Éste no es el único caso. Tanto la candidata a gobernadora por la coalición Por Puebla al Frente, Martha Érika Alonso Hidalgo, como el panista por la alcaldía de Puebla capital, Eduardo Rivera Pérez, han reconocido tácitamente la inminente derrota del candidato panista a la presidencia Ricardo Anaya.
De hecho a eso se atribuye la ausencia de Anaya en el cierre de campaña de Alonso Hidalgo realizado el pasado domingo en el estadio Zaragoza, donde se realizó la mayor concentración de “simpatizantes” de la coalición Por Puebla al Frente en lo que va de la campaña.
Según algunos columnistas, el exgobernador Rafael Moreno Valle se opuso a la participación de Anaya en el multitudinario acto, para evitar que su baja presencia en las encuestas de Puebla (con menos de 23 por ciento contra más del 50 que tiene Obrador), impacte en las posibilidades de triunfo de su esposa.
Mientras que los candidatos de Morena tomaron la figura de López Obrador como principal bandera en sus campañas, la candidata del PAN-PRD-Movimiento Ciudadano y de los partidos estatales Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración prácticamente no mencionó a Anaya Cortés en sus actos.
La ausencia de Anaya Cortés y de dirigentes nacionales partidistas en el cierre de campaña de Alonso Hidalgo contrasta con el anuncio que hizo el panista al arranque de su campaña, cuando aseguró que Puebla sería una de las entidades prioritarias en sus recorridos por el país.
El 27 de mayo, en la última gira que el candidato de Por México al Frente realizó por Puebla se especuló sobre un rompimiento con Moreno Valle.
Dos cosas serían las causas: la nula promoción que se hacía en esta entidad de la candidatura presidencial de Anaya y la ausencia del gobernador Antonio Gali Fayad en el acto, en el que el exdirigente del PAN congregó a seis gobernadores de su partido para dar un mensaje de unidad.
Aunque semanas posteriores fue notaria la colocación de propaganda de Anaya en las ciudades poblanas, ya el candidato presidencial no volvió a esta entidad.
El 16 de junio, al participar en el único debate que realizaron los candidatos a la gubernatura, Alonso Hidalgo en vez de promover a su candidato presidencial, dejó en claro en su mensaje final que trabajará “con quien gane la presidencia”.
En un acto posterior al debate, en lugar de sostener las posibilidades de triunfo de Anaya, Alonso Hidalgo dijo que trabajará incluso con López Obrador porque en política no importaban los colores.
PAN llama a voto diferenciado
En tanto que el candidato a la alcaldía de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, en el cierre de campaña conjunto que hizo con Alonso Hidalgo el sábado, de manera sorpresiva pidió un voto diferenciado a los miles de panistas que se congregaron en el estadio Zaragoza.
Aunque la candidatura de Rivera Pérez fue impulsada por Anaya Cortés, en el acto de cierre no pidió el voto parejo para los candidatos de su partido y prácticamente dio por hecho la derrota del aspirante presidencial panista.
“Quiero pedirles un favor, que tengamos mucho cuidado, mucho cuidado con ese mensaje que dice que hay que votar parejo”, dijo en clara referencia al llamado que hizo López Obrador en su recorrido por Puebla para pedir 6 de 6 para los candidatos de Junto Haremos Historia.
“¡Naranjas dulces, amigas y amigos! Las diferencias sí importan e importan muchísimo: quien sea quien gane la presidencia de la República no va a venir a resolver los problemas de Puebla; Martha Érika y yo sí vamos a resolver los problemas de Puebla, que quede claro”, agregó.
Además de esto, desde el mismo grupo morenovallista se ha divulgado la versión que el exmandatario poblano ha buscado reunirse con López Obrador para pactar.
La prensa identificada con Moreno Valle ha publicado en los últimos días notas que dan a entender que el tabasqueño aceptó el acuerdo político.
Sin embargo, al interior de Morena dan por descartado este pacto y lo atribuyen a la “desesperación” de Moreno Valle por asegurar el triunfo de Alonso Hidalgo, en donde ya no le importan su candidato presidencial a quien da por perdido.
Luis Miguel Barbosa, candidato a la gubernatura, consideró que estos mensajes promovidos por el morenovallismo confirman que el PAN de Puebla traicionó a Anaya y que ya lo único que buscan es evitar, a toda costa la derrota de Alonso Hidalgo.
“Ahora los candidatos del PAN piden el voto diferenciado, casi piden el voto por AMLO y el voto por ellos”, expresó al opinar sobre el mensaje que dio el sábado Rivera Pérez para pedir voto diferenciado.
La traición de Rivera
El aún panista Hilario Gallegos Gómez dijo que no es de sorprender la traición de Moreno Valle hacia Anaya Cortés, pues es algo que ya había hecho con anterioridad en otros comicios como ocurrió en el Estado de México cuando operó para el PRI.
Además, recordó que en un afán por obtener el apoyo de Moreno Valle -quien se presumía que ya había hecho una alianza con el candidato priista José Antonio Meade Kuribreña-,  Anaya Cortés accedió a que el poblano decidiera prácticamente todas las candidaturas a diputados federales, locales y alcaldes.
En el caso de los panistas tradicionales, que desde el sexenio morenovallista se confrontaron con el exgobernador poblano, también se consideran traicionados por Eduardo Rivera Pérez, candidato a la Alcaldía de Puebla capital, pues lo consideraban un liderazgo en su grupo.
A principios de este año, Rivera Pérez, quien ya fue alcalde de Puebla -2011 a 2013- se dijo perseguido de Moreno Valle pues en el Congreso del Estado se le inició un procedimiento de responsabilidades por supuestas irregularidades detectadas en su cuenta pública.
En ese entonces, el Congreso no sólo lo inhabilitó por 12 años para ocupar cargos públicos, sino que se pidió el embargo de su casa para cubrir el  desfalco cometido durante su administración.  Igual hubo otras confrontaciones públicas cuando Rivera Pérez fue alcalde y Moreno Valle era gobernador, pues el exmandatario le hizo varios desplantes y hasta humillaciones como cuando no permitió que Rivera lo acompañará al balcón en un 15 de septiembre para “dar el Grito”.
Pérez Rivera fue propuesto ante Anaya Cortés por el panismo tradicional para disputar al grupo morenovallista la candidatura a gobernador, pero al final aceptó postularse por segunda vez para alcalde y hacer mancuerna con la esposa de Moreno Valle.
Al mismo tiempo que el Congreso poblano, dominado por el morenovallismo, desistió de proseguir el procedimiento en su contra y prácticamente permitieron que Rivera Pérez resolviera su situación legal en tribunales.
Ahora panistas tradicionales como Rafael Micalco Méndez, quien fue dirigente estatal del partido, han anunciado públicamente que su voto será para Ricardo Anaya a la presidencia, pero que en Puebla no votarán ni por Martha Érika, ni por Rivera Pérez. Situación similar a la de otros panistas como Ana Teresa Aranda y Humberto Aguilar Coronado.
Incluso, algunos militantes del blanquiazul han hecho circular en redes sociales un mensaje: “Un voto para Lalo es un voto por la reelección de Moreno Valle. Panistas con Claudia Rivera (Candidata de Juntos Haremos Historia a la alcaldía de Puebla)”.
Gallegos Gómez consideró que la derrota electoral del morenovallismo en Puebla podría ser la oportunidad para que el panismo “verdadero” recupere su partido, que, en los últimos siete años, asegura ha estado “secuestrado” por Moreno Valle, hoy candidato plurinominal al Senado.

 fuente:proceso