En México cada 6 de enero se parte la Rosca de Reyes, fecha que marca la finalización de la temporada navideña, al conmemorar la visita de los Reyes de Oriente al niño Jesús.
Y es que según de acuerdo con la cultura popular, tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, (montados en un camello, un caballo y un elefante), viajaron desde el Oriente hasta Jerusalén guiados por una estrella, para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro, incienso y mirra.
Los tres “Sabios de Oriente”, como se les nombra en la Biblia, encontraron al Niño, quien tenía tres días de nacido, se postraron ante él y le dieron las tres ofrendas.
¿Pero cuál es el origen de la Rosca de Reyes?
La promotora cultura y artística, Ivonne Moreno, afirma que el día en que finalmente los Reyes Magos conocen al Niño Jesús, se le denomina como epifanía, encuentro que simboliza la Rosca de Reyes.
En el imperio romano se realizaban las fiestas saturnales para celebrar lo que ellos llamaban «el renacimiento» del año con una especie de roscón.
«Después durante la Edad Media y para celebrar la epifanía de Dios, Dios hecho hombre; hay por ahí países o culturas como la francesa, la italiana, pero más cercana a nosotros la española, que nos van a hablar de este pan que conmemoraba la adoración de los tres reyes, que no eran reyes sino sabios y alquimistas, a Jesús el día de su nacimientos».
No existe un consenso general sobre el país de origen de esa celebración, lo cierto es que hay una característica en común: la epifanía, es decir, la adoración de los tres Reyes Magos que conocieron la profecía de un salvador del mundo, alguien que será trascendente y que fue Jesús.
En el caso de México la tradición llegó con la conquista española, pero en territorio nacional se le añadieron otros elementos que la enriquecieron y consolidaron como una de las celebraciones más vigentes en el mundo contemporáneo.
Con información de: Xeu