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La proyección es un mecanismo de defensa involucrado en las relaciones entre padres e hijos
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A los padres les molesta ver los errores que ellos cometieron, repetidos por sus hijos, lo que se convierte en una constante fuente de discusión, según la psicóloga Marta Segrelles.
La convivencia entre padres e hijos no siempre es sencilla. Uno pensaría que la incompatibilidad de caracteres entre los progenitores y sus niños puede provocar constantes roces. Sin embargo la psicóloga Marta Segrelles advierte lo contrario: el hijo con el que más discute un padre es el que más suele parecerse a él.
Esto se debe a que los padres observan en sus hijos actitudes de las que ellos se arrepienten o que les habría gustado evitar para no tener problemas. Se trata de un fenómeno psicológico llamado proyección.
El parecido entre las personalidades se debe a que, desde niños, los hijos tienden a imitar a los padres, pues son el modelo de conducta que tienen más a la mano.
Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo, asegura la experta.
Segrelles recomienda a los padres aceptar esas actitudes y manejar las situación con inteligencia con el fin de evitar disputas y así llegar a sanos acuerdos.
¿Cómo aceptar lo que te molesta?
La psicóloga da una serie de pautas para afrontar la proyección.
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Acéptate a ti mismo, sobre todo aquello que ya no puedas mejorar. Solo si tienes la oportunidad de cambiarlo, hazlo.
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No juzgues a los demás, acepta que no son iguales a ti. Es importante tolerar la diferencia.
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Conectando contigo mismo: piensa qué es aquello que estás rechazando del otro para saber el aspecto en ti que te desagrada.
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No interpretes ni supongas. Antes de distorsionar la relación, dialoga.
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Meditar es útil para que tengas puedas diferenciar lo que forma parte de ti según lo que te molesta del otro.
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Atrévete a mostrar cómo eres, todos tenemos defectos y virtudes. No tengas miedo a cambiar lo que no te gusta de ti y aceptar quién eres.