El lunes estallaron intensos combates en torno a un hospital en el norte de Gaza donde miles de pacientes y desplazados se refugiaban desde hacía semanas, conforme las fuerzas israelíes se centraban en desalojar instalaciones médicas, que según dijeron los milicianos de Hamás utilizaban como cobertura.
Un proyectil alcanzó el segundo piso del Hospital Indonesio y mató al menos a 12 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás, y un trabajador médico en el lugar. El ejército israelí no hizo comentarios en un primer momento.
El avance sobre el Hospital Indonesio se produjo al día siguiente de que la Organización Mundial de la Salud evacuara a 31 bebés prematuros del hospital de Shifa, en Ciudad de Gaza, el más grande del territorio. Al menos 28 fueron trasladados a Egipto el lunes.
Los pequeños estaban entre los más de 250 pacientes heridos o enfermos de gravedad que se quedaron varados en el centro días después de que las fuerzas israelíes se adentraran en el complejo.
La situación de los hospitales de Gaza estaba en el centro de una guerra de mensajes contrapuestos sobre la brutal cifra de civiles palestinos muertos, miles de los cuales murieron o se vieron sepultados bajo los escombros desde que un ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre desencadenó la guerra hace seis semanas.
Israel afirma que Hamás utiliza a los civiles como escudos humanos, mientras que los críticos señalan que el asedio y el constante bombardeo aéreo israelí equivalen a un castigo colectivo sobre los 2,3 millones de palestinos del territorio.
Marwan Abdallah, el trabajador médico en el Hospital Indonesio, dijo que los tanques israelíes operaban a menos de 200 metros (yardas) del hospital y que se veían francotiradores israelíes en los tejados de edificios cercanos. Mientras hablaba por teléfono se oían disparos de fondo.
Abdallah dijo que el hospital había recibido docenas de muertos y heridos de los ataques y bombardeos de la noche. El personal médico y los desplazados temían que Israel sitiara el hospital y forzara su evacuación.
El vocero del Ministerio de Salud Ashraf al-Qidra, que ahora se encontraba en el sur de Gaza, dijo que unos 600 pacientes, 200 trabajadores de salud y 2.000 personas desplazadas se cobijaban en el hospital.
En otro anuncio que podría aliviar algo de la presión sobre el colapsado sistema de salud de Gaza, docenas de camiones entraron el lunes en el territorio desde Egipto con equipo enviado por Jordania para instalar un hospital de campo. Medios estatales jordanos dijeron que el hospital en la población sureña de Jan Yunis estaría en funcionamiento en 48 horas.
ACUSACIONES SOBRE SHIFA
Varios bebés evacuados del asediado hospital de Shifa llegaron a Egipto, según anunciaron medios estatales egipcios. La Media Luna Roja palestina había dicho que trasladaba a 28 bebés prematuros desde un hospital en el sur de Gaza a otro al otro lado de la frontera con Egipto. En un primer momento no estaba claro dónde estaban los otros tres bebés.
Tras la evacuación de Shifa, unos 250 pacientes con graves infecciones en sus heridas y otros problemas urgentes permanecían en Shifa, que apenas podía atenderlos tras quedarse sin agua, suministros médicos ni combustible para los generadores de emergencia en medio de un apagón generalizado en el territorio.
Las fuerzas israelíes combatieron con milicianos palestinos a las puertas del complejo durante días antes de ingresar en el recinto el miércoles pasado. Cuatro bebés murieron en los dos días previos a la evacuación, indicó Mohamed Zaqout, director de los hospitales de Gaza.
El ejército israelí dice tener pruebas de sus afirmaciones de que Hamás mantenía un amplio centro de mando dentro y bajo el recinto de 8 hectáreas , que incluye varios edificios, garajes y una plaza.
El ejército publicó un video que según dijo mostraba un túnel descubierto en el hospital, de 55 metros de largo y a unos 10 metros de profundidad. El túnel, afirmaron, incluía una escalera y una ventanilla que podía utilizarse para disparar, y terminaba en una puerta a prueba de explosiones que los soldados aún no habían abierto.
