El ‘gusano del corazón’ es producido por la picadura de mosquitos, que inyecta larvas que se convertirán en gusanos alojados en el corazón.
Cuando se habla de enfermedades que afectan a perros y gatos, siempre se consideran a los parásitos como pulgas, ácaros, piojos y parásitos internos de tipo gastrointestinal como gusanos, además de enfermedades como la rabia, lamentablemente todas estas también forman parte de las llamadas zoonosis o enfermedades transmitidas de los animales hacia el ser humano. Pero pocos toman en consideración que existe una enfermedad parasitaria que comúnmente se pasa por alto, posiblemente porque no se diagnóstica de forma constante, esta enfermedad se llama dirofilariasis o enfermedad del gusano del corazón.
La temporada de lluvias trae las condiciones favorables para la reproducción de millones de mosquitos. Actualmente existen campañas sanitarias para la prevención de enfermedades en humanos como Dengue, Zika o Chikunguña, pero las picaduras de estos insectos pueden transmitir a las mascotas esta enfermedad.
Se conoce con ese nombre porque cuando pica al animal le transfiere larvas. Estas larvas —en su último estado reproductivo— se convierten en gusanos que se alojan en el corazón. Una vez ahí ocasionan desde insuficiencias cardiacas hasta un paro en el corazón.
Cuando el mosquito pica también inyecta saliva y en esta se encuentra los estados larvarios del gusano del corazón llamados microfilarias, las cuales circularán en el organismo y se alojarán en el corazón donde madurarán y se reproducirán liberando nuevamente microfilarias y al picar nuevamente el mosquito al ejemplar afectado y succionar sangre ingiere las microfilarias que pasarán así a otro individuo.
Al principio el animal no mostrará síntomas visibles, pero con el paso de los meses comenzará con
decaimiento
fatiga
falta de apetito
incapacidad para respirar
fallas en su sistema circulatorio
Esas fallas son originadas por hospedar a gusanos de hasta 30 cm de largo en su corazón, explica Felipe Bedoya, gerente técnico del segmento de animales de compañía de Boehringer Ingelheim Animal Health.
Los perros no transmiten la enfermedad directamente al humano
Las personas únicamente contraen la enfermedad si son picadas por el mosquito y, a diferencia de los animales de compañía, la larva no se desarrolla, solo forma pequeños quistes sin implicación para la salud.
Los perros pueden enfermar sin importar su edad o raza, además de que es casi imperceptible para los propietarios notar el piquete.
Además, hasta la fecha no existe un tratamiento único que garantice una recuperación óptima, pues depende de la gravedad del caso, pudiendo ser prolongados, costosos y delicados, como lo es en aquellos que requieren remover quirúrgicamente los gusanos.
Prevención, la mejor arma contra el gusano del corazón
Sin duda la prevención es la mejor opción. La Dirofilaria immitis puede prevenirse con desparasitantes de amplio espectro efectivos contra amenazas externas (como pulgas, garrapatas y ácaros), parásitos internos e, incluso, el silencioso gusano de corazón.
Al igual como en el caso de las enfermedades en los humanos que son transmitidas por mosquitos, uno de los manejos preventivos más importantes es la higiene y el eliminar los posibles reservorios o lugares de desarrollo de los mosquitos, es decir charcas, objetos que guarden agua donde la hembra pone sus huevos, como llantas, cubetas, etc.
Este simple manejo controla de forma importante la diseminación de la enfermedad, pero lo más importante es iniciar un programa constante de desparasitación como preventivo para evitar esta enfermedad que puede ocasionar la muerte de nuestros amigos.