En los primeros 45 días del año 14 operadores han sido asesinados en las carreteras del país, denuncia la alianza nacional de transportistas. El robo al autotransporte, de acuerdo con testimonios, es posible por la colusión entre bandas y autoridades, aseguran.
“Nos viene correteando o nos vienen siguiendo en el pueblo. Nos vienen siguiendo, nos vienen siguiendo en una (camioneta) Lobo blanca. Vamos de salida…”, dice un transportista mientras va manejando tratando de salir de un pueblo ubicado en Puebla, en los límites con Veracruz, de acuerdo con una grabación de apenas 12 segundos.
Las imágenes muestran la calle por la cual el chofer y su acompañante transitan, y expone tomas realizadas a través del espejo lateral que muestran a la camioneta que va detrás de ellos.
Los transportistas se internaron en el pueblo en busca del camión de carga que les habían robado momentos antes. En la grabación de los operadores del vehículo pesado se escucha a un hombre que grita: “¡Allá lo llevan!”; mientras, la imagen enfoca una cuadra adelante y en el fondo de la calle se ve que da vuelta la cabina del vehículo color blanco del tractocamión que les quitaron. Esa cabina es arrastrada por los delincuentes que tratan de llegar a algún lugar para ocultarlo.
En otro video de apenas cinco segundos se ve nuevamente en una toma más cercana a la cabina del camión mientras se escuchan distintas voces:
–Ya está cerquitas (el tractocamión).
–Lo llevan jalando… ¡Ahí lo llevan jalando! ¡Lo llevan jalando!
Delante del camión se ve una camioneta color blanca, en medio el tractocamión y detrás de éste un coche negro.
En un audio, grabado dentro del pueblo en que operan los asaltantes, los operadores de la unidad robada ubicaron el lugar en que escondieron el vehículo pesado: “¡Aquí está la ubicación del camión! ¡Aquí está la ubicación del camión! Ya lo encontramos, está metido en un patio, ¡está metido en un patio!
–¡Ya va picado el carro (desvalijado)! ¡Ya va todo picado el carro! –dicen los operadores.
Luego se escuchan gritos de angustia: “¡Nos apuntaron con armas! ¡Nos apuntaron con armas largas! ¡Vamos de salida! ¡Vamos saliendo! Se queda Guardia Nacional buscándolo…”
En otro video exponen los operadores: “Vamos en sentido contrario, vamos en sentido contrario en el bulevar, síganme, siguiendo…”, dice mientras esquiva un coche blanco que se le acerca de frente.
En más imágenes se aprecia que dice el operador: “No güey, aquí vale v****. Eh, vale v****. O sea, el vato (unidad de Guardia Nacional) venía tapándoles el paso. Nosotros veníamos en llamada con el jefe y le dijimos al de la Guardia Nacional “viene a tras de ustedes la camioneta ¡No los dejen pasar! ¡No los dejen pasar! Sí ya los vi, nos dijo, pero se abrió el hijo de su p*** madre (unidad de la Guardia Nacional) y lo dejó pasar (a la unidad de los asaltantes).
“Y nos dice (el de la Guardia Nacional) por llamada ¡Písenle porque van por ustedes… ¡Nooooo… Vete a la verga, nos venimos hasta acá buey, la patrulla (de la Guardia Nacional) agarró y se peló. Ni siquiera nos vio, buey; nos mandó a la verga”.
En otro audio se escucha: “Nadie quiere… nadie quiere (perseguir a los asaltantes). Los militares nos mandaron a la verga porque es allanamiento de propiedad sin orden de cateo, Guardia Nacional les abrió el paso para que nos alcanzaran, buey.
“Patrullas estatales y municipales son gente de ellos (asaltantes). Entonces, no hay forma y no hay manera y ya lo movieron (al tractocamión) a otro lugar; si ven los videos, lo llevan jalando en una grúa todo picado el carro, puro chasis y cabina, no trae motor, no trae eje delantero, no trae diferenciales, no trae nada. Pura cabina llevan jalando ya no voy a buscar ni verga…”, dice decepcionado el operador.
Proceso tuvo acceso a videos, audios y a la ubicación del sitio que los asaltantes usaron para esconder el tractocamión robado. De acuerdo con la información, la dirección corresponde al poblado La Esperanza, en Puebla, en los límites con Veracruz.
Las grabaciones exponen la situación de inseguridad que padecen los transportistas de carga en las carreteras mexicanas. También revelan que los mismos operarios tienen que perseguir a los delincuentes debido a que son ignorados por la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Rechazo a los soldados de la GN
En otros videos tomados en San Luis Potosí se expone que la Guardia Nacional tiene resguardadas sus patrullas en corralones, sin algún motivo aparente, en vez de sacarlas para patrullar las carreteras.
“Miren, compañeros, cuántas patrullas de la Guardia Nacional (están) guardadas en la estación San Luis Potosí, capital, y necesitamos patrullas en la carretera. Aquí (en el corralón de Guardia Nacional) me están descargando un material que necesitan ellos para el techo, entonces aquí me tocó venir a descargar con ellos y es lo que les dije”.