Las fuerzas israelíes difundieron también imágenes de cámaras de seguridad que supuestamente mostraban a dos rehenes extranjeros, uno tailandés y otro nepalí, capturados por Hamás en el ataque del 7 de octubre y trasladados al hospital. Hamás dijo que sus combatientes les habían llevado allí para que recibieran atención médica.
El ejército también dijo que una investigación había concluido que la cabo del ejército israelí Noa Marciano, otra cautiva cuyo cuerpo se recuperó en Gaza, había resultado herida en un ataque israelí el 9 de noviembre que mató a su captor, pero después murió a manos de un miliciano de Hamás en Shifa.
The Associated Press no pudo verificar de forma independiente los hallazgos israelíes.
Hamás y el personal del hospital han negado las afirmaciones de que hay un puesto de mando debajo de Shifa. El oficial de Hamás Osama Hamdam rechazó los nuevos anuncios y dijo que «los israelíes dijeron que había un centro de mando y control, lo que significa que el asunto es más que sólo un túnel».
TRES DE CUATRO PERSONAS DESPLAZADAS
Israel ha ordenado de forma reiterada a los palestinos que abandonen el norte de Gaza y se refugien en el sur, que también ha sufrido bombardeos desde el inicio de la guerra. Unos 1.7 millones de personas, casi tres cuartos de la población gazatí, han sido desplazados, y 900.000 abarrotaban refugios gestionados por Naciones Unidas, según la Oficina de Naciones Unidas parra la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Médicos Sin Fronteras informó de 70 muertos y al menos 52 heridos, incluidos niños, en ataques el sábado sobre la localidad sureña de Jan Yunis. El grupo internacional de ayuda dijo que realizaba 10 cirugías por quemaduras al día en el sobrepasado hospital Nasser del municipio, donde cientos de personas que necesitaban cirugías similares debían esperar a ser atendidas.
Más de 11 mil 500 palestinos han muerto en Gaza, según las autoridades palestinas de salud. Otros 2 mil 700 se han dado por desaparecidos y se cree que están sepultados bajo los escombros. El conteo no diferencia civiles de combatientes, e Israel dice que ha matado a miles de milicianos.
Unas mil 200 personas murieron en el lado israelí, muchos de ellos civiles durante el ataque del 7 de octubre en el que Hamás se llevó unos 240 rehenes a Gaza. El ejército dice que 65 soldados israelíes han muerto en las operaciones terrestres en Gaza.
Hamás ha liberado a cuatro rehenes, Israel rescató a uno y se han encontrado los cuerpos de dos cerca de Shifa.
Israel, Estados Unidos y Qatar, que media con Hamás, llevan semanas negociando una liberación más amplia de rehenes. El gabinete de guerra de Israel, formado por tres miembros, tenía previsto reunirse el lunes por la noche con representantes de las familias de los cautivos.
REBELDES YEMENÍES CAPTURAN UN BARCO
Los rebeldes hutíes en Yemen capturaron el domingo un carguero vinculado con Israel en el sur del Mar Rojo y detuvieron a sus 25 tripulantes, lo que avivó el temor a que las tensiones regionales agravadas por la guerra se estuvieran extendiendo al mar. El grupo rebelde, respaldado por Irán, dijo que seguiría atacando barcos asociados a Israel.
No había ciudadanos israelíes a bordo del Galaxy Leader, con bandera de Bahamas, operado por una compañía japonesa y que llevaba tripulantes de Filipinas, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y México. Bases de datos públicas asociaban a los propietarios del carguero con Ray Car Carriers, una compañía fundada por Abraham Ungar, considerado como una de las personas más ricas de Israel.
Ungar dijo a AP que estaba al tanto del incidente, pero que no podía comentar ya que esperaba detalles. Una embarcación vinculada con él sufrió una explosión en 2021 en el Golfo de Omán. En ese momento, la prensa israelí culpó a Irán.
El Galaxy Leader fue conducido al puerto yemení de Hodeida, según Operaciones Comerciales Marítimas de Reino Unido, una entidad del ejército británico. Las autoridades niponas negociaban con los rebeldes la liberación del barco y su tripulación, según el secretario jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno.
Con información de: Crónica de Xalapa