By *Tavo y Vicente, anticipadamente expuestos.
*La tormenta de Manuel Rosendo.
*Panistas indiferentes, bloquean calles para inaugurar oficinas.
*Tomás Ruiz y las deudas con Sinver.
Desinflado políticamente, vino el gobernador a inaugurar obras y sostener reuniones privadas con priistas y simpatizantes para dar línea.
Los que se vieron son los que serán protagonistas de los próximos procesos, e incluso también se vieron los que no lo serán, no sólo el ausentismo de Jorge Carvallo Delfín, recién electo Diputado Federal, dio un mensaje de alejamiento de los círculos de poder.
También el acercamiento de Rafael Fararoni Mortera, durante la reunión privada en conocido salón social, tuvo un episodio comentado.
La rechifla, orquestada o no, existió y esto solo coloca al empresario en dos escenarios, lejos de la Diputación Local y mucho más lejos de la sucesión municipal.
Quedó claro que las enormes muestras de simpatía que tiene en comunidades son proporcionales a los apoyos que ha facilitado.
De nueva cuenta el pueblo aprovecha y no rechaza nada que se les regale, desde una despensa hasta apoyo económico para aulas, eventos de fin de cursos y demás.
Así es como el pueblo dio un indicador falso al ex alcalde. Por su parte el Gobernador atinó a decir a la militancia ahí reunida, pero sobre todo a agentes y sub agentes municipales, que no había necesidad de tan ruda acción contra Fararoni.
Claro que esto tampoco significa que el actual gobierno sea la panacea, ni que vaya por buen camino, ni que se salve de futuras o inmediatas rechiflas, basta darse una vuelta por las colonias, escuchar a la gente y lo que piensa de Manuel Rosendo Pelayo.
Tavo y Vicente, anticipadamente expuestos.
Ahora, con esa rechifla, otros tantos deben poner barbas a remojar, los mismos ungidos para el siguiente proceso electoral, deberán evaluar sus alcances con otra medida que no sean las amables recepciones que les organizan cuando llevan apoyos a comunidades.
Vicente Benítez González pudiera empezar por seleccionar mejor a sus asesores y dosificar más su presencia, volver tal vez a la omnipresencia sin estar.
Desde otros cargos y en los distintos puestos que ha ocupado, Benítez había hecho más ruido sin bajar a entregar apoyos, la gente lo conoce y no es necesario tanta exposición, tampoco es secreto que tenga simpatías legítimas entre el electorado para consolidar sus aspiraciones.
El joven ha sabido trabajar la escena política con estrategias distintas a las convencionales. Caer en las mismas prácticas puede desgastarlo y restarle votos cuando de verdad salga a hacer campaña.
En el caso de Octavio Pérez Garay, también le beneficiaría replantear, si bien es cierto tiene aceptación en la zona rural por un trabajo que desde la fundación “Octavio Pérez González” ha venido realizando muchos años atrás, y que ha intensificado como Diputado Local, en la zona urbana algunos no lo ven igual por el sólo hecho de ser parte de una dinastía que ha ocupado la alcaldía (su padre y su madre) y las diputaciones federal y local (su madre), antes que él.
Definitivamente tomando todo esto en cuenta, y sumando la visita de un gobernador con imagen devaluada, con el peso a cuestas de la promesa inconclusa del sexenio de los Tuxtlas y la autopista Los Tuxtlas-La Tinaja, lo que vino a hacer Javier Duarte no fue precisamente un espaldarazo, sino una zancadilla.
Más que la unción, fue un puño de tierra sobre varias cabezas que si buscan ganarse la voluntad de la gente, deberán caminar solos, aislados del actual gobierno ya en vías de extinción, y haciendo alianzas sólo con quienes les garanticen fortaleza.
En esto quedan fuera los alcaldes, que nada suman y sólo ordeñan recursos gestionados por el Oficial Mayor o el Diputado Local.
La tormenta de Manuel Rosendo.
Para Rosendo Pelayo la tormenta llegó más tarde, a unas horas de que el Gobernador dejara tierras tuxtlecas, en la región se sintió una tormenta que por nada se hubiera convertido en tragedia.
Atrás quedó aquel proyecto que en entrevista me comentara a 15 días de haber iniciado funciones Manuel Rosendo Pelayo, cuando afirmaba que no sólo aumentaría el flujo de agua en el río Tajalate, sino que concluiría las etapas de saneamiento para hacerlo redituable para paseos en lanchas pequeñas. Así es, un pequeño Xochimilco.
Ahora, junto con el fallecido proyecto del teleférico, esto no parece tan buena idea.
La pavimentación de un río que para limpiarse se volvió un simple canal, cobró factura con la lluvia que el sábado inundó la zona del mercado a la altura del Puente Plan de Guadalupe, además de las intersecciones en las calles Constitución, Doctor Artigas, Rafael Solana Sinta y en colonias susceptibles a escurrimientos de la montaña, como la 6 de Enero, El Jardín y Primero de Mayo, por mencionar algunas.
