de apenas 391 millones.
Ríos Pitier señaló que se proponía enviar una factura a EEUU por el maíz que fue comprado en el Medio Oeste y posteriormente cambiaría de proveedor, para demostrarle a Trump que ser hostil con un país vecino, que además es uno de sus principales socios comerciales, “tiene consecuencias”.
Según los analistas, si México cristaliza esta amenaza, EEUU verá severamente afectada su economía agrícola, pues deberá empezar a buscar nuevos mercados para tratar de colocar las cosechas antes de que se pierdan. Se espera que la renegociación del TCLAN comience en mayo, luego que pase el periodo de consultas establecido en 90 días.
Buscan reemplazar importaciones de Estados Unidos
En su primer contacto con altos funcionarios del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, les informó que México tiene la alternativa de diversificar las fuentes de sus importaciones agropecuarias. “Les advierto: la apertura para granos y productos agrícolas y agropecuarios de Brasil y Argentina les va a comer el gran mercado que hoy ustedes tienen en México”, difundió la propia Secretaría de Economía.
Si el vínculo comercial con Estados Unidos se torna más ríspido, México puede optar por buscar otros proveedores, anunciaron desde la Secretaría de Economía mexicana. “Entonces, nada más les estoy avisando que mucho de lo que se está haciendo nos está llevando a amarrarnos con el resto del mundo para volver a equilibrar”, agregó Guajardo.
Según las últimas estadísticas disponibles para un año completo (2015), Estados Unidos se ubicó como el mayor exportador mundial de carnes, con ventas externas por 14 mil 261 millones de dólares, seguido por Brasil, con 13 mil 078 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio. México mantiene negociaciones por separado tanto con Brasil como con Argentina para ampliar las preferencias arancelarias que se otorgan mutuamente, a través de la modificación de acuerdos de complementación económica.
Bajo la advertencia de que no será un proceso “fácil” por la concentración con Estados Unidos, este es el momento de que México diversifique sus mercados de exportación a países del Medio Oriente y Asia, quienes están dispuestos a pagar el costo extra de la logística y la calidad del producto mexicano, consideraron analistas en comercio exterior.
Arturo
Rangel, vicepresidente de Comercio Exterior de la Canacintra, y Juan Antonio Barragán, socio de la consultoría Intrade, afirmaron que México tiene una tarea pendiente y que ha minusvalorado el comercio con Centro y Sudamérica; la relación con Asia se ha echado por la borda, mientras que se desaprovecha Medio Oriente por desconocimiento.
“Redirigir nuestro comercio a otras naciones no será fácil ni rápido porque requiere de logística, procesos aduaneros, conocer otras culturas y nuevas formas de comercializar; pero justamente estamos en la mejor coyuntura para definir una política industrial, de comercio y desarrollo al interior”, destaca Barragán, especialista en comercio exterior y aduanas.
Rangel refirió que las recientes visitas del gobierno de Enrique Peña al Medio Oriente, durante el año pasado, han permeado entre la industria y el sector agropecuario mexicano, con miras a arrancar proyectos a esas naciones.
De acuerdo con la Sagarpa, México apunta a ser un socio estratégico en el tema agroalimentario para los países árabes (mercado de más de 1 mil 600 millones de musulmanes en 23 países), con planes para comercializar en cinco años más de 1 mil millones de dólares, en un mercado que importa entre 80 y 90 por ciento de sus insumos.
Sin embargo, no todos consideran que el mejor camino para México sea el de intentar reemplazar a Estados Unidos. “México importa el 47% de Estados Unidos; si tomamos una medida de diversificación pero hacia el lado de las importaciones, se vuelve mucho más sustantivo que si tomamos una diversificación que, si me apuras, me parece un poco sin sentido hacia las exportaciones”, le dice a BBC Mundo la economista y directora del centro de análisis México ¿Cómo Vamos?, Valeria Moy.
“Tenemos al mercado más grande del mundo al lado, es más difícil pensar en ‘vamos a exportarle al que nos queda a miles de kilómetros de distancia’. Está bien diversificar sin descuidar al otro. No puedes dejar a tu mejor cliente por atender a los demás. Puedes ver qué te puede dar Centroamérica, Sudamérica, Europa, Asia pero no descuidar jamás a Estados Unidos. Diversificar no me parece que debamos usarlo como sustituir”, advierte.
Se perdió autosuficiencia alimentaria hace 30 años
Felipe Torres Torres, profesor del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, recordó que hace más de 30 años México perdió la autosuficiencia alimentaria, ya que en aquella época era más barato comprar los alimentos a otros países que producirlos nosotros mismos, una situación que se revirtió con el paso de los años, dijo en una entrevista publicada por el diario Excélsior.
“Nosotros estamos importando cantidades impresionantes, arriba de 80 por ciento de oleaginosas, de sorgo y soya principalmente, que van destinadas a la alimentación animal y a la producción de aceites. Si bien es cierto que no son básicos, sí impacta en la producción de huevo, carne de pollo, carne de res, y ése es otro factor que indirectamente está vulnerando la seguridad alimentaria interna”, explicó el académico.
La clave para salir de esta situación es aumentar la productividad; que rindan más las casi 22 millones de hectáreas de cultivo que existen en el país.
Por su parte, Luis Fernando Haro, director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), dijo que lo importante es que en México existe potencial, ya que hay naciones como Japón que no tienen dónde producir más, porque ya no tienen territorio. “En el caso de México hay un potencial para poder incrementar, no sólo la superficie sino aumentar los rendimientos”, comentó.
La preocupación por superar esta dependencia alimentaria ya permeó en el gobierno federal, donde existe la meta sexenal de alcanzar la seguridad alimentaria, de acuerdo con Enrique Martínez y Martínez, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
“La FAO dice que un país puede hablar de que tiene seguridad alimentaria cuando produzca 75 por ciento de los alimentos que consume. En este momento, nosotros estamos produciendo 57 por ciento; el objetivo en los seis años de la actual administración federal es llegar exactamente a 75 por ciento, para ser un país que tenga seguridad alimentaria para sus habitantes”, anunció.
Felipe Torres Torres, investigador de tiempo completo, opinó que México tiene todo el potencial para elevar la producción de alimentos sin aumentar la frontera agropecuaria. De acuerdo con los expertos, uno de los primeros pasos que se deben dar para alcanzar esta meta es impulsar políticas públicas focalizadas, que atiendan a los diferentes tipos de productores que existen en el país.
FUENTE: FORMATO SIETE