By *La leña y/o la madera, es el problema, o el problema somos nosotros |
Por Octavio Ponce Cadena |
San Andrés Tuxtla Ver. Marzo-Abril 2016 |
Habitantes, campesinos y amas de casa de la región del Ramal del municipio de San Andrés Tuxtla, ante el criminal y bestial incremento del gas doméstico, han tenido que recurrir al uso de la leña para su uso doméstico, pero ante este problema y necesidad, se encuentran, también, ante el dilema, el temor y la encrucijada de tener que utilizar, la leña de sus parcelas, porque si son sorprendidos por la autoridad, cargando en sus hombros una carga de leña, son tratados como los más peligrosos y peores criminales por la policía municipal, la policía ministerial y el ejército, quienes los extorsionan, encarcelan por varios años y le ponen multas con cifras exorbitantes.
Por ello les causa: extrañeza, enojo, angustia y tristeza, que un camión repleto de madera, circule todos los días y a plena luz del día por los caminos de la zona del Ramal, del municipio sanandrescano, del cual comentan pobladores, campesinos y amas de casa de esta zona, que les han mencionado que el camión es propiedad de una persona al cual nombran como: “El Teca”.
Este, problema, quizás, solo sea de enfoque, tiene en sí mismo un paradigma. Y ese es que sigamos viendo de que algunos son castigados desproporcionalmente por utilizar madera y otros haciendo gala de impunidad, influyentismo y utilizando métodos legaloides de permisos para uso y consumo de madera, se paseen transportando madera libremente y sin ser siquiera molestados por autoridad alguna.
Tal, cual es lo que ocurre todos los días por los caminos de la región de los Tuxtlas.
Porque una parte del problema tiene relación con la planificación urbana. Cómo se están proyectando nuestras ciudades sobre un territorio que se comporta, desde cientos, millones de año atrás, de manera sustentable y sostenible, lo cual nos lleva a las siguientes preguntas: ¿Hemos pensado si la región de los Tuxtlas, resiste la cantidad de personas que estamos habitando en estos sectores? ¿Hemos pensado, en las pequeñas localidades, que aún están a tiempo de hacerlo? ¿Y es la leña y/o la madera el problema o somos nosotros?