En un paneo que el autor del video hace con su teléfono celular se aprecian las unidades tipo sedan y camionetas estacionadas en instalaciones de la Guardia Nacional, donde la madrugada del 16 de febrero último el transportista acudió a dejar un cargamento, de acuerdo con su narración. La grabación se realizó un día después de que los transportistas del país realizaron su segunda manifestación nacional en protesta por las condiciones de inseguridad que padecen y por la carencia de disposición para resolver esta crisis por parte de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
Un día antes de la manifestación en las carreteras del país, el vicepresidente de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas, AC (AMOTAC), Carlos García, dijo al salir de las mesas de diálogo con las autoridades:
“Lo que hace falta son más resultados, nos encontramos con una Guardia Nacional que no (es) de caminos; la falta de vigilancia nosotros la notamos, hay veces que (no) encontramos una sola patrulla en un tramo de mil kilómetros; ahí es donde los delincuentes aprovechan”.
En la misma manifestación del 15 de febrero los transportistas también protestaron contra los elementos castrenses comisionados a la Guardia Nacional porque, aseguran, carecen de la adecuada preparación para atender temas de seguridad pública: “Exigimos el regreso de la VERADADERA POLICÍA FEDERAL DE CAMINOS. NO a la Policía Federal de Genaro García Luna –preso en Estados Unidos por nexos con el cartel de Sinaloa–. No cederemos en nuestras manifestaciones hasta no ver cumplidas nuestras demandas”, se leía en mantas colgadas en la parte frontal de sus vehículos pesados.
Esa no es la primera vez que los transportistas exigen al gobierno federal el regreso de la Policía Federal.
El 7 de diciembre de 2023 un operador parado a un lado de la carretera denunció en un video:
“Si algo considero que hizo mal el presidente (Andrés Manuel López Obrador) fue quitar a la (Policía) Federal de Caminos, gente estudiada; no que estos (…) –dijo refiriéndose a los militares– no saben ni madres de caminos de jurisdicción federal (…)”
El 5 de marzo último, en su página web, Proceso dio a conocer que la tarde del pasado domingo 3 de marzo, en la carretera federal que va de Felipe Carrillo Puerto a X-Hazil, en Quintana Roo, un tractocamión de carga, propiedad de un concesionario al servicio de la obra del Tren Maya, a cargo de la Sedena, tuvo un percance y fue interceptado por soldados comisionados a la Guardia Nacional, quienes se acercaron con el argumento de auxiliarlo, pero al final le pidieron dinero por el servicio. El operador se negó a darlo; en represalia, lo agredieron y se lo llevaron detenido por supuestamente ir drogado.
El operador expone a los elementos que tiene que estacionar el camión en un lugar seguro porque la Sedena lo espera con la carga. Los agentes se negaron, le dijeron que llamarían a una grúa para que se llevara el camión. El chofer pidió ayuda y permaneció arriba de la unidad esperando a que llegara otro operador para que manejara el camión y él poder irse con los agentes que insistían en la prueba antidopaje.
El chofer detenido les expone que no va drogado, pero que, pese a ello, en cuanto lleguen por el camión los acompaña, y si los exámenes resultaban negativos, le tendrían que pagar las pérdidas que tendría por el tiempo parado y los daños que pudiera sufrir la carga. Sin embargo, los militares se desesperaron y uno de ellos lanzó una herramienta de metal a la ventana del chofer rompiendo por completo el cristal e hiriéndolo en la nariz, boca y dientes quedando ensangrentado.
Después, a golpes lo bajan de la unidad de transporte, se lo llevan detenido a la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, a abordo de las patrullas 23500 y 23498.
Se dio a conocer que el tractocamión fue remolcado por una grúa que llegó por orden del oficial Jorge Enrique Cambrado de la Cruz, quien lanzó la herramienta que lastimó al operador.
Entre dos fuegos
Los trabajadores del transporte de carga denuncian que no sólo están amenazados por la delincuencia organizada, sino también por el mismo sistema de seguridad pública que supuestamente debe cuidar las carreteras del país.
Apenas el 4 de febrero último el joven Everardo Hernández González, chofer de un tractocamión, se encuentra desaparecido; tampoco ha sido ubicada la unidad pesada.
Everardo Hernández González es vecino de Tlaxiaco, Oaxaca, y conducía el vehículo placas 56BB6D.
Por ello, transportistas de todo el país han denunciado que la presencia de la Guardia Nacional y de los militares en carreteras poco o nada impacta en la incidencia delictiva.
Miguel Ángel Santiago, líder nacional de la asociación AMOTAC, promotora de la movilización, denunció que, en lo que va de 2024 al 15 de febrero van 14 choferes asesinados.
Con base en cifras del mismo Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP) y de la Fiscalía General de la República (FGR), en 2023 se reportaron 13 mil 848 robos, cifra 4.7% mayor a la de 2022, cuando hubo 13 mil 220 casos. Lo que significa que en 2023 cada 38 minutos un transportista fue asaltado.
En 2023, nueve mil 181 de los robos (66.3%) fueron en carreteras estatales y el restante, cuatro mil 667, en carreteras federales (33.7%).
“Tenemos un vacío de autoridad en las carreteras. Los policías que están no hacen nada contra el crimen, ellos también nos extorsionan”.
Con información de: Proceso