Este lunes, los restos de Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, la joven que soñaba con ser periodista, serán sepultados en su natal Jáltipan, la misma tierra que la vio partir hace algunos años, cuando viajó a Boca del Río para cursar estudios en la Facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV).
Tenía 22 años cumplidos y cursaba el noveno semestre de la licenciatura en la misma facultad de donde egresaron sus padres, hace algunas décadas atrás. El periodismo la llamaba, lo llevaba en la sangre, reconoce Edgar Urrutia, su padre, el hombre que hoy llora la pérdida de su amada hija.
¿Traía en la sangre el periodismo, no?, usted también fue periodista, se le cuestiona al afligido padre de familia en una entrevista que ofreció en la vivienda donde fueron velados los restos de Génesis.
“Yo creo que sí”, responde e inmediatamente se detiene, pues un nudo en la garganta lo ha dejado sin voz. Sus ojos se llenan de lágrimas, pero se rehusa a que el sentimiento le gane, por lo que prefiere inhalar lentamente y exhalar, como queriendo que el dolor salga expulsado por sus fosas nasales.
¿Cuándo le dice ella, papá yo quiero seguir tus pasos?
“Me la pones difícil, no sé, fue parte de su naturaleza, ella fue siempre muy extrovertida, poco a poco lo fue descubriendo. Pasó por muchas decisiones y al final se dio cuenta cuál era su vocación y creo que la encontró”, refiere.
Fue una alumna destacada en su alma máter que viajó al extranjero. Ganó una beca de movilidad, que se oferta a nivel estatal mediante un concurso, gracias a la cual tuvo la oportunidad de estudiar unos meses en la Universidad Particular de Loja, en Ecuador.
Además de ser una estudiante destacable, tenía una belleza que la hacía sobresalir entre la comunidad estudiantil. A nadie le resultaba extraño que fuera muy solicitada para desfilar en pasarelas o participar como actriz de varios cortometrajes universitarios.
Protectora del medio ambiente, aficionada al patinaje, al cine, la música y la lectura, Génesis lo tenía todo: era inteligente y hermosa.
Su espíritu viajero la motivó a querer hacer una maestría en el viejo continente. España era el objetivo, pero no lo consiguió, se quedó a medio camino, truncaron su sueño, un grupo de sanguinarios acabó con su vida y la de otros dos jóvenes que desaparecieron junto a ella el pasado 29 de septiembre.
“Su sueño era hacer una maestría en España, después de regresar de Ecuador, hace unos 5 meses. Le gustaba mucho proteger a los animales, le gustaba viajar a lugares donde había mucha naturaleza, etcétera. Creo que vivió una vida muy intensa”, expresa el padre de la joven al recordar cómo era su hija.
“A las gacelas les crecieron alas, y a la pistola que me apuntaba tan desafiante se le acabaron las balas. Te pedí que no esperaras a que contestara tus iras, no te va a gustar mi movimiento, juego ajedrez desde niña. #GDUR”, fue el último mensaje que la joven difundió en su cuenta de Facebook, 9 días antes de su desaparición.
Las primeras seis palabras de la última publicación de Génesis, claramente hacen alusión al fragmento de un poema del escritor argentino Osvaldo Lamborghini. Era aficionada a la lectura.
El pasado fin de semana, sus restos fueron hallados envueltos en bolsas negras, a 286 kilómetros de su natal Jáltipan, sobre una carretera del municipio de Camarón de Tejeda, en los límites con Paso del Macho. Su cuerpo había sido lastimado de manera más sádica, cruel e inhumana.
Tras el reconocimiento del cadáver, los padres de la joven realizaron los trámites correspondientes para trasladarla a la tierra que la vio nacer.
Génesis fue velada durante todo el día de ayer; familiares, amigos y conocidos asistieron a la ceremonia para darle el pésame a sus padres.
Este lunes, a las 8 horas, se ofreció una misa de cuerpo presente en memoria de la chica, para después proceder a darle cristiana sepultura, el último adiós. El homicidio de Génesis dejó un profundo dolor a la familia Urrutia Ramírez.
A las 18 horas de este día, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, se realizará una marcha pacífica organizada por la comunidad estudiantil de la facultad de Comunicación de la UV, quienes en compañía de los catedráticos universitarios, exigirán justicia y que no quede impune el atroz asesinato de la joven que aspiraba a ser periodista, pero que lamentablemente pasó a formar parte de la larga lista de víctimas del crimen organizado.
