«Las universidades gansito remplazan a las patito” El Universal

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Ladrón de Esperanzas
El fin de semana lo pasamos escuchando comentarios sobre los esfuerzos que hace el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de evitar la circulación de la novela de periodismo de ficción “Ladrón de esperanzas” del escritor mexicano Francisco Martín Moreno, autor de infinidad de títulos como “Arrebatos carnales” por ejemplo, quien con su nueva novela lleva un millón de libros vendidos y está en el tiraje de la segunda edición.
Nos llama la atención porque todos suponían que con López Obrador se respetaría la libertad de expresión, como lo ofreció en campaña,  y que se apoyaría la cultura, una de las características de los gobiernos de izquierda y no, resulta que “cabecita de algodón” como le llaman los millones de paisanos que ya recibieron sus apoyos electoreros disfrazados de programas sociales, es muy delicado y no permite la crítica, menos que se diga que su gobierno es producto de un pacto que hizo con Enrique Peña Nieto quien le ofreció llegar a la presidencia a cambio de impunidad para él, su familia, sus colaboradores y un grupo de gobernadores entre los que se encuentra el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Pero ¿quién es el autor de tan desafiante texto, el tal Francisco Martín Moreno?. Él mismo se define como investigador, mas no historiador,​ se considera liberal y laico y se ha especializado en la novela histórica de México, centrándose en temas políticos, sociales y religiosos, mezclando en sus libros episodios de ficción.
En España recibió el Laurel de Oro a la Excelencia Literaria por su publicación Las cicatrices del viento, y en México ha recibido infinidad de reconocimientos. Actualmente colabora en la edición española de El País, con su columna Radiografías americanas; y en el diario mexicano El Universal.
Sobre su libro “Ladrón de Esperanzas”, Francisco Martín Moreno comenta:
“La verdadera historia de México comenzaría con él… y acabaría con él.»
Antonio M. Lugo Olea(AMLO) supo encender la imaginación y la esperanza de millones de mexicanos ofreciendo una lucha frontal contra la corrupción, la impunidad y la delincuencia organizada. También prometió hacer lo posible por terminar con la pobreza, la marginación y la injusticia. Los ciudadanos, hartos de gobiernos de ineptos y ladrones, con su voto llevaron a AMLO a la presidencia del país. Por si fuera poco, su partido también consiguió una avasalladora mayoría en el Congreso, vital para apoyarlo en todos sus proyectos”.

