Hasta donde tengo memoria, el Gobernador que hizo pública su “salida de vacaciones” fue Miguel Alemán Velasco.
¿Por qué? Argumentaba que como cualquier empleado, tenía derecho a días de asueto.
En una de esas vacaciones, donde casi todo el gabinete se pintó de colores, quedó al frente Héctor Yunes Landa, quien fungía como subsecretario de Gobierno.
Por esos tiempos, dos municipios tenían problemas: Alto Lucero y Coyutla, cuyos palacios municipales estaban tomados desde hacía varios meses y quizás uno, rayando ya en el año.
Ni el titular de la secretaría de Gobierno ni el de Seguridad Pública pudieron sacar esos problemas.
Entonces, Héctor Yunes tomó un grupo de su equipo y de Seguridad Pública, y sin que hubiera un solo herido y a punta de diálogo, en menos de una semana, estaban liberados ambos municipios.
¡Vamos! es lo que se puede llamar vacaciones fructíferas… aunque no todas pueden dar resultados.
II
En otras vacaciones de Miguel Alemán Velasco, a finales del 2002, una increíble explosión provocada por acumulación de juegos pirotécnicos en el mercado Hidalgo, sacudió al Puerto y a todo Veracruz por los lamentables desenlaces mortales. A ello se le sumó la frase lapidaria de Miguel Alemán al ser entrevistado y cuestionado vía larga distancia hasta Francia, el porqué no había acudido a Veracruz: “No soy bombero, soy gobernador”.
III
En el fidelato se usó una estrategia muy fina y particular para que el gobernador se fuera de Veracruz cada vez que se le ocurriera, misma que hasta el alcalde de Xalapa, David Velasco Chedraui, utilizó.
http://lospoliticosveracruz.
Comunicación Social de Gobierno del Estado mandaba fotonotas o boletines de actividades privadas del Gobernador, fueran en Palacio de Gobierno o en Casa Veracruz sólo que era información que tenían “de reserva”, precisamente para casos como ésos, para que el Gobernador pudiera irse tranquilamente fuera de Veracruz pero mantuviera vigente su presencia en la entidad… una especie de omnipresencia.
David Velasco Chedraui igual lo quiso hacer, pero no hubo coordinación o hubo un desfase, y entonces, cuando el alcalde andaba por Brasil, alguien al interior del Ayuntamiento soltó un boletín donde atendía a unas personas en Palacio Municipal.
IV
Los tiempos han cambiado. Hoy, Javier Duarte de Ochoa simplemente no avisa que se va ni cuándo regresa.
Se pudiera criticar su ausencia en el caso que tiene a Veracruz en el ojo del huracán ante el juicio de un sector del gremio reporteril veracruzano y otro tanto, del nacional. Pero igual se le pudiera criticar si sale por Skype, Hangout, Periscope o cualquier otro modo de video-conferencia para expresar cualquier posicionamiento.
Hay quienes recuerdan a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, que tuvo que regresar (o lo regresaron) de Francia en cuanto se enteró de la fuga del Chapo y cuestionan: ¿por qué Javier Duarte no hizo lo mismo en el caso de Rubén Espinosa y Nadia Vera, quienes señalaron a su administración de potencial responsable en caso de que algo les ocurriera?
Desde un punto de vista simplista y muy particular de quien escribe, es posible que el gobernador no se haya sentido aludido con el deceso de esta pareja involucrada con Veracruz de un modo u otro, y haya aplicado un “el que nada debe…” o más simplista: la forma de hacer política y ser político de Javier Duarte de Ochoa dista de acercarse a lo que se quisiera de un Gobernador que, por equis o ye, no está divorciado de la prensa… a veces raya en la auto-viudez sin querer ni pretenderlo aunque todo indique lo contrario.
Esperemos que a su regreso, dé su posición al respecto…