FUENTE: VERSIONES
Tenía 22 años cumplidos y cursaba el noveno semestre de la licenciatura en la misma facultad de donde egresaron sus padres, hace algunas décadas atrás. El periodismo la llamaba, lo llevaba en la sangre, reconoce Edgar Urrutia, su padre, el hombre que hoy llora la pérdida de su amada hija.
¿Traía en la sangre el periodismo, no?, usted también fue periodista, se le cuestiona al afligido padre de familia en una entrevista que ofreció en la vivienda donde fueron velados los restos de Génesis.
“Yo creo que sí”, responde e inmediatamente se detiene, pues un nudo en la garganta lo ha dejado sin voz. Sus ojos se llenan de lágrimas, pero se rehusa a que el sentimiento le gane, por lo que prefiere inhalar lentamente y exhalar, como queriendo que el dolor salga expulsado por sus fosas nasales.
¿Cuándo le dice ella, papá yo quiero seguir tus pasos?
“Me la pones difícil, no sé, fue parte de su naturaleza, ella fue siempre muy extrovertida, poco a poco lo fue descubriendo. Pasó por muchas decisiones y al final se dio cuenta cuál era su vocación y creo que la encontró”, refiere.
Fue una alumna destacada en su alma máter que viajó al extranjero. Ganó una beca de movilidad, que se oferta a nivel estatal mediante un concurso, gracias a la cual tuvo la oportunidad de estudiar unos meses en la Universidad Particular de Loja, en Ecuador.
Además de ser una estudiante destacable, tenía una belleza que la hacía sobresalir entre la comunidad estudiantil. A nadie le resultaba extraño que fuera muy solicitada para desfilar en pasarelas o participar como actriz de varios cortometrajes universitarios.
Protectora del medio ambiente, aficionada al patinaje, al cine, la música y la lectura, Génesis lo tenía todo: era inteligente y hermosa.
Su espíritu viajero la motivó a querer hacer una maestría en el viejo continente. España era el objetivo, pero no lo consiguió, se quedó a medio camino, truncaron su sueño, un grupo de sanguinarios acabó con su vida y la de otros dos jóvenes que desaparecieron junto a ella el pasado 29 de septiembre.
“Su sueño era hacer una maestría en España, después de regresar de Ecuador, hace unos 5 meses. Le gustaba mucho proteger a los animales, le gustaba viajar a lugares donde había mucha naturaleza, etcétera. Creo que vivió una vida muy intensa”, expresa el padre de la joven al recordar cómo era su hija.
“A las gacelas les crecieron alas, y a la pistola que me apuntaba tan desafiante se le acabaron las balas. Te pedí que no esperaras a que contestara tus iras, no te va a gustar mi movimiento, juego ajedrez desde niña. #GDUR”, fue el último mensaje que la joven difundió en su cuenta de Facebook, 9 días antes de su desaparición.
Las primeras seis palabras de la última publicación de Génesis, claramente hacen alusión al fragmento de un poema del escritor argentino Osvaldo Lamborghini. Era aficionada a la lectura.
El pasado fin de semana, sus restos fueron hallados envueltos en bolsas negras, a 286 kilómetros de su natal Jáltipan, sobre una carretera del municipio de Camarón de Tejeda, en los límites con Paso del Macho. Su cuerpo había sido lastimado de manera más sádica, cruel e inhumana.
Tras el reconocimiento del cadáver, los padres de la joven realizaron los trámites correspondientes para trasladarla a la tierra que la vio nacer.
Génesis fue velada durante todo el día de ayer; familiares, amigos y conocidos asistieron a la ceremonia para darle el pésame a sus padres.
Este lunes, a las 8 horas, se ofreció una misa de cuerpo presente en memoria de la chica, para después proceder a darle cristiana sepultura, el último adiós. El homicidio de Génesis dejó un profundo dolor a la familia Urrutia Ramírez.
A las 18 horas de este día, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, se realizará una marcha pacífica organizada por la comunidad estudiantil de la facultad de Comunicación de la UV, quienes en compañía de los catedráticos universitarios, exigirán justicia y que no quede impune el atroz asesinato de la joven que aspiraba a ser periodista, pero que lamentablemente pasó a formar parte de la larga lista de víctimas del crimen organizado.
FUENTE: VERSIONES