El dolor de espalda no se me quita. Me siento como el PAN… no, peor… como el PRI… bueno no, como los dos partidos, como si me hubieran dado una tunda. No es para menos. Junto con la maestra Dolores, Lorenzo, Alexa y Elizabeth, pasamos 17 horas como funcionarios de casilla… sí, desde las 7:30 horas del domingo, hasta las 00:30 horas del lunes, ¡pero valió la pena! ¡Vamos! Hasta los gritos de la señora que me culpó por no haber podido ejercer su voto, valieron la pena.
II
El replanteamiento de la agenda del partido que propone Pepe Yunes Zorrilla es un buen inicio pero, a mi juicio, tenía dos años postergándose. Es comprensible si se toma en cuenta que si en un momento dado se hubiera asumido tal condición, el hecho de tener a un priísta como Presidente del país, sería como restarle todavía más fuerza (aun cuando ya estaba endeble desde hace años su figura), pero nunca es tarde para comenzar y sobre todo, si el encargado de limpiar los establos de Augías es el mismo Pepe Yunes Zorrilla.
III
La apertura de la casilla fue a las 8:15 pues no llegaba un funcionario de casilla y tuvo que entrar un relevo, pero la fila de ciudadanos deseosos de participar en la contienda electoral con su voto nunca amainó… he participado en tres elecciones en una casilla y ésta fue excepcional. Nuestro desayuno simplemente se convirtió en almuerzo frío que cerca de las 13:30 intentaba devorar… ¿fueron tres minutos de impasse? creo que sí, porque de inmediato, volvía un ciudadano a plantarse a ejercer su derecho al voto. Muchos fueron en familia ¡y hasta con los perros! Hubo los despistados que no encontraban su sección y cuando cuestionaban dónde estaba, saqué mi cel y vía INE, les daba la dirección, la cual por lo regular estaba cerca del Congreso local, o cruzando la avenida Arróniz, o bien, en el jardín de niños detrás de Walmart.
IV
El PAN vuelve a ser oposición. No le sienta mal. Lleva años ejerciéndolo y esperemos que en dos años no se le haya olvidado, aunque en términos estrictos, es un Gobierno estatal que es de oposición si lo ponemos en paralelo al Gobierno federal. A diferencia del PRI, el PAN que yo conocí siempre fue capaz de hacer más con menos. Tendría tres, cuatro o cinco diputados que eran suficientes para alzar la voz. Por cierto, creo que en breve ha de tocarle a Acción Nacional la renovación de la dirigencia estatal… Pepe Mancha al igual que Miguel Ángel Yunes Linares pasaron a la historia (cada quien por su lado) por acabar con más de 80 años de hegemonía priísta. Le respetarán el estatus a Pepe o Enrique Cambranis regresa por sus fueros.
V
El tiempo pasó volando… cuando vimos, eran las 18 horas… tres minutos después, una señora llega gritando que por nuestra culpa, no había votado. Que yo la había mandado a una sección que no le correspondía mientras yo le explicaba que sólo le di la dirección de la Sección que ella me había proporcionado, porque nunca tuve acceso a su credencial de elector… “¡es que ésa me dijeron en la otra casilla!”; una señora igual llegó tarde, no tenía la ubicación de la casilla, y a pesar de que rogó que la dejáramos votar, pues nomás no.
El conteo de votos a la presidencia, senaduría y diputados federales (los que me tocaron) empezó a arrojar pronto, no sólo el deseo de un cambio por un alto número de ciudadanos, sino también, un elevado porcentaje de participación ciudadana. ¡Arañó casi el 80 por ciento en mi casilla! cuando en otras ocasiones a trancazos alcanza hasta la mitad.
VI
Hay quienes dicen que Pepe Yunes fue traicionado… hay quienes dicen que Miguel Angel Yunes Linares fue traicionado. Días previos a la elección, lo creo. El domingo, conforme contaba cientos de votos para Morena y en comparación me encontraba con dos votos para el PRD o cero para Movimiento Ciudadano, me quedaba en claro algo: la participación ciudadana es capaz de echar abajo cualquier teoría de la conspiración. Achacar el triunfo de un candidato a las traiciones, que debió haberlas, es ofender el voto de cada ciudadano que acudió a su cita con las urnas. El gobernador del Estado lo dijo claro: más del 65 por ciento de los veracruzanos con credencial de elector, salió a votar en un clima de estabilidad política y seguridad social, sin un solo incidente (¿y la señora que me gritó?… bueno, no).
Es pasada la medianoche. Don Rubén, representante de Morena, me pregunta si tardaremos mucho. Al igual que todos los ahí reunidos, ya está cansado. Tengo jodida la espalda, pero creo que el dolor vale la pena nomás por ser partícipe y testigo de uno de los fenómenos políticos-electorales que quizás, se haga consuetudinario en nuestro tarea ciudadana como una de las mejores formas de practicar la democracia: la alternancia.