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Mario, padre de la joven, aseguró que Rosa Icela Rodríguez hizo un compromiso para que mientras ella esté al frente de la SSPC, seguirá revisando el caso
La muerte de Debanhi Escobar está a punto de cumplir un año y, sin embargo, sigue siendo un misterio las condiciones en las cuales se llevó a cabo. Mario, padre de la joven, mantiene la esperanza de que la verdad sobre lo acontecido el 21 de abril de 2022 se de a conocer por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
La tarde del pasado martes tanto él como su esposa Dolores Bazaldua acudieron a las instalaciones de esta institución. Tras informarles sobre los avances que hay en el caso, los responsables de la pesquisa les indicaron que se manejan al menos cinco líneas de investigación.
El trabajo no es sencillo, ya que se deben analizar todas las omisiones que se cometieron durante el primer seguimiento de este presunto feminicidio, ya que la hipótesis inicial se había estipulado como una caída accidental que habría ocasionado la muerte de Debanhi dentro de una cisterna ubicada en las inmediaciones del Motel Nueva Castilla.
«Tiene que volver a hacer doble trabajo», dijo Mario Escobar a Mario Maldonado durante una conversación que sostuvieron ambos a través de la señal de televisión de El Heraldo Media Group.
La pareja ha actuado con paciencia, pero bajo dos consignas primordiales: que se analice el caso con perspectiva de género y que al final se tenga una conclusión científica sobre lo que pudo ocurrir con su hija.
Además de reunirse con la Fiscalía, Mario y Dolores tuvieron una reunión con la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. Tras este encuentro, él asegura que siente esperanza de que la verdad salga a la luz.
«Es una mujer que es madre, que es abuela, que tiene sentimientos, que está en contra de los feminicidios, como siempre lo ha hecho», dijo.
El padre de la víctima incluso dijo que la funcionaria realizó un compromiso con ellos para que mientras ella estuviera en su cargo haría todo lo posible para que haya una resolución justa para ellos.
De acuerdo con el padre de la fallecida en la FGR le indicaron que se debe revisar la cadena de custodia, así como los 21 tomos de la carpeta de investigación y los más de 400 indicios de prueba que hay relacionados con la noche en la que la joven dejó de respirar.
Entre estos elementos se encontrarían mensajes de teléfono, el seguimiento del GPS del celular de la víctima, las tres necropsias que se aplicaron a su cadáver, así como los videos tomados por las cámaras de seguridad que se encuentran en el último punto donde se vio a la joven con vida.
Dentro de los trabajos que ha hecho la institución se encuentra el cateo en el Motel Nueva Castilla, donde se encontraron varios dispositivos de videovigilancia, lo cual contrastra con la información que brindaron Ana Luisa “N” y Elida Yurith “N”, trabajadoras del inmueble, las cuales aseguraron que no había ningún tipo de dispositivo para registrar video en el lugar.
Por tal razón, ambas fueron detenidas y presentadas ante el Ministerio Público para que respondieran por obstruir la justicia y falses de declaraciones ante las autoridades. Por tal motivo, las dos fueron vinculadas a proceso. De acuerdo con Mario Escobar, ambas llevan este paso en libertad y no será hasta después de cinco meses que se desahoguen las pruebas en su caso.
Esto significa que ninguna de las dos puede salir de la entidad y debe ir a firmar una vez a la semana hasta que se termine el caso.
Este tercero análisis coincidió en la asfixia como causa principal de la muerte de la víctima. Han pasado cinco meses desde que la FGR atrajo el caso. Las dudas sobre quién fue el autor material de este feminicidio sigue presente en la sociedad mexicana que se suma al reclamo de sus padres por la justicia en este caso.
Con información de: El Heraldo de México
