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*Gobernadora pide paz entre el legislador y Cazarín, porque no conviene a la entidad.
Luis Manuel Toto Polito
Observatorio en Línea.
Que manera tan agresiva de iniciar su gestión Esteban Bautista en el congreso del estado, usando el poder de los medios (principalmente priístas) para hacer ruido y volverse un agitador en medio del estado de derecho.
La gobernadora Rocío Nahle tuvo que pedir calma en la gallera, porque Esteban, el presidente de la junta de coordinación política (Jucopo) se estaba pasando de tueste y ocupando el poder para engendrar una tormenta en medio del clima de calma que ha generado la mandamás en Veracruz.
Recordemos que la semana pasada Cazarín solo respondió los infundios que el presidente de la Jucopo dijo sobre las tabletas que se adquirieron en su perdido legislativo, ahora ambos se han convertido en quienes tienen reflectores por sus declaraciones; eso no le gustó a la gobernadora y dijo calmados que aquí mando yo.
Que necesidad hay de que ella entre a poner orden, que necesidad hay de que se ocupe de problemas de ese nivel que han sido iniciados desde la 67 legislatura del congreso del estado; Esteban Bautista no está dando la cara como un buen líder, más bien refleja su autoritarismo. Según la psicología, tiene las características de una persona agresiva y violenta; con incapacidad de ceder, se le dificulta manejar sus emociones, tiene falta de empatía y además usa a los medios de comunicación para manipulador los datos.
Esteban Bautista no esperó ni un mes cuando ya inició un periodo oscuro en el poder legislativo que no se veía desde los congresos priístas cuando tenían todo el poder, ya que es incapaz de esperar a los resultados finales de una auditoría para fiscalizar correctamente, se le va la boca y desestabiliza la entidad con sendas declaraciones.
Solo queda recordar que Rocío Nahle es una gobernadora de altura, que posee el don del diálogo y empatía que demostró hace unas semanas en sus visitas a las cabeceras distritales para agradecer a quienes votaron y no votaron por ella. El mensaje de la mandataria fue claro: vamos a trabajar para todos y vamos a platicar con todos, algo que Esteban Bautista no ha sabido realizar porque le gana la tripa y la bilis le escurre de la boca como animal rabioso.
