Profr. Sixto Carvajal /Cronista de San Andrés Tuxtla
Desde principios del siglo XX, Doña Eutimia Azamar Mozo, vecina del barrio San Francisco, la cual nació en 1867 y, murió el 11 de marzo de 1977.
Inició los velorios a la imagen de San Miguel Arcángel.
Su fe y devoción era tan grande, que meses antes criaba sus cochinos, gallinas y totoles, para el gran día.
29 de Septiembre, fiesta de San Miguel Arcángel.
Conservaba una imagen de madera, de principios del siglo XIX, la cual heredó de sus padres y, estos a su vez, de sus abuelos; según nos cuenta una bisnieta.
Tuve la oportunidad de conocerla, era una señora alta, delgada; vestía el traje tradicional de las mujeres nativas de San Andrés: refajo, pollera , pañuelo, faja y, chinelas.
Se le cantaba a la imagen, la víspera; habían cantadoras llamadas de enfrente, eran las que sabían leer y, tenían sus libretas de alabanzas, las sentaban en unos butacones; las demas contestaban y, se sentaban en sillas que prestaban los vecinos.
El altar era adornado con ramas verdes y palmas.
Le ponían flores de las que llevaban las señoras de sus jardines.
En el frente colocaban un arco grande adornado con pericón. ( planta aromática de florecitas amarillas, que se daba mucho en el Periconal).
La mesa del altar, la vestían con un palio, bordado por señoras de Santiago tuxtla, tenía un crucifijo al centro, con Ángeles y flores a los lados.
Las hojas de plátano para envolver los tamales de masa con presa y, el acuyo, los cortaban en la rivera del arroyo Vichilapan; amarraban los tamales con majahua de plátano cuadrado.
La tarima para el fandango, eran las tablas de las camas de burros.
Las cantadoras de enfrente eran: María Caguichi de Otapan, Angela Hernández de San Francisco, Angel Baxin de Belén Chico, Chico Lucho de San Francisco y, Josefa Chontal de la Primero de Mayo.
Los tocadores eran: Diego Bustamante de San Francisco, ( jarana); Manuel Escribano de Chichipilco, ( jarana leona); Jacinto Medel de San Francisco, (violín); Tino Cárdenas de San Francisco, (violín); Tito Bustamante de la Primero de Mayo, ( requinto).
Las bailadoras eran: Manuela Mixtega, de Otapan; Manuela Fiscal, de San Francisco; Reynalda Lucho de San Francisco; Victoria Medel de San Pedro; Cleotilde y Atanacia Serrano, Luz Toto y, Doña Nicha Catemaxca, entre otras.
De tomar, les daban te de naranja y, patololote, con piquete(aguardiente de caña), para los señores.
A las señoras, café, vino, anís o rompope, todo artesanal, hecho en casa.
El velorio y fandango, iniciaba el 28 de Septiembre a las 4 de la tarde y, terminaba a las 5 de la mañana del 29, con las mañanitas.
Reanudaban nuevamente la celebración a las 4 de la tarde, hasta las 8 de la noche.
Cuando iniciaban los nortes, como los que soplan en estos días, les llamaban » Los vendavales se San Miguel»
Las personas tenían mucho temor, porque había caído una culebra de agua en la ciudad, a principio del siglo XX, justo el día de San Miguel, ocasionando gran destrozo en la población; lo cual atribuían al santo.
Por ello se organizaban, para cantarle y, según su creencia, tenerlo contento, para que no soltera su culebra.
Doña Eutimia, era de oficio chocolatera, de toda la región, venían a comprarle sus tablillas de chocolate.
Comentaba dentro de su humildad, que sus chocolates los habían saboreando hasta en Alemania; pues personas de nuestra ciudad, que tenían familia en Europa, se los mandaban.
Falleció a los 110 años y, dejó la imagen a su hijo Tito Bustamante, el cual también falleció; continuando su nieto Jacinto Bustamante realizando el velorio por muchos años.
Con ella se fue una celebración religiosa popular que en estos días, reunía a personas de todas las clases sociales, durante dos días.
Por mi parte es todo, deseo que tengan una semana feliz y, que Dios los bendiga abundantemente.