En la actualidad, las familias pueden adquirir una despensa básica, cuyo costo no rebasa los 100 pesos.
En los últimos dos meses, la demanda de alimentos por parte de las familias veracruzanas se incrementó en un 40 por ciento, aunque en los primeros días de la pandemia, el padrón de beneficiarios que acudían con regularidad a comprar sus productos, bajó de 47 a 27 mil familias, dijo el director ejecutivo del Banco de Alimentos de Veracruz (BAV), Darío Jiménez Romero.
El entrevistado aseguró que la caída en los ingresos de algunos hogares, propició al mismo tiempo que muchas personas dejaran de recurrir al Banco de Alimentos, debido a la falta de recursos para adquirir la mercancía.
Es decir, la demanda se ha incrementado en algunos grupos que necesitan el apoyo alimentario, porque han perdido sus empleos o sus ingresos.
“La población que atendemos es aquella que no tiene un trabajo fijo, que son trabajos informales, gente con bajos ingresos y esto del confinamiento ha hecho que disminuya sus ingresos, sin embargo, también se nota que no hay posibilidades para que la gente vaya al banco a comprar sus alimentos, por más que hemos bajado las cuotas de recuperación, comentó.
Jiménez Romero, aseguró que el Banco de Alimentos de Veracruz, distribuye toda la mercancía que es donada por empresas o productores, para entregarlos con personas de bajos recursos.
La demanda de alimentos se ha disparado durante esta contingencia en municipios como Alvarado, Lerdo de Tejada, San Andrés Tuxtla, Cosamaloapan, Tierra Blanca y Huatusco.
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Jiménez Romero, aseguró que el Banco de Alimentos de Veracruz, distribuye toda la mercancía que es donada por empresas o productores, para entregarlos con personas de bajos recursos.
