Estaba en Coatepec, cuando recibo una breve llamada, pero la suficiente para acordar a tomar un café y para darle la bienvenida a José Antonio Rojo a Veracruz. A la hora, los mensajes a mi celular confirmaban lo que ya todos sabían: el CEN del PRI estrenaba delegado en la entidad. La encargada de hacerle rendir protesta, Beatriz Paredes Rangel, quien dentro de los escenarios del PRI, tanto nacional como local, es una leyenda.
Quien piense que la dama del huipil y los reebok iba a pasar un fin de semana en el Puerto disfrutando del lechero, las canillas y tirados, se equivocó, pues inmediatamente de que rindiera protesta José Antonio Rojo, Paredes Rangel convocaba a reunión especial para el sábado en el AC Veracruz de Boca del Río.
II
Cuando se dice “reunión especial” es por la calidad de los convocados porque llamó a muchos ex dirigentes del PRI estatal, así como al actual en donde los temas a tratar, por supuesto, eran la de resarcir algunas heridas, convocar a la unidad, sacar el orgullo de ser priísta y un largo etcétera, que muchos bien pudieran considerar la clásica arenga a los valientes soldados antes de salir a la batalla.
¡Ah! Por supuesto, también hubo lugar para que –en corto, dicen– se diera a conocer la queja de parte del equipo de Beatriz contra el equipo del dirigente priísta, por actitudes “mamilonas” y no se anduvieron por las ramas, señalando a Rodrigo Montoya y Víctor Cruz… ¡y todo por unos pañuelos! Se las cuento como me la contaron los testigos no sin antes aclarar que ello no deja de ser sólo parte del anecdotario: Se acercaron a este par americanista y solicitaron su apoyo para que consiguieran unos pañuelos desechables para doña Beatriz. Sé que ha de ser difícil para quienes conocen y para quienes no, imaginarse la escena. Rodrigo Montoya sin ver a los solicitantes y el chofer del dirigente estatal, haciéndose el occiso, respondieron: “allá enfrente hay un Oxxo”.
III
El asunto de esta reunión, muy aparte de los acuerdos acordados, pactos pactados y convenios convenidos, es por un lado, quiénes se hicieron presentes. Dicen que estuvo Manuel Ramos Gurrión, quien al estilo Fonsi, llegó “Despacito”. Vieron allí también al Capitán Chanclas, Gonzalo Morgado Huesca; a la Chiquita Jorge Uscanga Escobar; a Raúl Ramos Vicarte, quien por fin asomó la cabeza; el eterno Carlos Brito Gómez; el vecino de Coatepec, Adolfo Mota Hernández; la pareja Ricardo Landa y Ranulfo Márquez; y la otra pareja: Erick Lagos y Jorge Carvallo, además de Héctor Yunes Landa, Renato Guevara, Elizabeth Morales, y por supuesto, Américo Zúñiga, actual presidente del PRI; y Pepe Yunes, en su doble calidad, como ex dirigente y candidato. ¡Ah! ¡Hasta la Pollita Erika Ayala pasó lista de presente!
IV
Aunque realmente lo que movió al morbo entre los mismos asistentes, eran los que no estaban, que algunos priístas desmadrosos –“si ya saben cómo me pongo, pa’ qué me invitaaan”– dividieron en dos grupos:
* Exdirigentes del PRI que no asistieron
POR RAZONES OBVIAS
Miguel Ángel Yunes Linares
Dante Delgado Rannauro
Armando Méndez de la Luz
Y Edel Álvarez Peña
* Exdirigentes del PRI que no asistieron
POR RAZONES “JURÍDICAS”
Alberto Silva Ramos
Alfredo Ferrari
Fidel Herrera Beltrán
Una especial…
* Exdirigente del PRI que no asistió
POR MOTIVOS DE SALUD
Fortunato Guzmán Rivera
Aunque realmente a quien no pudieron acomodar por ningún lado, y no es porque haya llegado, sino que no encontraban el grupo ideal para ubicarlo, era a Amadeo Flores Espinosa, quien no sólo como ex dirigente del PRI, sino como punta de lanza de uno de los grupos políticos que presume fortaleza al interior de su partido como es Vía Veracruzana, es ícono histórico por los hechos electorales de hace dos años, conocidos por todos. Y no faltó el cabrón que le sobran al priísmo, que trajo a la broma que levanta más una “amistad que por años perdura” que “un Viagra en el PRI”. Eso pasa cuando te vuelves el gran ausente.