
Vecinos de la comunidad de El Moralillo, en Pánuco, exigen a las autoridades que les ayude a sacar el agua de sus casas.

Cientos de vehículos de carga y transporte de pasajeros permanecen varados en la carretera Tampico–Valles, a la altura de la comunidad El Moralillo, debido a las severas inundaciones que afectan a esta zona del norte de Veracruz.
La emergencia ha generado un tráfico kilométrico sobre el libramiento. Aunque vecinos de la zona permitieron brevemente el paso de unidades, la circulación fue nuevamente cerrada poco después, lo que mantiene bloqueado el tránsito en ambos sentidos.
De acuerdo con reportes locales, al menos ocho colonias de Pánuco presentan afectaciones por las lluvias acumuladas. Varias familias han sido evacuadas y trasladadas a albergues temporales.
En transmisiones en vivo a través de redes sociales, habitantes afectados han exigido la presencia de autoridades municipales y una solución inmediata a la situación. “El agua ya nos llega a la cintura, perdimos todo: muebles, papeles… nadie nos va a devolver eso. Lo mínimo es que el presidente municipal venga y dé la cara”, reclamó una de las manifestantes.
Uno de los principales problemas, según denunciaron vecinos, es el mal funcionamiento de las bombas de achique instaladas en la zona. Se han reportado fallas en el suministro de diésel y una capacidad insuficiente para desalojar el agua acumulada.
Aunque ya operan ocho bombas —siete de ellas enviadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y una más por elementos del Plan Marina— los habitantes consideran que no serán suficientes para controlar el nivel del agua, el cual sigue aumentando debido a las lluvias constantes.
“El agua sigue subiendo, no se dan abasto las bombas, y sigue lloviendo”, expresó otra vecina de la colonia El Moralillo, donde ya solo es posible circular en lancha hacia las zonas más afectadas.
Elementos del Plan Marina realizan recorridos de apoyo para rescatar a personas que aún permanecen en sus viviendas, principalmente adultos mayores que no pudieron salir a tiempo.
En medio del malestar social, la regidora Ruth Vanessa Sosa, originaria de la comunidad, acudió al sitio; sin embargo, fue recibida con gritos y reclamos por vecinos que la acusan de no atender sus necesidades, a pesar de haber crecido en la misma colonia.
Sosa informó que durante la madrugada llegó una bomba sumergible adicional y que actualmente trabajan ocho equipos de bombeo. No obstante, reconoció que la acumulación de basura en los canales ha dificultado los trabajos, ya que el sistema de desagüe se encuentra obstruido por desechos sólidos lanzados por los propios habitantes.
Las autoridades mantienen el monitoreo de la situación mientras se espera que las condiciones meteorológicas mejoren en los próximos días.
Con información de: E-consulta Veracruz


