By Son dos meses de administración municipal… ¿qué le ha parecido la labor de su alcalde en este primer bimestre? En lo particular, desde mi posición de vecino, agradezco una cosa: el paso continuo del camión recolector de basura que, a fuerza de ser sinceros, son 60 días en los que no he tenido que soportar los malos olores que a veces se desprendían por la tardanza hasta de cinco días para que pasara el servicio de Limpia Pública. Pudiera decir que con ello me doy por bien servido. ¿Baches? Es seguro que haya muchos, pero mis rutas no me permiten caer en ellos. ¿Del alumbrado? Tampoco me quejo, aunque es evidente que nos hacen falta más luminarias al menos en la manzana en donde vivo. Digo, esto lo cito como vecino…
Ahora, quizás porque me involucro en las actividades propias de mi quehacer mediático, es que me tengo que chutar todo lo que concierne a las actividades municipales, con sus pros y contras, que desde este ángulo, pareciera que son más las segundas que las primeras.
Ejemplos: El corte de energía eléctrica en plena sesión de cabildo por falta de pago; la videograbación de un funcionario corriendo a una empleada (por cierto, dicen que ya no está el susodicho); y el que considero el más grave: el cierre de puertas bajo un estricto control de acceso so pretexto de resguardar la seguridad de los ediles… eso, a ojo de buen cubero, hablando de Xalapa.
En el Puerto, por las circunstancias que rodean a la administración municipal, puedo citar dos detalles que exagerando, pudiéramos decir que han “empañado” la labor del alcalde, como fue la adquisición de Genghis, el águila espanta-pichones; y la última, el operativo gatuno en el parque ecológico. Insisto, esto es lo que percibo; quizás el edil tenga más reactivos negativos pero desde la capital, ésos son los que recuerdo; aunque en descargo del presidente municipal, en el caso del águila, creo que su mayor yerro fue no poder explicar a detalle la función de la rapaz. Hay la percepción en la gente de que sueltan al ave y le dicen: “¡Ataca!” y se la pasa desplumando pichones. Su labor no es realmente ésa. Es sólo la de “Espanta-Pichones”, lo que obliga a los palomos a buscar otros nidos. Si bien, así se resuelve el problema en Palacio Municipal, la realidad es que el problema simplemente se trasladará a otro sitio… pero matanza de pichones, realmente eso no existe. Es la misma táctica que utilizan en algunos aeropuertos para mantener despejadas las pistas de aves y así evitar accidentes.
En el caso del operativo, es posible que las intenciones del alcalde sean positivas, pero aquí se aplica el dicho: No hagas cosas buenas que parezcan malas. Si hay –como dicen– grupos de animalistas o vecinos que han apoyado con la esterilización de los felinos, el primer paso que debieron hacer las autoridades municipales fue acercarse a la sociedad e informarles de la pretensión y pedir su colaboración, aunque, bueno… ahora tratarán de demostrar que hay buena fe en la operación felina. Al tiempo.
Pues bien, sólo por citar esos casos, tanto desde un ángulo vecinal, ciudadano, como desde una perspectiva por involucrarnos en los medios. Ahora, lo más interesante, es saber ¿qué tanto puede ayudar o afectar al partido que lo llevó al poder, su actuación en estas elecciones?
¿Harán mella las decisiones que ha tomado Hipólito Rodríguez Herrero en los candidatos de Morena? ¿Afectarán al candidato del PAN el águila malvada y la operación gatuna?
Digo, hablo de estos dos alcaldes porque son los que de una forma u otra, son cabezas de los municipios más importantes de la entidad… pero pues habrá que ver qué dicen los amigos de Coatza, de Mina, Acayucan, San Andrés Tuxtla, Córdoba, Orizaba, Boca del Río, Poza Rica, Martínez de la Torre, Tuxpan, por citar unos… ¿qué les parece el trabajo de sus ediles?
Y lo mejor, quizás los alcaldes deberían de tomar un receso para hacer un ejercicio de introspección y ver qué creen que están haciendo bien, pero por qué es que la sociedad lo ve mal… es fácil, sólo volver a ponerse en los zapatos del ciudadano, como cuando pidieron el voto… total, para las elecciones todavía están a tiempo de enderezar el camino… o perderlo.