“El máximo líder no puede fracasar. Se sabe un caudillo predestinado a construir una nueva nación, un iluminado cuya misión es no volver a robar la esperanza de los que menos tienen, un visionario constructor de oportunidades antes negadas. Pero su llegada al poder lo ha enfrentado con una realidad inflexible y terca. El presidente parece no darse cuenta de que va a necesitar algo más que buenos propósitos”.
“¿Qué suerte correrán los mexicanos que creyeron con fe ciega en la magia mística de sus palabras?”
La columna sobre su libro
“Redactar una novela periodística en tiempo presente con el título que encabeza mi actual columna, implicó para mí un desafío profesional sin precedentes. A modo de ejemplo, baste mencionar que mi personaje central, Antonio M. Lugo Olea, (AMLO) construyó durante muchos años su campaña electoral sobre la base de condenar a la llamada, por él mismo, “mafia del poder”, a la que juró extinguir encarcelando uno por uno a sus integrantes, delincuentes, según él, de la peor ralea, hasta desaparecerla por constituir una de las peores amenazas conocidas en la historia de México. Entre los acusados no solamente se encontraban sus antecesores, titulares del Poder Ejecutivo Federal, sino también empresarios y políticos encumbrados. A partir de semejantes afirmaciones intenté estudiar las consecuencias de llevar a cabo una profunda purga penal de dimensiones nacionales”.
“La tarea implicaba un colosal esfuerzo sin perder de vista la enorme cantidad de obstáculos jurídicos y políticos que aparecerían a lo largo de la ruta crítica antes de conducir y arribar con la nave a buen puerto. Sin embargo, de golpe y en términos inexplicables, el candidato puntero en las preferencias electorales, decidió exonerar de toda culpa a la tal “mafia del poder”. Las horas de trabajo invertidas, así como las cuartillas escritas durante la indagatoria, los virajes radicales, la frustrante sensación de desperdicio, fueron sepultados indefinidamente en mis archivos, desgastante coyuntura durante la cual recordé el sudario de Penélope, esposa de Ulises, quien destejía durante la noche lo que había tejido durante el día”.
“Si la prensa y la historia tienen que partir de datos duros, la novela periodística cuenta a su disposición con la ficción para aquellos casos en que se carezca de elementos probatorios imposibles de obtener. Sin embargo, puede arrojar cubetadas de luz para explicar los episodios inconfesables de los políticos de todos los tiempos y latitudes”.
“La ficción jugó un papel definitivo en la redacción de Ladrón de esperanzas, porque me fue particularmente útil para describir la existencia de un acuerdo ultrasecreto entre el presidente de la República, Ernesto Pazos Narro (EPN) y Antonio Lugo Olea, (AMLO) para facilitar el acceso de este último como el nuevo jefe del Estado mexicano. “¿Cuál fue el acuerdo? ¿Cuáles fueron las condiciones? ¿Cómo se llevó a cabo? ¿Quiénes intervinieron? ¿Por qué era no solo necesario, sino indispensable dicho Omertá, para impedir la utilización del aparato electoral priísta?”
“¿Quién resulta ser más culpable en este entramado de ficción política muy cercano a la realidad, monseñor Lugo Olea (AMLO), el místico que vendió su candidatura a unos rufianes con tal de llegar a como diera lugar al poder y llenar así sus vacíos emocionales como redentor de la patria, o Ernesto Pasos Narro (EPN), el que torció el destino de México a saber a qué costo y por cuánto tiempo, a cambio de su salvación y la de su pandilla?”
“La irrupción de un sujeto armado en la habitación presidencial de Ernesto Pasos Narro, en una de las noches previas a la entrega del poder, con el objetivo de interrogarlo como si el intruso representara al pueblo de México, constituyó también todo un reto en materia de logística para que lograr su cometido. De la misma manera, me resultó particularmente atractivo reunir la mayor cantidad de voces opuestas en la sociedad mexicana para hacerlas discutir entre sí mismas con el ánimo de llegar un acuerdo y tratar de explicar a cuál de todas le asistía la mayor parte de la razón. Por supuesto que las escenas de un exquisito erotismo no podrían estar ausentes en el contexto de una novela periodística protagonizada por políticos, periodistas, empresarios y mujeres con o sin diversas capacidades académicas”.
“Ladrón de esperanzas tiene un solo objetivo: dar la voz de alarma de acuerdo a mis muy personales puntos de vista de lo que ocurre en el México de nuestros días. Me adelanto para informar a mis lectores que el segundo tomo de esta trilogía, se intitulará La felicidad de la inconciencia, en el entendido de que paradójicamente, mientras más decisiones equivocadas toma AMLO, más crece de manera inexplicable su popularidad hasta cansar niveles de 85% de aceptación entre el electorado a escasos 100 días de haber iniciado su mandato”.
Y ya de nuestra cosecha les informamos que se trata de una novela en tiempo real, inspirada por el más cercano amigo de AMLO, quien platicó con Francisco Martín Moreno para revelarle los puntos álgidos del texto, o sea lo de novela ficción y el uso de nombres falsos es solo un instrumento de defensa del autor que, nada pendejo, sabe lo que significa enfrentarse al estado. Lo recomendamos ampliamente.
Reflexión
La foto de los actuales representantes de los tres poderes que circuló en medios y en redes sociales, obliga a la nostalgia. Qué tiempos aquellos… Pero además a la pena ajena. La pobreza en todas sus manifestaciones y por todos los rincones de Veracruz.

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