Ciudad de México, 12 de noviembre – Evo Morales Ayma, ex Presidente de Bolivia, llegó a México a las 11:09 horas de este martes procedente de la provincia de Cochabamba, donde un avión de la Fuerza Aérea Mexicana lo recogió ayer por la noche, aproximadamente a las 19:50 horas de México.
El ex mandatario boliviano salió de la aeronave, vestido con una playera azul y unos pantalones negros, bajó las escalinatas y se encontró con Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), quien le dio la bienvenida a nuestro país.
Morales viajó junto con Álvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia, y Gabriela Montaño, quien se desempeñaba como su Ministra de Salud. Todos arribaron al hangar del Sexto Batallón Aéreo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Quiero darle la más cordial bienvenida a Evo Morales y a su comitiva de acompañantes a México. Es apara nosotros el día de hoy un día de alegría porque el asilo que se ha ofrecido es efectivo y ya está aquí en tierras mexicanas, en donde gozará de libertad, seguridad, integridad y protección a su vida, que son las causas que nos animan. Bienvenido Evo, un saludo del Presidente [Andrés Manuel] López Obrador y de todo el pueblo de México”, aseguró Ebrard Casaubón.
“Quiero decirles que estamos muy agradecidos porque el Presidente de México, el Gobierno, el pueblo boliviano me salvó la vida”, dijo Evo Morales ya frente a los medios de comunicación.
En una breve conferencia de prensa, denunció que el sábado 9 de noviembre, un día antes de renunciar, un miembro del equipo de seguridad del Ejército le informó en el trópico de Cochabamba que militares habían pedido su cabeza a cambio de 50 mil dólares.
“Por eso digo que estamos agradecidos por salvarnos la vida”, reiteró Morales junto al que era su Vicepresidente y su Ministra de Salud. También denunció que su país ha vivido un “golpe de Estado” desde su “triunfo” en las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
“En la última etapa, lamentablemente, al golpe político y cívico se sumó la Policía Nacional”, reprochó el ahora asilado en México, quien acusó a los opositores de haber quemado actas electorales y sedes sindicales, así como haber asaltado su casa en Cochabamba y la de su hermana.
Incluso “hicieron renunciar a dos alcaldes de ciudades importantes como Sucre y Potosí”, expresó.
“Para que no haya más hechos de sangre ni mas enfrentamientos hemos decidido renunciar”, expresó sobre su renuncia, hecha pública el pasado domingo.
Al final de su breve discurso, Evo Morales, visiblemente cansado tras un periplo aéreo de varias horas que comenzó anoche en Bolivia, volvió a dar de nuevo las “gracias a México y a sus autoridades”.
Además, reiteró que mientras “tenga vida” seguirá en la política y “en la lucha”, y reivindicó que durante su Gobierno logró acabar con la “opresión”.
Evo Morales dijo que su único “delito” es ser “indígena” y que su único “pecado” fue el de implementar “programas sociales para los más humildes” en Bolivia.
Morales se declaró como “antiimperalista” y dijo que pese al “golpe” no va a cambiar “ideológicamente”, reivindicando la reducción de la pobreza que logró en sus años en el poder.
Fuente: Sin Embargo