By En primera instancia, la presencia de Dante Delgado Rannauro en el Frente Ciudadano por México firmado con el PAN y el PRD este martes, generó desencantos para quienes conocen el conflicto entre el oriundo de Alvarado y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Para quienes no conocen la historia, aquí les va esa: siendo el año de 1996, durante el gobierno de Patricio Chirinos Calero, en la Ciudad de México fue detenido el ex gobernador veracruzano Dante Delgado acusado de enriquecimiento ilícito, desvío de fondos y abuso de autoridad, entre otros delitos; según nota del diario La Jornada del 18 de diciembre de ese año, “fue aprehendido por un grupo de 25 agentes judiciales del Distrito Federal y conducido a un penal del estado de Veracruz por el director de la Judicial en esa entidad, Jorge Obrador Capellini”.
Fue llevado en horas posteriores al penal de Pacho Viejo y en Veracruz todos sabían que el operador de la detención había sido el secretario de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares (hoy titular del Poder Ejecutivo veracruzano). El fondo del castigo era porque Dante había renunciado al PRI y estaba creando un partido político que hoy es conocido como Movimiento Ciudadano, para hacerle las contras al entonces absoluto y todopoderoso Revolucionario Institucional.
Mientras era interno de Pacho Viejo, Delgado Rannauro pidió permiso para ver a su padre enfermo, lo cual fue concedido pero bajo la condición de que saliese esposado de la cárcel, a lo que se negó Dante. Su padre Don Pedro falleció mientras su hijo permanecía preso, sólo tres días después de su aprehensión… La vieja clase política siempre subrayó que por eso y más, Dante siempre ha odiado a Yunes Linares.
Por eso fue una sorpresa que el hoy dirigente nacional de Movimiento Ciudadano se sentara con los del sol azteca y el blanquiazul, y avalara dicho frente nacional con vigencia hasta el 2024, pero planeada para unir fuerzas para las elecciones de 2018 contra el PRI (aunque es sabido que el verdadero a rival a vencer es Andrés Manuel López Obrador).
Que en teoría, Dante así le perdona a Yunes Linares las graves ofensas del pasado y apoyaría al candidato del PAN en Veracruz, entidad donde Acción Nacional pidió mano para elegir al candidato de la gubernatura por dicha alianza. (En este espacio incluso comentamos que al parecer Dante ya había perdonado a Yunes, pues el hotel donde el gobernador duerme en Xalapa es propiedad de su hermano Pablo).
Pero hay otra hipótesis…
Dante Delgado Rannauro viene a descomponer el panorama para el gobernador Yunes Linares, con su proyecto político/familiar. Si hubiese llegado a la alianza nacional otro partido como el PES, PANAL o de esa chiquillada oportunista, para Miguel Ángel Yunes Linares no cambiaría nada del escenario que ya tenía más o menos armado a su favor en Veracruz, porque representan poco o nada; además que tiene el control del PAN y el PRD en la entidad.
En cambio, Dante Delgado tiene una fuerte presencia en territorio veracruzano y es muy apreciado. Basta recordar que el alvaradeño arrasó con la elección de Senador en 2006, siendo la primera gran derrota del PRI en Veracruz, que nunca había perdido esa posición. En esa ocasión, derrotó al priista Pepe Yunes, a quien ven como el candidato viable del tricolor a la gubernatura para el próximo año.
En este sentido, Dante tiene muchas canicas qué jugar en la elección de 2018, más allá de que le dejaran designar candidato en Jalisco, estado donde su partido ha crecido mucho. En Veracruz se convertirá ni más ni menos que en el factor decisivo, la manzana de la discordia, la piedrita en el zapato, el furúnculo en la nalga, para los intereses de Yunes Linares.
De entrada, el gobernador tendrá que sentarse a negociar con el político profesional que es Dante para sacar avante su proyecto político/familiar de imponer a su hijo como candidato a la gubernatura. El precio, seguramente, será bastante caro, sobre todo ahora que ya hay versiones desde el altiplano de que el hijo del mandatario no va a ser el candidato del PAN a la gubernatura.
