Seguro que en alguna ocasión has escuchado a un ser querido quejarse a la hora de orinar o incluso a ti misma… y si bien, piensas que se debe a un problema de “poca” hidratación, la realidad podría ser que se tenga piedras en los riñones.
¿De qué se trata?
De acuerdo a la American Kidney Fund, existen cuatro tipos de piedras: cálculos de calcio (la más comunes) y se forman de calcio, piedra de ácido úrico, piedra estruvita que se origina por una bacteria y piedra cristina, que está constituida por sustancias químicas.
-
Jugo de limón, aceite de oliva y vinagre de manzana
Ante los primeros síntomas mezcla una cucharada de cada ingrediente en un vaso de agua simple (éste debe ser de aproximadamente ¼). Deberás repetir está acción todos los días en ayunas hasta que te sientas mejor.
-
Té de cola de caballo
En una olla pon a hervir una cucharada de cola de caballo. Una vez frío toma como agua de uso por alrededor de dos semanas.
-
Albahaca
El té de albahaca se puede tomar durante todo el día para la salud general de los riñones. Si tiene cálculos renales, trata de tomar una cucharadita de jugo de albahaca con miel cruda al día durante un máximo de seis meses.
Ojo, las piedras en los riñones son más frecuentes en hombres, en especial si son de raza blanca. Además, si tienes una dieta alta en proteínas, sodio y azúcar, y si han tenido enfermedades renales quísticas.