Dos burlas.
1.- El twitter del Gobernador sobre la explosión en Pajaritos, donde aparece la imagen de un suceso en Libia. Por supuesto que el objeto de la burla ha de ser Javier Duarte de Ochoa por ese resbalón.
2.- El video que sube Raúl Martínez, comunicador y enlace de prensa de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato a la Gubernatura por la alianza PAN-PRD, tiene el encabezado siguiente: “Videos del momento de las explosiones en la planta de clorados en el complejo petroquímicos en la ciudad de COATZACOALCOS, Veracruz”, pero las imágenes corresponden a un desastre ocurrido en Reynosa Tamaulipas, a finales del 2012. ¿Burla? La considero así porque a pesar de que muchas personas le dijeron al amigo Raúl que el video no correspondía con la realidad, no lo bajó, tampoco lo aclaró y permitió que su mentira se propagara a más de nueve mil personas que lo promovieron.
Pero, si el objeto de la burla en el twitter de Duarte de Ochoa fue el mismo gobernador, ¿en el video de Raúl Martínez? Yo creo que todos quienes creyeron en este comunicador fueron objeto de una burla.
Lo decepcionante es ver que quienes compartieron el video de Raúl Martínez, a pesar de ser aclarado el suceso, se justificaban “comparando” la tragedia de Reynosa con la de Coatzacoalcos.
Pero igual hubo amigos, entre ellos una agencia de fotografía, que subió el video y en cuanto le precisaron el dato, lo bajaron… no así una amiga que cuando le puse: “Eso fue en el vecino estado del norte… hace como cuatro años…”, me respondió “eso me están diciendo… lo bajaré”, cosa que al menos hasta el cierre de esta columna, no hizo.
Algo que no se puede ocultar es la incertidumbre. Mi mañana de ayer fue como cuento de terror: Me duermo el miércoles por la noche con tres muertos y despierto este jueves con 13.
A ello le sumo las cantidades o cifras que las redes sociales empezaron a dar con respecto al número de muertos… de 50 a arriba del centenar. A ello sumemos a los varios familiares que reclamaban saber algo de sus desaparecidos que se encontraban laborando en Clorados en el momento del percance. Es cuando uno quisiera que esas cifras sean tan falsas como la foto de Duarte y la explosión de Libia, o el video de Raúl Martínez de un suceso ocurrido hace más de cuatro años que nada tiene que ver con el lamentable siniestro de Coatzacoalcos.
Las autoridades, sean estatales o federales, deben en este momento en atender, no sólo el siniestro ocurrido, sino también el dolor de todas esas personas, compañeros de trabajo, esposas, hijos, que reclaman una esperanza tras las puertas de esa empresa Mexichem.
No basta la presencia del presidente Enrique Peña Nieto en el lugar del siniestro porque eso, para quien vive en estos momentos en la incertidumbre por no saber del ser querido, no implica una respuesta, más cuando su presencia genera más operativos en torno a su figura que soluciones en torno a la gente.
Leo un “post” de Silvia Núñez, aguerrida columnista, una mujer congruente con su línea y fuerte crítica del sistema. Pide difundir una información: “Por favor, ayuden a difundir para localizar a su familia. Paciente en PEMEX MINATITLAN: Gustavo Martínez Vargas, de 27 años. Está grave, no encuentran familiares”. Y alguien agrega la foto de una credencial de Petroquímica Mexicana de Vinilo, propiedad de Roger M. Collado Gutiérrez con la siguiente leyenda: #Clorados3 #Coatzacoalcos Se solicita ayuda para encontrar a los familiares de esta persona, la cual se encuentra hospitalizada en la clínica de Pemex de #Minatitlán.
Por supuesto, a diferencia del twitter de Javier Duarte de Ochoa o del video del enlace de prensa de Miguel Ángel Yunes Linares, la respuesta de los internautas para ayudar a estas dos personas fue parca, por no decir pobre… quizás porque sea más fácil burlarse del Gobernador o burlarse de la gente como lo hizo Raúl Martínez. El morbo y las vísceras siguen siendo nuestro motor en las redes sociales, aun por encima de la tragedia.