Un diputado “pluri”, contrario a un “uni”, tendría que ser la imagen del partido en el Congreso, su voz en la tribuna, la defensa de la ideología de la institución que lo lleva a una curul. Bueno, realmente eso es lo ideal, pero bastaría echar un ojo al Palacio de Encanto para ver el papel de muchos “pluris” que decidieron abandonar las siglas de quien los postuló, pero sin soltar el “hueso”… bueno, hay casos donde sin abandonar el partido, hay quienes olvidaron su carácter de “pluri” y son los caballos de Troya en su bancada, pero ésa será otra historia a contar después.
La historia de hoy inicia con una supuesta lista que trae al menos a ocho candidatos plurinominales del PRI, donde se mantiene una constante: Como uno, entre los varones, Juan Carlos Molina Palacios, de la CNC.
A su nombre le siguen Erika Ayala (de la CNOP), Marcelo Ruiz y Andrea Yunes (PVEM), así como Víctor García Trujeque (CTM); a ellos se suma el secre general de la Sección Veracruz del Sindicato de Jubilados y Pensionados del SNTE y FSTSE, Simón Meraz Gómez, además de Renato Alarcón (posición del PRI… ¿nacional?) y Minerva Baca (Antorcha Campesina).
En este caso, el orden de los factores sí altera al producto… a menos que haya confianza en el partido de que al menos esos ocho entren como Pedro por su casa al Palacio de Encanto, que ello implicaría una sola cosa: una estrepitosa derrota del PRI en estas próximas elecciones. Recuerden que a menor número de votos, mayor número de “pluris”. El amigo Marco Antonio Domínguez nos recuerda lo contrario, cuando el PRI sólo obtuvo dos pluris cuando ganó 28 de 30 distritos en la composición de la LXI Legislatura.
En esta supuesta lista llaman la atención algunos nombres, tanto por lo que representan como por saber el lugar a ocupar en la lista final de “pluris”.
Por ejemplo, los sectores del PRI, como CNC, CTM, FSTSE y CNOP tendrán un dilema en las elecciones: aportar el mayor número de votos implicaría alejarlos de la curul. Es ahí donde se vería lo que al principio decíamos: ¿qué implica ser un “Pluri”? anteponer los intereses del partido por encima de los personales… ¿pero la misma tesis se puede aplicar a un candidato a una pluri?
Cito a éstos porque se supone que son los que pueden llevar al partido votos en favor de sus candidatos a la presidencia, al senado, a la Gubernatura y a los congresos de San Lázaro y Encanto.
En el caso de Marcelo Ruiz, al menos en la pasada contienda, habla por sí de lo que puede aportar para el partido mayoritario en su alianza.
Si va Andrea Yunes, se entiende que la dote está en Alianza Generacional, aunque se desconozca la cantidad de números que pueda ceder cuando se supone que AG está compuesta primero por priístas en torno a esa agrupación.
Renato Alarcón Guevara es un caso sui generis: el lugar que ocupe dependerá del tamaño de su padrino político.
Habrá que ver también en dónde realmente ubiquen a Minerva Baca, porque a Samuel Aguirre Ochoa lo mandaron creo que en la posición 9 de la lista de “pluris” en San Lázaro y realmente no creemos que Antorcha Campesina aguante dos desplantes seguidos y más cuando en la futura legislatura local, tiene la opción de tener dos representantes ahora que Janeth García busque por la vía uninominal, la curul de Córdoba, donde se presume que los flamígeros tienen asentados sus reales.
Yo agregaría a la lista a Américo Zúñiga Martínez, dirigente del PRI y considerado como de la cuadra de Pepe Yunes Zorrilla.
Hay quienes incluyen a tres damas en la lista como son Sonia Sánchez de Chirinos, Elizabeth Morales García y Carolina Gudiño Corro.
En la sede del PRI, ayer por la noche, el estira y afloje ya se daba. La pugna por los primeros lugares estaba de a peso pues decían que Américo quería llevarse el número 1 para desplazar a Juan Carlos Molina, pero éste no estaba dispuesto a perder la posición, mientras algunos recordaban que al menos, los cuatro últimos dirigentes que ha tenido el partido (Renato Alarcón, Amadeo Flores, Alfredo Ferrari y Elizabeth Morales) nunca aprovecharon su cargo para buscar la pluri.
En tanto, los sectores del PRI velaban “armas” en aras de defender sus posiciones, más cuando se corría el rumor de que se iba a “sacrificar” a uno de ellos para dar paso a algunas de las damas que fueron bajadas como candidatas al Senado (Carolina Gudiño, Sonia Sánchez y Elizabeth Morales) y si bien, había quienes estaban dispuestos a negociar, argumentaban que lo harían si desplazaban (dejar fuera) a Andrea Yunes Yunes, pues ya su padre tenía “hueso” en la federal.
En breve, se han de aclarar las cosas, se han de definir los nombres y se ha de colocar a cada quien en la posición que se merece… o no. Al final, ya saben cómo se resuelven estos asuntos en el PRI.