Así expulsaron campesinos a la Guardia Nacional de la presa La Boquilla en Chihuahua por falta de agua

Así expulsaron campesinos a la Guardia Nacional de la presa La Boquilla en Chihuahua por falta de agua

 

  • Denunciaron que 52 de los 67 municipios del estado padecen sequía gracias al tratado del 1944

Desde hace tiempo, productores agrícolas del estado de Chihuahua han protestado por la falta de agua para sus riegos, pero la semana pasada llegaron a un acuerdo que la Comisión Nacional de Agua (Conagua) incumplió al aumentar la extracción de la presa La Boquilla para cumplir con el Tratado Internacional de Aguas entre México y Estados Unidos.

Como resultado, los campesinos tomaron la presa por la fuerza y obligaron a los elementos de la Guardia Nacional que resguardaban la zona a desalojar el recinto, no sin antes tener un enfrentamiento en el que los uniformados trataron de disipar al colectivo con gas lacrimógeno.

En la mesa de diálogo que tuvo lugar anteriormente, la Conagua aceptó cesar la extracción agua, luego de que se obtuviera una cierta cantidad. Sin embargo, el pasado domingo aumentó la cantidad de líquido extraído de la presa.

Los protestantes aseguran, de acuerdo con el periódico El Universal que 52 de los 67 municipios del estado padecen sequía gracias a dicho tratado. Por ello tomaron la presa y esta madrugada se mantienen alerta ante la posible llegada de la Guardia Nacional.

 

El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, se había comprometido con los campesinos a acompañarlos a una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para tocar el tema. Sin embargo, el mandatario estatal denunció ante la Alianza Federalista que el ejecutivo federal se habría negado a recibirlo o tomarle la llamada.

México se ha retrasado en la cantidad de agua que debe enviar al norte de su frontera desde sus presas en conformidad con un tratado de 1944. Pero los productores agropecuarios del estado de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, quieren conservar el agua para sus propios cultivos.

El tratado de aguas se ha convertido en un delicado tema político en el norte de México, donde se acumulan las protestas violentas y las teorías de conspiración.

López Obrador ha propugnado por pagar la deuda, destacando que, de acuerdo con el tratado, México recibe cuatro veces más agua del Río Colorado de la que contribuye al área del Río Bravo (o Grande). Asegura que la nación cuenta con suficiente agua en sus presas para abastecer a los agricultores locales y cubrir su deuda, que se ha acumulado con el paso de los años.

Bajo el tratado de 1944, México le debe a Estados Unidos casi 426 millones de metros cúbicos (345.600 acres pie) de agua este año, que deben pagarse antes del 24 de octubre. Los pagos se realizan mediante la liberación de agua de las presas en el lado mexicano de la frontera. México se ha retrasado de manera significativa en sus pagos de años previos y ahora debe ponerse al corriente.

 

 

A mediados de julio, la titular de la Comisión del Agua de Estados Unidos, Jayne Harkins, dijo que “ellos necesitan aumentar su liberación de agua hacia Estados Unidos de inmediato”, añadiendo que “México no ha implementado las liberaciones prometidas previamente, y seguir aplazando aumenta el riesgo de que México no cumpla con sus obligaciones de entrega”.

La expansión de cultivos de riego ha significado que el país ha utilizado el 71% del Río Conchos —que fluye hacia el norte— cuando el tratado indica que únicamente debería usar el 62% del agua, dejando que el resto fluya hacia el Río Bravo.

En ocasiones anteriores México ha retrasado sus pagos, con la esperanza de que las tormentas tropicales que periódicamente ingresan al Golfo de México creen un excedente imprevisto de agua. Pero aunque Hanna tocó tierra en Texas en julio pasado, las lluvias de la tormenta no se adentraron lo suficiente para llenar las presas de Chihuahua.

Fuente/Infobae

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