A un mes de actividades municipales, realmente no creo que ello sea un parámetro para calificar una administración de cuatro años; a lo más, lo publicado no deja de ser meros pasajes anecdóticos en algunos casos, como ocurrió en Veracruz, con un alcalde ecologista que llevó a un águila para espantar a los pichones que hicieron su nidito en el palacio municipal del puerto jarocho. Hay quienes pensaron que se iba a soltar el águila y que iba a haber una matanza emplumada. Lo cierto es que el vuelo de Genghis, el águila, provoca que los pichones opten por cambiar de domicilio ante un vecino poco agradable.
Claro, quizás Fernando Yunes es el ejemplo más agradable, porque hay otros que acabaron en conflicto como el que vive el alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Carranza, con el sindicato único de empleados municipales, que se quejó de no recibir implementos de trabajo para realizar las actividades de Limpia Pública. De no ser por esto, todo se hubiera quedado en una mera anécdota el gasto de más de 30 mil pesos por una buena cantidad de fotos del alcalde para repartirla en las oficinas del Ayuntamiento de Puerto México.
O qué decir de Hipólito Rodríguez Herrero y su adquisición de personal chilango que despertó el localismo de un sector que al grito de “Xalapa para los xalapeños”, se le fueron encima al edil.
Aunque el caso que más me sorprendió fue el de Coatepec, que pasa de lo anecdótico, al surrealismo propio que alguna vez nos convidó esa película llamada “La Ley de Herodes”…
II
¿Se acuerdan que a finales del 2017, los 150 empleados del Ayuntamiento demandaban al alcalde Ricardo Palacios Torres el pago de sus quincenas, así como aguinaldo y demás prestaciones propias que arrojaban un aproximado de 1 millón y medio pendiente por pagar pero… las arcas del Ayuntamiento de Coatepec ¡estaban vacías!?
El 29 de diciembre, viernes, ante la bomba que significaba para el nuevo presidente municipal, Luis Enrique Fernández Peredo, entrar en lunes con un conflicto a su administración, se realizó una reunión en la secretaría de Gobierno con autoridades municipales salientes y entrantes así como empleados. Cuentan que nadie acertaba a dar una solución al problema hasta que la síndica electa Arely Bonilla Pérez, tuvo una idea: darle un “pellizco” a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento. Al ser enterado Miguel Ángel Rodríguez Todd de la propuesta aceptada tanto por los que se iban como por los que se quedaban, no estuvo de acuerdo. Al final, Fernández Peredo rindió protesta sin conflicto, pero con una deuda nueva que se acumula a los millones que debe el gobierno municipal.
III
Por supuesto, el caso de Coatepec es el ejemplo más claro de que para tapar un hoyo hay que hacer otro hoyo y para los vecinos de Coatepec les queda claro que lejos de ser y hacer política, el alcalde pagó su novatez en estas lides al seguir una idea de quien es evidente, ha de pesar en los cuatro años de administración: la síndica Arely Bonilla Pérez… muchos todavía se preguntan si no hubiera sido más fácil llegar a un pacto, teniendo como testigo de calidad al secretario de Gobierno: pagar lo pendiente en los primeros cinco días de enero con lo que se recabara con el pago del predial… a menos que eso, precisamente eso, haya ocurrido, y el millón y tantos que se le “pellizcó” a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, ya haya sido reembolsado a sus arcas acuáticas… ¿o ya todo quedó en un borrón y cuenta nueva?
PD ¡Regidor para rato!
Si quiere ver al regidor Rafael Pérez Sánchez en el ayuntamiento de Xalapa, una de dos: llegue muy temprano o ármese de paciencia porque es increíble la cantidad de gente que se acerca al famoso “Chino” Pérez. El antropólogo cuenta con tanta simpatía en las colonias xalapeñas que por allí se soltó el rumor de que podría dejar la regiduría para aventurarse a buscar por Morena una curul, pero no, el edil ya dejó en claro que además del compromiso que tiene con el partido que le dio la oportunidad de participar en pro de la sociedad, tiene otro compromiso con la gente que ve en él un cauce o puente para atender o resolver sus problemas.
Por eso, si quiere ver al regidor, llegue temprano o ármese de paciencia, pero tenga la seguridad de que lo ha de atender y personalmente y de ser posible, lo ha de acompañar hasta el área o dirección que corresponda para que vean juntos el asunto a resolver. En pocas palabras, tenemos regidor para cuatro años.