Un acto de buena fe en personas que vivieron la pesadilla que significó el paso de “Earl”, fue puesto en la arena política. Me refiero a la presencia de Miguel Ángel Yunes Linares en Tlalixcoyan para prestar apoyo y ayuda a damnificados de las comunidades de Moralillo, Infiernillo, El Callejón y Gutiérrez Barrios, así como el mismo acto del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías, pero en Jamapa, donde escucharon y junto con sus colaboradores, atendieron las demandas propias de los afectados por el meteoro.
Lo califico como “un acto de buena fe” de ambos, porque no creo que haya espacio para hacer “populismo” en estos dos personajes que al parecer, por un momento, dejaron de ser la pesadilla de cada quien, para atender de un modo u otro, la pesadilla de algunos veracruzanos víctimas de la furia de la naturaleza…
II
Lisandro sabe de pesadillas. Acaba de perder a sus padres.
Quizás el nombre no le diga mucho, como tampoco Lisandro a sus ocho años de edad comprenda algo de lo que de la boca de Anilú Ingram Vallines, delegada de Sedesol federal, salió: “tramitaremos de inmediato el seguro de vida para jefas de familia del niño Lisandro que lamentablemente perdió a sus padres este fin de semana por el paso de Earl”.
¿Seguro de vida para Jefas de Familia?
Sí, es un programa que beneficia a jefas de familia entre los 12 y 68 años (sí, el Gobierno federal sabe que la maternidad en casi niñas es una realidad) que radiquen en las 32 entidades federativas del país. Este seguro busca mitigar la pérdida de condiciones de bienestar que enfrentan los hijos o hijas de 0 a 23 años de edad, en caso de que la madre fallezca… el objetivo es frío, seco, tajante, aunque tenga toda la buena intención: apoyar la educación de hijos huérfanos hasta concluir su educación profesional.
Es decir, una vez que se tramite el papeleo que se tenga que hacer, Lisandro ha de recibir hasta un mil 850 pesos, creo que mensuales, hasta los 23 años.
III
No imagino que ha de haber pasado por la cabeza de Virginia Delgado, madre de Lisandro y Sebastián (pequeño de año y medio que falleció con ella y su padre) para buscar ese programa que de un modo u otro, ayudara a sus hijos si ella faltara… Quién sabe, pero lo que sí sé, es que estoy seguro que Lisandro, el único sobreviviente del deslave que cubrió su casa en Tamazolapa, allá en Coscomatepec, no comprende nada de ese seguro en el que su madre creyó… y mucho menos ha de entender de cada una de las palabras que al respecto dijo la delegada de Sedesol federal… pero lo que sí ha de entender Lisandro es ese abrazo en el que se fundió con Anilú Ingram Vallines, quien le daba consuelo, esperanza y aliento… Por eso digo que debemos apostar a los actos de buena fe…
No importa que sea Yunes Linares, Javier Duarte de Ochoa, Karime Macías, quienes salgan en las fotos, salgan en las redes, entreguen apoyo, entreguen ayuda… no importa si son del PRI o del PAN, si son electos o constitucionales… debemos apostar a que debe haber espacio para la buena fe, de todos esos actores políticos que acuden con quienes hoy su vida dio un giro tremendo; generar guerras partidistas o aprovechar las redes para arrojar vísceras por ver a uno u otro entre damnificados, no abona a un mejor Veracruz…
Pensemos un poco en Lisandro como un todo, que quizás entienda mejor el calor de fundirse en un abrazo y escuchar una palabra de aliento… que en nuestra triste percepción de lo que suponemos hacen uno u otro como simples políticos.