”Es una petición de auxilio”, albergue de perros y gatos La Roca urge ayuda en Veracruz

”Es una petición de auxilio”, albergue de perros y gatos La Roca urge ayuda en Veracruz

Una de las pioneras del albergue falleció en julio de este 2025, lo que dejó en un futuro incierto al espacio

Sergio Cortina recibe más de 20 solicitudes diarias que no puede resolver. Perros y gatos enfermos, atropellados, abandonados y “garraputudos”, como dice él, buscan un lugar en el refugio La Roca, el más conocido del municipio de Veracruz. Sin embargo, hace meses que este no cuenta con las condiciones para recibir a un solo animal más.

Goteras, mallas rotas y otras reparaciones pendientes se suman al problema más importante: la falta de un acceso seguro al terreno de dos hectáreas donado por el expresidente de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, en la localidad de Paso del Toro, Medellín de Bravo.

Si no es en camioneta, se debe llegar a pie. Cinco trancas de potreros que sólo un vehículo grande puede atravesar se necesitan recorrer para llegar al refugio, un camino que puede evitarse con el paso de 334 metros cuadrados que atraviesa unos terrenos ejidales ubicados alrededor del albergue al que hoy no se tiene acceso libre.

“Cuando no voy con el trabajador, que es al que le han dado permiso los vecinos porque ya lo conocen y participa con ellos en las faenas de limpieza del ejido, pues hay que pasar entre los potreros caminando y engarrapándonos, por eso ningún veterinario quiere ir en esas condiciones”, explica.

Debido a esto, el refugio se ha quedado sin atención veterinaria. “Las condiciones del albergue no son muy propias ahorita (…) tuvimos muchas bajas de animalitos por las enfermedades. Tenemos muchas deficiencias”, admite cabizbajo Sergio Cortina Egea, hermano de Norma Cortina y encargado del albergue La Roca desde su fallecimiento en julio.

Mientras que enfermedades como el moquillo han cobrado la vida de más de 200 perros y gatos del albergue en los últimos dos años, el estrés por la situación del paso, asegura Sergio, le costó la salud a su hermana Norma.

“Hace casi 2 dos años (que inició el problema). Eso, que yo creo, llevó a mi hermana al infarto. Ya teníamos ese problema cuando ella se infartó, batallamos muchísimo con ella. Y estando en el hospital (los nuevos dueños) le dicen: te cierro el paso. Y más la acabó”.

Tras la muerte de Norma, ocurrida el 5 de julio, Sergio se hizo cargo del albergue. Aunque durante mucho tiempo se enfocó en solucionar el problema del paso, el ahora encargado de La Roca debe resolver un tema más urgente: la obtención de un nuevo centro de acopio y recibimiento de animales.

Hace días, explica, recibió la noticia de que “la casa amarilla”, como se le conoce a la vivienda de Norma donde inició el refugio, debía ser desocupada este diciembre. Es la nueva dueña, a quien su hermana heredó la propiedad, quien le pide el inmueble.

“No cerrará”, insiste. “En todo caso tendríamos que llevarnos a los 35 animales a Paso del Toro”. Actualmente, la casa amarilla funge como un centro de acopio de alimentos, material de reciclaje y donativos varios, así como un área de cuarentena en la que primero llegan los animales enfermos y, tras curarse, son enviados al refugio de Medellín de Bravo.

“Si alguien tiene la manera de disponer de una vivienda céntrica en la cual en diciembre nos podamos cambiar y ocuparla como un centro de recepción de acopio, que lo haga. Necesito de la ayuda social”, suplica Sergio.

Todo inició hace poco más de 22 años, cuando Norma Cortina escuchó a unos cachorros aullar en la puerta de su casa. Ubicada sobre la avenida 20 de noviembre, la hoy conocida “casa amarilla”, con el tiempo, se convirtió en el refugio de perros y gatos.

La labor de Norma inspiró a otras personas con las que se fundó oficialmente “La Roca”, sin embargo, tras dos años fue Norma la única que continuó con el albergue en su hogar. En el 2005 o 2007 -según recuerda Sergio-, el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, se enteró de la causa.

“Se entera de su labor altruista y le tramita en el ejido ‘La Esperanza’, de Paso del Toro, una donación de dos hectáreas y media en las que mi hermana construyó 15 edificaciones para los perros y los gatos”, explica.

Hasta hace dos años, cuando los problemas iniciaron con el cobro de 300 mil pesos por un derecho permanente de paso, en el albergue radicaban entre 250 y 300 animales. Hoy, sólo quedan 35 perros y gatos.

“Estoy muy apenado, muy preocupado por tantas bajas que hemos tenido. Pero pues si lo tiene que saber la gente, que lo sepa. Esa es mi condición actual y necesito ayuda para salir adelante”, admitió a La Silla Rota Veracruz.

Según Sergio, debido a los problemas desatados en el albergue por el derecho del paso, Norma cayó en depresión y poco después sufrió un infarto provocado por el síndrome Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca los nervios y causa debilidad, entumecimiento y hasta parálisis.

Tras 10 meses de recuperación en la casa de Sergio, Norma regresó a la casa amarilla para cuidar de los animales que adoraba cuidar. “Ella se descuidaba muchísimo con tal de atender a los animales. Ella se pasaba alimentándolos y se desvelaba. En la casa tenía cerca de 50 perros y otro tanto de gatos”, explica.

La muerte de Norma Cortina impactó a muchos veracruzanos. Reconocida como una de las pioneras en el rescate de animales abandonados y maltratados, la también activista falleció a los 78 años en el Hospital D’María.

Sin embargo, antes de morir le pidió a Sergio hacerse cargo del refugio. A pesar de que él no quería, Sergio aceptó porque se trataba de su hermana, aquella con la que hablaba diario y a la que acompañaba a realizar rescates.

“Tengo muchas deficiencias, y la falta de la asistencia médica y la falta de sanitización oportuna ha sido la causa de bajas (…) Pero estoy entrando apenas, tengo la vocación de servicio también, pero necesito de la ayuda social”, expresa.

Mientras que Sergio cubre la nómina de alrededor de 40 mil pesos de los cinco empleados que trabajan en ambos refugios, se comunica con autoridades estatales para solicitar su apoyo.

Recientemente habló con la regidora séptima del ayuntamiento de Veracruz, Dolores Sarmiento, quien le ofreció gestionar ante la dirección de Bienestar Animal servicios de vacuna, desparasitación y esterilización de los animales.

Por otro lado, cuenta, Marcos Isleño, alcalde de Medellín de Bravo, visitó el albergue en Paso del Toro para decirle que motivaría a su cabildo para que el municipio gestione el derecho de paso, acción que ayudaría a conservar la salud de los animales. Sin embargo, le solicitó que no recibiera a ningún otro perro o gato debido a las condiciones del refugio.

En tanto, cada una de las llamadas que Sergio recibe día con día las canaliza a la dirección de Bienestar Animal del ayuntamiento de Veracruz, quienes “parecen estar respondiendo como se debe”.

Para el futuro, el hijo de Sergio preparó una metodología para continuar con el rescate de perros y gatos. Que consiste, básicamente, en llevar el registro detallado de las características y las condiciones en que los animales que llegan a La Roca.

Todo, dice, por la memoria de Norma, quien le dedicó su vida a los animales rescatados. “Yo le decía: Norma, vamos a pasear a Yucatán. Norma, vamos al Café de La Parroquia, y ella me decía: No puedo, me debo a mis animales. Eso es de burgueses”, recuerda entre risas Sergio.

Con información de: Lsr Veracruz

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