Crónicas de mi pueblo «el tajalate»

Crónicas de mi pueblo «el tajalate»

Autor: Profr. Sixto Carvajal

La palabra tajalate, proviene del náhuatl Texalate, que significa agua o arroyo de piedras areniscas; sus raíces son:
De atl ——- agua, arroyo.
texalli ——- piedras areniscas.
Nace el río, en el macizo montañoso de Abescoma (En lengua nativa es Ahuexcómatl).
Y proviene del náhuatl Acuezcomatl, que significa en el troje o, depósito de agua; su raíz y significado es…
a ——— en
cuezcomatl- troje o depósito
atl ——– agua
Sus afluentes son: las aguas del nacimiento de Tepaconejo, el arroyo Vichilapan y, el nacimiento de Pouchoapan.

RECORRIDO:
De abescoma baja al predio llamado el Cebollal, pasa por la Col. El Jardín, cruza el Boulevard 5 de Febrero, llega posteriormente al barrio San Juan(Chichipilco), atrás de la Esc. Freinet y, el Penal Zamora; luego continúa hasta llegar al barrio San José, pasando posteriormente por la segunda sección del barrio San Pedro y, hasta el barrio San Antonio.

Continúa su recorrido por la comunidad de Ranchoapan, luego pasa a la comunidad de Morelos y, llega a la comunidad de «La boca»; en donde deja de ser Tajalate, ya que en este lugar, se une al Río Grande, que viene del Salto de Eyipantla.

La presencia del Tajalate en la vida productiva del San Andrés antiguo fue, de vital importancia.
Dentro de la industria, el comercio, la agricultura y, el uso doméstico, jugó un papel muy importante.
La primera fábrica de hilados que hubo en la región, se estableció en el predio «El Cebollal» en 1840, una caída de agual del Tajalate, sirvió para mover la maquinaria de la empresa, por espacio de 20 años.

Los trapiches, fábricas de tabiques y aserraderos, se vieron beneficiados con las aguas del Tajalate, ya que se encontraban ubicados cerca de la rivera del mismo.

EL caudal de agua limpia y transparentes de esos tiempos, permitió a los pobladores del San Andrés antiguo, disfrutar de la flora y fauna rica en especies.

Así como bañarse en sus aguas, en las épocas de calor y, aprovechar su humedad, para el mejoramiento de los cultivos.

Las mujeres lavaban sus ropas en piedras que cada una tenía en las orillas del río.
Sirvió en tiempos álgidos para que los extranjeros que habitaban las casas grandes de tejas estilo Sotaventino, huyeran a través de túneles que mandaban construir y, que desembocaban en el Tajalate, en donde al término tenían un bote, en el cual se escapaban.

A dichos túneles se les daban dos usos, servían para guardar las pacas de tabaco, para que se mantuvieran húmedas y, para comunicarse las familias adineradas entre sí, cuando había algún riesgo con las guerrillas.

El tajalate fue motivo de hermosas y mágicas leyendas urbanas que, el vulgo tejió con su singular ingenio, plasmando en ellas la esencia de nuestro pueblo.

Entre otras se hablaba de los Chaneques, la llorona, el Charro Negro, el Mono zambo, el Yobaltabac, etc.
Con el paso de los años y, el gran crecimiento demográfico, la costumbre de la gente nativa de hacer sus necesidades al aire libre, cambió por el uso de fosas sépticas.

Por indicaciones del Sector Salud, en la década de los 40s. se recomendó el uso de letrinas, dada la proliferación de enfermedades gastrointestinales que comenzaron a proliferar entre los pobladores.
Como la gran mayoría de la gente, tenían sus pozos de agua y, los escusados estaban en los mismos patios, salubridad detectó contaminación en las aguas de los pozos.

Por lo que las autoridades Municipales, iniciaron la expansión de la red del drenaje, ya que en un principio, sólo tenían el famoso drenaje español, las casas grandes de la ciudad.