Protección Civil de San Andrés Tuxtla realizó un excelente trabajo pero siempre insuficiente por ser pocos elementos para tantas necesidades, además, comunidades como Tonalapan y Tepanca, también presentaban fuertes afectaciones, en la zona urbana, la Cruz Roja, con sus voluntarios, reforzaron la tarea que Bomberos, Protección Civil y Limpia Pública, realizaban a marchas forzadas.
Los habitantes de la zona centro, específicamente en la calle Constitución, no olvidan que en campaña el Alcalde prometió un tragatormenta y desafogue pluvial para este tipo de contingencias que siempre ocurren.
Tampoco pasarán por alto la simulación de que fueron víctimas cuando personal de obras fue a realizar un levantamiento porque supuestamente era un hecho la obra referida.
Todo sigue en promesa incumplida, acumulándose y perdiéndose en la vastedad de ofrecimientos que tal vez nunca se hagan efectivos por parte del gobierno municipal.
Mi felicitación y reconocimiento a los cuerpos de rescate y respuesta rápida, a los trabajadores que son los que se enlodan y ayudan a la población, los que se quieran parar el cuello, como se dice comúnmente, que dejen sus escritorios y salgan a palear el lodo.
Panistas indiferentes, bloquean calles para inaugurar oficinas.
Los que de plano demostraron total frivolidad fueron los panistas que pese a una larga jornada de afectaciones y vialidades cerradas por el lodo, grava y arena que arrastró la corriente del sábado, no fueron capaces de posponer su inauguración de oficinas de partido.
Y es que nadie les quita su derecho de hacerlo, pero a lo que no tenían derecho, era a tapar la calle 20 de Noviembre, Fragua y la salida a Pino Suárez en pleno domingo, sólo para recibir a líderes políticos que son indiferentes a las desgracias de quienes tuvieron inundadas sus viviendas.
Mal empieza la dirigencia panista a sumar simpatías, para nada se vio el interés de estos actores políticos, pero sobre todo de los panistas del municipio, por informarlos de lo acontecido el día anterior para que al menos se dieran una vuelta por las zonas afectadas en el área urbana.
El lodazal en CMAPS.
Y a río revuelto, no hay ganancias para nadie, pues si de por si el servicio de agua potable es pésimo en los últimos meses, pasada la lluvia intensa del sábado, muchos usuarios tuvieron que esperar a que se asentara el lodo que salía junto con el agua de la llave.
Esperemos que esto no vaya a traer otro incremento en el recibo, pues en lo que va del 2014 a la fecha, tarifas de 36 pesos se han incrementado hasta en 85 por el mismo (o menor) consumo doméstico, argumentando mantenimiento a la red y al alcantarillado que es evidente que no existe.
Por si fuera poco, cuando se dignan a atender una fuga, dejan peor, pues los baches que abren sólo los rellenan con tierra y no vuelven a cubrir con pavimento el corte hecho en la calle.
Tomás Ruiz y los “moches” de la SIOP.
Otro que empieza a salpicarse de lodo es Tomás Ruiz, titular de la SIOP. En el marco de la comida con periodistas del sur de Veracruz, Ruiz González, quien acudió a buscar reflectores a la reunión del gobernador con la prensa, fue entrevistado sobre diversos temas, uno de ellos, el de la autopista Minatitlán-Coatzacoalcos.
Sin poder dejar de lado mi oficio de reportero, le cuestioné de manera directa sobre el caso del adeudo que mantiene la SIOP con la empresa constructora Sinver, a lo que el funcionario respondió al respecto, que no había tales adeudos, pues la obra que se hace en el tramo de Sontecomapan, municipio de Catemaco, estaba siendo realizada con transparencia. No obstante le reiteré que mi pregunta no era sobre esa obra sino acerca de la que recién había inaugurado unas horas antes, en el tramo Tebanca – Las Margaritas, cuyo monto rebasa los 9 millones de pesos y se asignó a finales del 2013 a la constructora Impulsa S.A de C.V.
Para contextualizarlo querido lector, le diré que esta obra fue construida en un 50 por ciento por Sinver, pero misteriosamente, al relevar Tomás Ruiz González a Gerardo Buganza en la SIOP, el 50 por ciento restante quedó en manos de la empresa Impulsa, en la cual se comenta, Tomás Ruiz tiene intereses financieros y capital invertido.
El asunto es que a Sinver no le han pagado y ha trascendido que el cheque se elaboraría a favor de Impulsa como si esta empresa hubiese realizado la obra en su totalidad.
Por si fuera poco, hace unos días el periódico Notiver, publicó una nota donde un representante de Sinver, acusa directamente a funcionarios de SIOP de pedirles la famosa “mochada”, para que su cheque les pueda ser entregado.
La vaga respuesta que Tomás Ruiz me dio al respecto, fue que estaba viendo ese asunto para pagar el adeudo (es decir que finalmente acepto que hay un pago retenido de parte de la SIOP a Sinver).
De la autopista de los Tuxtlas no quiso comentar, me dio la espalda y tras despedirse “amablemente”, el funcionario, quien también suspira a la gubernatura de dos años, se esfumo del salón. Nos leemos en la próxima con más temas del Dominio Público.
