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Por Elsbeth Lenz Gutiérrez.
Cómo han pasado los años, que mundos tan diferentes, y aquí estamos frente a frente…. Bueno ni tantos años, solo fueron un par de semanas en que el espectro político veracruzano, estuvo de lo más agitado entre acusaciones delirantes y denuncias emanadas de algún búcaro sepulcral, en contra de don Juan Javier Gómez Cazarín y el hoy re delgado, Domingo Bahena Corbalá.
Y todo ese regadero de tinta y recurso no sirvió de nada, puesto que desde el pasado lunes, fue anunciada la incorporación como delegado de los programas de la Secretaría del Bienestar en Veracruz, del ex diputado Juan Javier Gómez Cazarín, esa noche misma noche el de Hueyapan, sostuvo una reunión con la gobernadora Rocío Nahle en los mejores términos y ayer, hasta recibió su nombramiento de manos de Adriana Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar.
En tanto que Bahena Corbalá, no solo aguantó el martirio que implica la pérdida de peso, también le atizaron duro en contra de su prestigio, todo para fracasar vergonzosamente, debido a que ayer Domingo Bahena fue ratificado como Secretario General de la la LXVII Legislatura.
De nada sirvieron todos esos libelos, señalando a Gómez Cazarín de emular al Super Agente 86 con cámaras ocultas en retratos y teléfonos secretos en los zapatos, al final el nombramiento llegó y ahora todo quedó en entretenimiento de un rato.
Con esto Gómez Cazarín amplía su alcance político y ahora se coloca al frente de los programas sociales del Gobierno Federal, que junto con la estrategia de la gobernadora Nahle, llegarán a los que más necesitan de ellos.
Lo único interesante que deja el affaire, es que las campañas de desprestigio no han sido más que fuegos artificiales, apagados por la contundencia de los hechos y los viejos críticos, esos que parecían tan cómodos en sus “pistas de aterrizaje”, ahora no encontrarán cómo justificar su propia inercia.
Schade…
