Cuando los menores vieron a su padre caer sobre el asiento, tomaron el volante y lo condujeron hasta el estacionamiento de un centro comercial en Houston.
Después de que a su padre, de 29 años, le dieron un balazo en la cabeza mientras conducía un automóvil por una carretera de Houston, Texas, sus dos hijos, de 6 y 8 años, tomaron el control del vehículo y lo condujeron al estacionamiento de un centro comercial.
Los niños contaron a la policía local que el viernes 20 de agosto, su padre iba manejando su carro alrededor de las 11 de la noche, cuando escucharon un ruido fuerte.
Sin embargo, cuando los niños vieron a su padre caer sobre el asiento, tomaron el volante y lo condujeron fuera de la autopista durante una milla, por la avenida Holland, cerca del estacionamiento del centro comercial y pidieron ayuda a una mujer que llamó al 911.
Los menores dijeron también que se dieron cuenta que el objeto salió disparado desde un auto con un “pasajero blanco”, al que busca la policía como sospechoso.
“No sabemos si fue un incidente de furia en la carretera. No estamos muy seguros de qué ocurrió exactamente”, indicó el teniente R. Wilkins a KPRC.
De acuerdo con Telemundo, la policía dijo que el padre de los niños fue declarado muerto en el lugar de los hechos por una única herida de bala en la cabeza. Ninguno de los niños resultó herido en el incidente.
FUENTE/PROCESO