Homenajearán a la mujer huasteca en Fiesta Anual del Huapango

Homenajearán a la mujer huasteca en Fiesta Anual del Huapango

Xalapa, Ver.-|
El huapango es una de las tradiciones veracruzanas de mayor arraigo, motivo de visita de miles de turistas que forman parte de encuentros en los que grandes exponentes dan muestra de la cultura e historia de la entidad.
Uno de ellos es la Fiesta Anual del Huapango que se lleva a cabo en el municipio de Naranjos-Amatlán, que en su XXVI edición, Encuentro de las Huastecas, a realizarse del 27 al 29 de noviembre por el Patronato Pro-Huapango de Amatlán, reconocerá a las mujeres que han fortalecido el son huasteco gracias a su trabajo y aporte a lo largo de varios años.
Para este evento se entregará el máximo galardón, la Presea Sol Poniente de Amatlán, a mujeres huapangueras que han destacado en la música, baile tradicional, versada, décima y canto, como Soraima Galindo Linares, de Ciudad Victoria, y Cleopatra Chávez Requena, de Llera de Canales, Tamaulipas; además de María Antonieta Valdez Flores, Natalia Valdez Flores y Esperanza Zumaya del Ángel, de Pánuco, Veracruz.
A 19 años de haber recibido esta medalla, Emma Maza del Ángel La Güera formará también parte de esta celebración, con un reconocimiento por ser uno de los pilares en la música tradicional mexicana, el huapango.
De voz fuerte y falsete bien logrado, Emma se distinguió por interpretar con mucha pasión y sentimiento los sones, tal como lo demuestra en la grabación realizada en 1975 en la Ciudad de México con Los Cantores del Pánuco: Inocencio Zavala El Treinta Meses, Inés Delgado, Zeferino Galindo y Everardo Ramírez El Águila Negra.
Piezas como El huerfanito, Las canastas, La malagueña y La rosita quedaron plasmados en dicho fonograma; otra de sus interpretaciones de la que se tiene conocimiento es Cielito lindo, la cual se halla en una de las antologías más amplias del son mexicano: El Gusto ,40 años del son huasteco, grabado en 1978 en tierra panunquense.
Con Tomasita del Ángel, Rosita del Ángel y las hermanas Toñita y Natalia Valdés Flores compartió el gusto por la cantada; el baile era otra de sus aficiones, siendo El caimán el primer son huasteco que aprendió a zapatear de forma tradicional.
Impulsando y preservando la tradición, cultura e historia, la fiesta de Naranjos-Amatlán se ha consolidado como una de las principales en el norte de la entidad; su compromiso por reconocer a los grandes exponentes de este género, convierte al municipio en una de las herramientas para promover el turismo y folclor del estado a nivel nacional e internacional.
 
 
Fuente: Comunicación Social estatal/pmc

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