Las señales indican que el principal protector de Yunes Linares, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, ha sufrido fuertes embates que lo han debilitado y desacreditado incluso frente a su propia militancia, al convertirse en causa de división. Otros que envían señales son los Calderón-Zavala, quienes ya piden la cabeza de Anaya y no apoyan a Yunes, como tampoco la cúpula panista.
La cercanía de Yunes Linares con la cúpula del PRI-Gobierno también puede ser un componente que influya para que el gobernador veracruzano no tenga la bendición de su partido para su primogénito, aunque se comenta que por lo menos alcanzaría la candidatura al Senado.
Desde la Cámara de Diputados también sospechan que Yunes Linares pudo ser uno de los actores que ocasionó el conflicto interno en el PAN con miras a desviar la atención de sus planes personales y apoyar la designación de Raúl Cervantes Andrade como Fiscal General de la República, en contra de los deseos de la mayoría de su partido. Que esto prácticamente lo deja fuera de cualquier respaldo partidista para su hijo como candidato a gobernador.
En todo este escenario, también Yunes Linares ha tenido serios desencuentros con el perredismo: el primero que se le salió del redil fue el dirigente cañero y hoy alcalde electo de Ángel R. Cabada, Arturo Herviz Reyes, quien dijo en un video que circuló en julio de este año, que apoyará a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. Otro que se salió del huacal fue el diputado local Sergio Rodríguez Cortés, quien renunció al PRD haciendo críticas sobre temas financieros no resueltos por el actual Gobierno de Veracruz.
Este martes también trascendió también una fuerte crítica de Daniel Nava, ex presidente perredista y regidor electo por Emiliano Zapata, “quien arremetió contra el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, al que calificó de fallido y en camino al fracaso, a pesar de que se supone que son aliados” (información del portal Versiones.com.mx).
Ya para rematar el martes de desencuentros con el PRD, Yunes Linares aventó una fuerte crítica disfrazada de broma al decir en un evento público que las mujeres en su gabinete trabajan más que Rogelio Franco, ni más ni menos que su secretario de Gobierno.
El supuesto desliz de Yunes en verdad es difícil que haya sido tomado como guasa, pues debilita la de por sí frágil figura del secretario. Para muchos es sabido que, de hecho, las funciones de secretario de Gobierno las lleva a cabo Manuel Muñoz Ganem, jefe de la Oficina de Gobierno; hasta el subsecretario, Antonio Soberanes Shepard, responde directo al gobernador y no a Franco Castán.
Con todos estos elementos en contra, Yunes ahora también tiene en la película a Dante Alfonso Delgado Rannauro, a quien tratará de convencer que apoye a su hijo a la gubernatura y le levante la mano.
Pero en una esas no se sorprenda que en realidad el candidato designado por el PAN sea el propio Dante, y la venganza de éste sea la fotografía de los Yunes levantándole la mano como su gallo para la gubernatura en 2018, consumando así una venganza maquiavélica.
Porque además no faltaría la repentina aparición del Tío Fide, que en una de esas llama a respaldar a Dante Delgado para repetir la historia del 2006 cuando Pepe Yunes perdió estrepitosamente y, dicen, se apoyó con todo al de Movimiento Ciudadano.
EPÍLOGO INÚTIL: Que es bastante inservible la campaña visual que quiere hacer el diputado local Sergio Hernández para reelegirse como diputado plurinominal. En los pasillos del Palacio dicen que no está totalmente en el ánimo del gober Cascarita para volverlo a apuntar como candidato por la vía de la Representación Proporcional. Lo más probable que es que Don Cáscara ahora sí se sacuda de los compromisos adquiridos durante la campaña y coloque a verdaderos operadores políticos en el Congreso del Estado que tanta falta hicieron durante todo este año. En una de esas no se sorprenda que secretarios de despacho, gente muy cercana a Cascarita, renuncien al cargo para irse de diputados… Alguien como Enrique Pérez Rodríguez, el de Educación, por ejemplo.
