La capilla del castillo de Windsor albergó el último homenaje público a la reina Isabel II, en presencia de unos 800 invitados que despidieron a la difunta monarca en el mismo lugar donde se realizó el funeral por su marido, el príncipe Felipe.
La capilla del castillo de Windsor albergó el último homenaje público a la reina Isabel II, fallecida el 8 de septiembre, en presencia de unos 800 invitados que despidieron a la difunta monarca en el mismo lugar donde se realizó el funeral por su marido, el príncipe Felipe.
Aquel funeral, marcado por las restricciones frente a la pandemia de covid-19, brindó una imagen de soledad de la entonces reina, a la que este lunes Reino Unido ofreció un último gran homenaje nacional, primero en la abadía de Westminster y luego en la capilla de San Jorge, en Windsor.
El féretro de Isabel II entró en el templo seguido de nuevo por los principales miembros de la familia real, entre ellos el rey Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila. El deán de Windsor presidió una ceremonia puramente religiosa en la que también participó el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.