Como no toda la población gozaba de este servicio, sobre todo los habitantes que vivían en los barrios y, en las partes altas de la ciudad; comenzaron a conectar sus drenajes hacía los arroyuelos del pueblo, entre ellos el Tajalate

Ocasionando un deterioro terrible, de lo que un día fueron, hermosos remansos acuíferos
Solo se limpiaban los arroyuelos, cuando llovía, pues el gran torrente de agua que bajaba de la montaña, limpias las cuencas y, eliminaba los malos olores.

Las grandes crecientes en época de lluvias ocasionaba estragos en las casas de quienes vivían en la rivera del Tajalate.

La más terrible inundación fue la noche del 8 de Octubre de 1968, fecha en que el caudal de las corrientes de agua fue tan grande, que el Tajalate se desbordó como nunca, arrazado a su paso las viviendas ribereñas y, también a 8 personas adultas y, una niña que perecieron, pues cuando se suscitó la creciente, era de noche y, el servicio eléctrico se suspendió.

Por respeto a la memoria de quienes fallecieron en este penoso incidente y, a sus familias, omito sus nombres; todos eran miembros de conocidas y apreciadas familias de la ciudad.

Y así, cada temporada de lluvias, quienes vivían cerca del Tajalate, no dormían tranquilos o se iban por las noches a casas de familiares o amigos, donde estuvieran seguros, llevando consigo lo de más valor para ellos.

Fue en el año 1975 cuando siendo Presidente Municipal el Arq. Octavio Rojas Aldana, construye un libramiento con muros de piedra braza, con una altura de casi 4 metros, para desviar las aguas que bajaban de la zona de Ruiz Cortinez al tajalate.

Con lo cual se logró en gran medida, evitar las severas inundaciones que sufría la ciudad en épocas de lluvias.

En un principio, cuando las severas inundaciones antes de que se construyera el libramiento, los miembros del Ejército Mexicano eran los que desazolvar el Tajalate; pues el torrente bajaba mucho lodo, grandes piedras y trazas de árboles.

Posterormente, ya estando en condiciones menos deplorables, han sido los conscriptos, alumnos de escuelas, Protección Civil o los Empleados de la Limpia Pública, quienes han apoyado en su limpieza.
Durante el período de gobierno Municipal del Dr. Roberto Enríquez Ruíz 1998- 2000, se construyó la Planta de Aguas Residuales, la cual captaba para su tratamiento entre un 15% o 20% de las aguas negras del Tajalate.

En el período de Gobierno Municipal del Lic. Rafael Carrión Álvarez, 2005- 2007, se construyeron los Colectores Marginales, los andadores y, se entubaron las aguas negras, desde el puente de Prolongación Serapio Rendón que conduce a los terrenos de Don Emilio Sedas Solana, hasta la calle Revolución esq. 5 de Mayo, en donde se encuentra la casa de la familia Camacho.

Con una inversión de $ 165 000 000. 00( ciento sesenta y cinco millones de pesos), otorgados durante el Gobierno del Lic. Fidel Herrera Beltrán, Gobernador del Edo.de Veracruz.

El Gobierno Municipal que presidió Marina Garay Cabada, en el 2008 construyó la última etapa; que va del puente que está cerca de la casa de la familia Camacho, en calle Revolución, hasta el Puente de la calle 5 de Mayo, rumbo a donde era el Rastro Municipal.

Durante algunos años lució limpio e inoloro el tajalate.

Pero, hoy en día da tristeza ver que algunos vecinos o personas que no aman a nuestra ciudad, arrojan basura o deshechos al cause del arroyuelo y, hasta aguas negras comienzan a desembocar nuevamente en su escasa corriente de agua.

Ojalá y las autoridades competentes en el ramo, tanto del Sector Salud como Municipales, tomen cartas en el asunto y, realicen una minuciosa inspección al respecto.

Y, a quienes estén infringiendo la ley de Salud y Preservación del Medio Ambiente, se les invite a entrar al orden, por el bien de todos y, la buena imagen de este icónico arroyuelo, que cruza nuestra ciudad.
Por mi parte es todo, deseo que tengan una semana feliz y, que Dios los bendiga abundantemente.

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