
Esta disparidad entre niños y niñas limita el tiempo para estudiar, jugar y desarrollarse, afectando su desarrollo.

Las niñas habitantes de América Latina dedican en promedio siete horas más por semana en trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que sus pares varones.
Pero no solo eso, las infantes asumen responsabilidades de cuidado desde edades más tempranas que los niños, carga que aumenta durante la adolescencia.
Esta disparidad limita su tiempo para estudiar, jugar y desarrollarse, lo que afecta sus oportunidades a futuro. En contraste, los varones dedican más tiempo a actividades recreativas y de esparcimiento.
Factores como la presencia de menores de cinco años en el hogar, la falta de servicios de cuidado infantil y los patrones de desigualdad de género replicados por los padres contribuyen a esta situación.
Así lo concluyó un estudio de la UNICEF sobre el uso del tiempo entre adolescentes en América Latina que incluyó datos de Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay.
“Desde muy pequeñas, muchas niñas de hogares vulnerables asumen responsabilidades domésticas que limitan su derecho a ser niñas. Es esencial que las familias tengan acceso a servicios de cuidado de calidad para redistribuir estas tareas equitativamente”, afirmó Roberto Benes, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
El estudio también señaló que las adolescentes que no asisten a la escuela dedican más tiempo a estas labores en comparación con aquellas que están escolarizadas.
Entre las recomendaciones que dio la UNICEF para contrarrestar la situación están ampliar la cobertura de servicios de cuidado para la primera infancia, personas mayores y con discapacidad, así como implementar programas de protección social, como transferencias monetarias, para reducir la carga de cuidados que llevan las adolescentes.
También sugirió promover una transformación cultural mediante campañas dirigidas a adolescentes que visibilicen el cuidado como una responsabilidad compartida y fomenten masculinidades corresponsables.
“Los cuidados no remunerados son una de las principales barreras para la igualdad de género. Necesitamos políticas públicas que redistribuyan el cuidado y promuevan un futuro con más libertad e igualdad para las niñas”, afirmó María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.
Además, se recomienda generar datos desagregados por sexo y edad para comprender mejor la carga de cuidado y transformar el sistema educativo con adaptaciones curriculares, modalidades flexibles y apoyo psicosocial para las adolescentes con responsabilidades de cuidado.
Con información de: E-consulta Veracruz


