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Familiares de personas desaparecidas aseguran que no confían en las autoridades, por lo que exigen la presencia el colectivo Guerreros Buscadores; “ellos son nuestra voz”, dicen
Por ellas supimos de este lugar. Exigimos que ellas tienen el derecho porque ellas son guerreras. Yo, como mamá, no resistí andar buscando así, y ellas han tenido el valor de andar en estos lugares, arriesgando sus vidas.
No es posible que de un día para otro digan que ya no van a estar. Ellas deben estar aquí, porque ellas son nuestra voz”, dijo Mónica Pelayo Aguilar, quien busca a su hijo.
Mónica es otra de las madres que reconoce entre las prendas el pantalón de su hijo Gilberto Murillo Pelayo, quien desapareció el 19 de agosto de 2016 cuando se fue en un Uber para acompañar a su cuñado José de Jesús Cárdenas, ya que iban a comprar una camioneta, ambos desaparecieron.
Hace un año les entregaron el cuerpo de José de Jesús Cárdenas Peña, después de seis años desaparecido. Lo increíble es que fue localizado sin vida 19 días después de su desaparición y durante seis años su cuerpo estuvo en el Semefo.
Yo, cada ocho días, todos los martes o miércoles, acudo al Semefo. Más de seis años y no sabían de él, o sea, no tenían un expediente, nada… no entiendo”, denunció.
De Gilberto hasta el momento no se sabe nada.
El Ministerio Público me dijo que, ‘posiblemente, su hijo esté en un lugar de reclutamiento’”.
La madre pide que se haga un catálogo físico de los más de mil objetos, entre prendas y zapatos, encontrados en el lugar para poder tener la certeza de que son las pertenencias de sus hijos.
El rancho Izaguirre tiene aproximadamente 15 años de haber sido construido en un terreno ejidal que ha tenido, al menos, dos dueños. Lo último que se supo fue que el rancho fue comprado por una persona de Guadalajara, quien se dedicaban a la pastura.
Ese predio perteneció a unas personas de aquí; se lo vendieron a otras de la ciudad. Tenían una fábrica de pastura para engorda de animales, y hasta ahí yo me quedé; ya de ahí, yo desconozco cómo se hicieron esas personas de ese predio”, dijo un ejidatario
Es un pueblo de gente trabajadora, gente muy amigable, gente que se ha dedicado a trabajar y hacer amigos. Desgraciadamente, nos tocó vivir esta situación que ahora nos tiene a todo mundo consternados.”
El hallazgo de 400 pares de zapatos y restos humanos en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, corrobora las denuncias del reclutamiento forzado que se han venido registrando en gran parte del país, lamentó Héctor Flores, representante del colectivo Luz de Esperanza Jalisco.
Pues desgraciadamente viene a confirmar las denuncias que hemos hecho varios colectivos sobre estos lugares de reclutamiento forzado, todo nuestro territorio, desgraciadamente, los gobiernos federales y estatales, pues no, no han hecho nada”.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, el activista dijo que tienen conocimiento de la existencia de otros campamentos localizados en Jalisco; sin embargo, denunció que las autoridades no han querido hacer nada al respecto.
Con información de: Excelsior
