Los productores de cigarros en el país advierten que las nuevas reglas impulsarán el mercado negro.
La industria tabacalera cerró el 2022 con una caída de casi 17 por ciento en ventas en comparación con los niveles previos a la emergencia sanitaria del coronavirus en 2019, y este año luce poco prometedor para el sector que enfrenta una reglamentación que prohíbe a los comercios la exhibición directa de cigarros, además de imponer mayores restricciones al consumo en prácticamente todos los lugares públicos.
Entre enero y noviembre del año pasado se vendieron en México 2 mil 228.6 millones de cajetillas de cigarros, 16.7 por ciento por debajo del mismo periodo del 2019, mientras que, en el comparativo anual la comercialización subió 11.6 por ciento.
Para British American Tobacco (BAT), dueño de Pall Mall, Lucky Strike, Kent y Montana Shots, al primer semestre del 2022 reportó una caída en ventas de 60 puntos base anual en volumen para su región América y África Subsahariana, siendo los países de México, Canadá, el Sur de África y Brasil los que reportaron reducción en su consumo.
Por otra parte, Philip Morris International (PMI), con sus marcas Marlboro, Benson & Hedges, Chesterfield, entre otras, consiguió una recuperación del 2.7 por ciento anual en su volumen de ventas durante los primeros nueve meses del 2022.
“Hemos notado que las sobrerregulaciones han incrementado el mercado ilícito, en los últimos 10 años el mercado negro ha crecido del 2 al 20 por ciento, para ser hoy de 13 mil 500 millones de pesos anuales que se escapan para la recaudación del país”, apuntó Hiram Vera, presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta), que agremia a BAT, Philip Morris International (PMI) y Japan Tobacco International.
El nuevo reglamento contempla multas para fumadores de hasta 10 mil 374 pesos, para los dueños o responsables de establecimientos comerciales las sanciones llegan a los 414 mil 960 pesos; y por violaciones a la publicidad incluyendo la exhibición de puntos de venta el monto de la pena es de hasta un millón 37 mil 400 pesos.
Para este año la Secretaría de Hacienda espera captar 50 mil 114.5 millones de pesos en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por la fabricación y venta o importación de tabaco, es decir un alza de 14 por ciento anual.
“Se quiere que la gente deje de fumar y eso será a mediano plazo, porque viene acompañado con estas medidas de restricciones de fumar en ciertos lugares y también se actualizó el impuesto por la inflación, entonces se espera un aumento de recaudación, pero por el alza del impuesto, no por un cambio de comportamiento”, explicó Macías.
Actualmente una cajetilla de Marlboro cuesta 77 pesos, siete pesos más que el año pasado cuando costaba 70 pesos, un alza del 10 por ciento en el último mes.
“Hemos tenido una inflación muy alta, la cual se verá reflejada. Las empresas legales pagan todos sus impuestos al trabajo, especiales, al valor agregado, y en toda la cadena de producción”, dijo.
Vera agregó que, como industria no están en contra de los impuestos, “la industria está dispuesta a cumplir cualquier regulación, pero no algo que tenga un vicio desde el proceso, el cual tuvo más de 900 comentarios desde mayo del año pasado sin tener una respuesta de parte de las autoridades, es algo con lo cual no estamos de acuerdo”, declaró Vera.
Por años las organizaciones de la sociedad civil han denunciado que el IEPS de tabaco, bebidas azucaradas, y alimento chatarra, jamás ha sido utilizado para la atención y mejora programas de salud y prevención.
Sin embargo, en esta ocasión celebraron los cambios implementados al Reglamento de la Ley de control del tabaco, además de estimar en el largo plazo ahorros en el gasto a salud si se consigue el cometido de reducir el número de fumadores y sus pasivos.
“El sector salud podría ahorrarse anualmente hasta 155 mil millones de pesos, esto en la atención de las principales enfermedades asociadas al tabaco, como las cardiopulmonares, cerebro vasculares, EPOC y cáncer de pulmón. Se podrían prevenir 290 mil casos de enfermedades crónicas”, estimó Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora del Comité Interinstitucional para la Lucha contra el Tabaco.
Con información de: El Financiero