COLUMNA NUMEROS ROJOS, POR BRENDA CABALLERO «EL DOLOR DE LA FACTURA»

COLUMNA NUMEROS ROJOS, POR BRENDA CABALLERO «EL DOLOR DE LA FACTURA»

A un día de que termine el año, algo preocupa más a los mexicanos que la cena de año nuevo, y es la nueva facturación del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Apenas estábamos acostumbrando a hacer nuestras facturas en la llamada versión 3.2, cuando ya tenemos que aplicar la nueva versión 3.3 a partir del 1° de enero de 2018, pues ya no habrá prórroga.

Recordemos que la factura ha evolucionado mucho, pues de ser impresa en imprentas autorizadas, pasó a volverse poco a poco electrónica, esto con la intención de que el SAT tuviera un mayor control de nuestros ingresos y también de los gastos que deducimos. ¡Y mire que lo ha logrado!

Si recuerda, antes, las facturas de papel solamente llevaban impresa la cédula del RFC, pero ante la excesiva falsificación de éstas, el SAT optó por un control mayor y salieron las facturas CBB (Código de Barras Bidimensional) las cuales estuvieron vigentes un par de años y llegaron los actuales CFDi (Comprobante Fiscal Digital por Internet) los que no pueden manipularse pues tienen un registro único de identificación, además de que la persona que lo expidió, ya sea física o moral no podrá negar que lo hizo.

Dentro de sus características se encuentran que tienen una cadena original del complemento de certificación digital del SAT, un sello digital que además no puede cambiarse la fecha de facturación. A ello hay que agregar que el SAT empezó controlar la forma de pago de las mercancías o servicios prestados ya que él es la única autoridad que sella las operaciones efectuadas.

Sin embargo, esta forma de la factura realizada en la versión 3.2 no ha sido suficiente, ya que muchos contribuyentes no especificaban la forma de pago, cancelaban facturas posteriormente a su emisión con la intención de pagar menos impuestos o no especificaban detalladamente los productos o servicios emitidos.

Entonces, para tener un mejor control de las operaciones y subsanar esos detalles, llega la versión 3.3 para facturar, la cual es verdad, no es sencilla, razón por la que se quejan muchos contribuyentes, ya que esperaban que la autoridad con todos los avances tecnológicos lo hiciera más simple.

Es verdad que la autoridad ha difundido manuales para facturar, videos en youtube donde explica paso por paso el procedimiento, pero sinceramente, lo acepto, es complicado y tedioso.

Ahora el SAT ha diseñado un catálogo para cada concepto del servicio proporcionado o producto vendido, para detallar minuciosamente cada movimiento. Por ejemplo, antes, una ferretería podía facturar muchos artículos como “varias herramientas”; ahora, deberá detallar hasta cada tornillo.

En lo personal, ya me enfrenté con la versión 3.3 de facturación, pues le apoyo a mi hermana con sus facturas de honorarios ¡y cómo me dolió la cabeza! pues tuve que ver varios videos, leer varios manuales para poderle hacer un complemento de pago. Le explico. Al prestar el servicio, le piden la factura para que a su vez empiece el trámite de pago, pero cuando le pagan, le piden el complemento de recepción de pago, es decir ella (mi hermana) tiene que avisar al SAT mediante el famoso complemento que su cliente ya le pagó.

¿A poco no es una forma completa de control? ¡Por qué cree que se ha incrementado la recaudación de impuestos en México! Hace un par de años ya lo había comentado en este mismo espacio, a falta de ingresos por petróleo o ingresos por turismo, no queda más que los ingresos vengan de los impuestos. Y esos impuestos los pagamos nosotros.

Y por si fuera poco, si a usted no le quieren expedir una factura, ya puede hacer su denuncia de manera anónima en la página del SAT, pues puede denunciar aparte de funcionarios corruptos que trabajen para el SAT, los casos siguientes: Personas que no cumpla con sus obligaciones fiscales, Personas que no estén dadas de alta en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), Patrones que no hayan proporcionado el reparto de utilidades, personas que realicen actividades de contrabando y hasta la mala atención de parte de un servidor público del SAT, entre otros.

Sí, con todo esto, para el 2018, se ve que el SAT va con todo…¡pero con todo para que le pague impuestos!

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