Han de disculpar los cenecistas, pero la posición que el fin de semana pasado dio a conocer Florencio Azúa Gallegos, dirigente de la Alianza Campesina Veracruzana, en lo particular, me da mala espina…
Nomás para recordar: “Si el PRI no nos da la candidatura al Senado por Veracruz para Juan Carlos Molina, líder de la Liga de Comunidades Agrarias en el Estado, nuestras organizaciones adheridas votaremos por otro partido, menos por el PRI…”
Si bien entre las organizaciones campesinas se celebra que un dirigente agrario como es Molina Palacios, esté contemplado para entrar a la pugna, puja, contienda por la candidatura al Senado, ahora sí, como quien dice, algunas veces los aplausos son contra alguien. Me explico.
II
Vayamos primero por el nombre de la asociación civil que encabeza Florencio: Alianza Campesina Veracruzana. Quítele el “Campesina” y qué le queda: ¡exacto! ¡Héctor Yunes Landa! El compadre del “Compayito” Molina Palacios.
Quizá si el posicionamiento de Florencio Azúa Gallegos hubiera ocurrido a principios del 2016, donde todo era miel sobre hojuelas entre los “compayes”, se creería, pero a sabiendas que después de las elecciones de ese año, hagamos de cuenta que el compadrazgo se acabó, sólo nos queda pensar dos cosas:
1.- que la Alianza Campesina Veracruzana tiene independencia a pesar de que el “ismo” del Hectorismo o Aliancismo lo tenga más marcado que fierro candente en buey…
2.- o que el posicionamiento de Florencio Azúa Gallegos tenga una intención más retorcida que la mente de un columnista para que se vea a Molina Palacios, no en el priísmo, no en los sectores (que se conocen las palmas de la mano y no se las leen); pero sí en la sociedad, como un agitador, un rebelde, un berrinchudo…
III
¿Que la expresión es de Azúa Gallegos? ¡Claro! Pero quienes no conocen a las organizaciones políticas, aplican la del Cratilo: “el nombre es arquetipo de la cosa / en las letras de ‘rosa’ está la rosa / y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’.” y si es una organización campesina, atrás de ella debe estar el dirigente campesino Molina Palacios.
Aunque quienes conocen a Florencio Azúa, pues no les extraña realmente su posicionamiento con respecto a los votos. Baste recordar que apenas hace un año que se conformó esta asociación civil agraria, julio 30, el mismo Florencio Azúa Gallegos advertía en su discurso que “quien quiera el voto de Alianza Campesina Veracruzana, le va a costar… no dádivas, sino en servicios para los campesinos”.
Por su parte, Juan Carlos Molina Palacios deberá de agradecer el hacha que desentierra Azúa Gallegos… apoyo es apoyo en estos tiempos electorales siempre y cuando reditúe en este caso en votos…
Lo mejor que pudiera ocurrir es que ojalá hubiera más voces campesinas que opinaran del escenario que puede significar la posibilidad de tener a un representante del campo ocupando un escaño y también conocer la opinión del mismo Molina Palacios, quien hasta el momento se deja querer, pero no ha dicho “esta boca es mía”, bajo el supuesto de que hay tiempos de sumar y sumirse, pero no de ser sumiso, o como el mismo “Compayito” dice: no es lo mismo ser manso que menso.