Una gatita viajó miles de kilómetros luego de meterse en una caja en la que sería enviado un paquete desde Utah, en Estados Unidos, con destino a California.
Los gatos aman las cajas de cartón debido a que son espacios con un solo lado abierto y les proporcionan una gran sensación de protección, es decir, hacen de las cajas un espacio seguro, más que una cama o un sofá.
Y es que recientemente se hizo viral la travesura de una gatita, quien sin imaginarlo viajó miles de kilómetros luego de meterse en una caja en la que sería enviado un paquete desde Utah, en Estados Unidos, con destino a California.
Todo comenzó cuando una pareja se percató que su mascota Galena no aparecía por ningún lado el pasad 10 de abril, a pesar de buscarla, la mascota no daba señales, por lo que, de inmediato pensaron que había escapado con rumbo desconocido.
Así, su dueña, Carrie Clark, se dio a la tarea de informar a sus vecinos sobre el extravío de la mascotita, sin embargo, no recibió buenas noticias, pues nadie sabía nada de Galena, por lo que la pareja pensó lo peor y que no volverían ver a su amada gata.
Fue hasta una semana después cuando un veterinario de Los Ángeles, a cientos de kilómetros de Utah, contactó a los dueños para decirles que la gatita fue encontrada en una caja -junto a varios pares de botas- por un trabajador en un almacén de Amazon.
«Corrí a decirle a mi esposo que habían encontrado a Galena y nos derrumbamos al darnos cuenta de que debió saltar dentro de una gran caja que enviamos el miércoles pasado», dijo Clark a medios estadounidenses.
Fue así como descubrieron que la gatita se había metido a la caja sin que ellos se dieran cuenta; además explicaron que el paquete en cuestión contenía unas botas de trabajo que se probaron y después devolvieron a Amazon.
Tras conocer que su mascota estaba sana y salva, la pareja viajó de inmediato a Los Ángeles, donde Brandy Hunter, empleada de Amazon, rescató a Galena, a quien descubrió con mucha hambre y sed tras pasar seis días encerrada durante el largo viaje.
Brandy de inmediato se percató de que la gatita pertenecía a alguien, por lo que no dudo en resguardarla y llevarla al veterinario mientras se ponía en contacto con sus dueños.
Por fortuna esta tierna historia tuvo un final feliz, aunque es un recordatorio de lo escurridizos que puedes llegar a se los gatos y de los cuidados y especial atención deu los dueños deben prestar para evitar que un felino salga lastimado o desaparezca para siempre.
Con información de: Excelsior