Rigoberto Martínez pertecenecía al Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) y daba clases de preescolar.
Rigoberto Martínez, uno de los entrenadores del equipo de básquetbol «Los niños descalzos de la montaña», y quien también era integrante del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), fue asesinado la noche de ayer frente a la escuela normal experimental del municipio de Putla Villa de Guerrero, en Oaxaca.
De acuerdo con Guadalupe Thomas, reportera de la agencia Quadratín en Oaxaca, explicó que este homicidio ocurre en medio de actos violentos entre la comunidad triqui, pues hace unas semanas dos mujeres que formaban parte del MULT, también fueron asesinadas.
Rigoberto Martínez Sandoval cobró fama cuando un equipo de básquetbol de niños triquis sorprendió al mundo por su destreza para jugar descalzos sobre la duela.
El profesor tenía 34 años de edad, originario de Río Venado, en el municipio de Constancia del Rosario y daba clases de preescolar en la agencia de San José Yosocañu.
«El Profesor Rigoberto, fue un firme impulsor del deporte en la región triqui y constructor de los proyectos que contribuyen a la niñez de la nación.
«Este asesinato se suma a la larga lista de militantes del MULT, apenas la semana anterior sumaban 33 asesinatos y hoy se anota uno más a la lista de crímenes perpetrados durante la presente administración estatal», condenó la Coordinadora Contra la Represión y por la Justicia.
Dos activistas pertenecientes a la etnia triqui de Oaxaca fueron asesinadas a balazos la madrugada del miércoles cuando llegaban en un taxi a su domicilio ubicado en el centro de la capital del estado.
Ambas mujeres, militantes del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), fueron identificadas como Adriana y Virginia Ortiz García, de 35 y 45 años, respectivamente.
El 5 de mayo de 2022 los dirigentes de los movimientos de Unificación de Lucha Triquis y Unificación de Lucha Triqui Independiente firmaron un acuerdo de paz con autoridades federales y estatales para poner fin a una ola de violencia que, pese a este acuerdo, no para desde hace más de dos décadas.
Con información de: Crónica de Xalapa