El Gobierno estadounidense anunció que desplegaría un equipo de médicos y toxicólogos para realizar pruebas de salud pública en la zona afectada.
El presidente de la empresa ferroviaria Norfolk Southern, Alan Shaw, pidió perdón este jueves por el descarrilamiento de un tren con productos tóxicos en East Palestine (Ohio, EE.UU.) y se comprometió a “acabar el trabajo” en la zona afectada por el vertido.
Shaw testificó ante el Comité de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado de Estados Unidos para dar explicaciones sobre el accidente que obligó a desalojar a los habitantes de la zona.
Tras disculparse por el impacto en los residentes, Shaw quiso mostrar su “compromiso personal” a “hacer las cosas bien”: “Norfolk Southern acabará el trabajo”, prometió.
El directivo aseguró que la empresa estará presente “todo el tiempo que sea necesario para ayudar a East Palestine a prosperar y recuperarse”.
“Vamos a estar allí hoy, mañana, dentro de un año, cinco o diez”, reiteró Shaw, tras ser preguntado si se haría cargo de indemnizaciones a los habitantes por posibles costes médicos a largo plazo.
El presidente de Northfolk Southern también se comprometió a “hacer que el ferrocarril sea más seguro” y prometió hacer sus normas de seguridad “las mejores del sector”.
Por otro lado, aseveró que los estudios han demostrado que “el aire es seguro para respirar y el agua es segura para beber“, así como también lo confirmó durante la audiencia la directora de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Ohio, Anne Vogel.
El tren operado por Norfolk, de unos 50 vagones, transportaba material tóxico en 11 de ellos y se descarriló el pasado 3 de febrero a su paso por East Palestine, un pueblo de menos de 5 mil habitantes a 60 kilómetros de la ciudad industrial de Pittsburgh y cercano a la frontera de Ohio con Pensilvania.
Por otro lado, algunos senadores como los demócratas Sherrod Brown y Bob Casey incidieron en la necesidad de aprobar la Ley de seguridad Ferroviaria.
“No debería hacer falta que se descarrile un tren para que los cargos electos dejen a un lado el partidismo y trabajen juntos por las personas a las que servimos”, reivindicó Brown.
Aunque East Palestine es pequeño y se encuentra en una zona bastante despoblada, el asunto está siendo utilizado por los republicanos para criticar al Gobierno federal por las consecuencias de lo ocurrido, pese a que la Administración del presidente Joe Biden insiste en que no hay peligro en la zona.
Ante dichas las críticas, el Gobierno estadounidense anunció que desplegaría un equipo de médicos y toxicólogos para realizar pruebas de salud pública en la zona afectada.
Desde que se extinguieron los incendios el 8 de febrero, el monitoreo del aire y el agua no ha detectado ningún nivel de preocupación para la salud en la comunidad que se atribuya al descarrilamiento del tren.
Con información de: Crónica de Xalapa