El presidente López Obrador contó la razón por la que se bajó de su coche a atender a la madre del narcotraficante hace unos años en Sinaloa
El 29 de marzo de 2020, hace casi tres años, el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo dentro del ojo del huracán de la opinión pública. La razón fue porque durante los trabajos de supervisión de la construcción de la carretera Badiraguato-Guadalupe, en Sinaloa, tuvo un breve encuentro con María Consuelo Loera.
No es sorpresa que el tabasqueño tiene una relación cercana con la gente durante sus giras. Sin embargo, el motivo de la polémica se debió a que esa señora mayor de edad era la madre del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, que hoy está preso en una cárcel de los Estados Unidos.
Todo fue gracias a un video que comenzó a circular en redes sociales donde se puede observar cómo el mandatario federal se acerca a una camioneta y habla con la mamá del capo mexicano. “Nada más te saludo, no te bajes; ya recibí tu carta”, se escucha decir al Jefe del Ejecutivo Federal.
La mujer estaba acompañada por el abogado José Luis González Meza, quien da un abrazo al presidente y dialoga de manera breve sin que se conozca la última conversación. Fue el mismo mandatario el que confirmó el encuentro en la conferencia mañanera del día siguiente: «Sí, la saludé e hicieron un escándalo los conservadores», dijo hace tres años.
No es la primera vez que López Obrador habla del tema. La primera fue hace tres años y recordó la situación en noviembre del año pasado, donde aseguró que tiene la conciencia tranquila y manifestó que volvería hacerlo, ya que le tiene respeto a los adultos mayores.
Este martes, el mandatario volvió a recordar el saludó, que ha sido una férrea crítica de los opositores a su gobierno. En su conferencia mañanera desde Palacio Nacional en el Salón de Tesorería, reveló cuál es su relación con la madre del exlíder del Cártel de Sinaloa.
Señaló que en aquella ocasión estaba revisando los avances de las obras de esta carretera, que hoy está por terminar su construcción, ya que es una de las zonas más marginadas del estado. “Estamos trabajando con programas de bienestar para que la gente no se vea con la necesidad de plantar mariguana o amapola”, completó.
Contó que ya sabía de la presencia de la mujer sinaloense, pues el personal de la Presidencia de la República le había advertido esta situación. “Me bajé y la fui a ver porque es una señora mayor. La saludé, me dio una carta y me dijo: ‘Es que no permiten a mis hijas visitar a su hermano en la cárcel.Te quiero pedir que nos ayudes para que vayan ellas a verlo’”, mencionó.
El tabasqueño apuntó que al cotejar la carta, le entregó la misiva a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que hiciera la petición a las autoridades estadounidenses y se pudiera dar el encuentro de los familiares. “Ese es el gran vínculo, el gran escándalo. Fue un trámite”, anotó.
“Yo no tengo nada de qué avergonzarme, yo no establezco relaciones de complicidad con nadie. Por eso resisto, si no ya me hubiesen destruido. No se puede participar en un proceso de transformación sin autoridad moral”, sentenció.
Con información de: El Heraldo de México