Comimos cerca de la casa… la Mujer, un hotdog; yo, un alambre de pastor acompañados de par de boing de guayaba. A nuestra derecha, a menos de dos metros de distancia, dos cilindros de 50 kilos. Ella me hace referencia a algo sobre Protección Civil y entonces me acuerdo de lo que platico con un amigo de Coatepec, que entre en broma y broma, me cuenta cómo se ve este pueblo que es tan mágico, que en una de ésas puede hacer volar a su gente.
Así, entre taco, papas, y “jochos”, narro a la mujer lo que me contaron de este pueblo májico, sí, con “J”, porque parece gobernado por puro “maje”:
El Director de Comercio en Coatepec, José Justino Mario Alarcón Prado, tío político del diputado federal Adolfo Mota Hernández y compadre del presidente municipal Ricardo Pedro Palacios Torres, pareciera que está haciendo cultivo para un infierno en este bello municipio.
Más allá de la broma que de boca en boca va y viene en los coatepecanos sobre el pago por uso de los sanitarios públicos, cuyos ingresos van a parar a un salario, “a un sueldo decente” para la primera dama del municipio de Coatepec, junto con el cobro por el uso de las Unidades Deportivas, hay otras cosas serias.
Lo de la broma es que dicen que doña Virginia Servín Baizabal, comadre del director de Comercio, devenga un sueldo que cuesta una mierda y mucho sudor.
Lo serio del asunto es esa extraña «autorización» para vender cilindros con gas en las tiendas de la periferia del Pueblo Mágico, que va contra la ley de Protección Civil, el Bando de Policía y Buen Gobierno y el reglamento de Comercio, pues al ser productos flamables, en cualquier momento puede ocurrir una tragedia. Este negocio, el de la venta de cilindros con gas (que no “de gas”) solamente puede suceder si hay un acto de corrupción entre el director de Comercio José Justino Mario Alarcón Prado y el comandante Víctor Muñoz García, director de Protección Civil municipal.
Toco madera mientras saboreo con una rica salsa de habanero, pero en caso de que hubiera un accidente fatal, le cuento a la Mujer que dice mi amigo que al Cabildo completo le podría resultar responsabilidad por el delito de omisión ya que el artículo 43 de la Ley Orgánica del Municipio Libre no les da facultades de ejecutivos a los “rugidores”, pero sí de ventilar y señalar omisiones y violaciones a la ley para que entonces, el Cabildo actúe.
El par de cilindros de 50 kilos no nos incomoda… sin embargo, por pura curiosidad, buscamos una salida de emergencia en ese local y sólo alcanzamos a ver otra algo que parece una puerta cubierta por cortinas pero no hay letrero que nos diga si es o no una salida de emergencia… ¡Por cierto! le comento a la Mujer, ¡hablando de salidas de emergencia! y le comienzo a platicar con otra agua de jamaica, lo que cuentan en la Dirección General de Bachilleratos.
Todo indica que la psicosis por los temblores ha pasado y la gente ya dejó de sentir que a cada rato le mueven el tapete, bueno, no a todos… me dicen que hay casi 600 empleados que laboran en las oficinas de la Dirección General de Bachilleratos en Veracruz, ubicadas las instalaciones en el céntrico Pasaje Tanos de Xalapa. Cuentan que han mandado cantidad de oficios a diversas áreas correspondientes, como son SEV, Protección Civil y al Gobernador, pidiendo su reubicación, porque si bien, el inmueble con más de 60 años de historia sobre sus cimientos, ha aguantado los últimos dos sismos, enfatizan que no hay salidas de emergencia y agregan que no cuentan con servicio médico interno, por si a alguien le da el soponcio. El simulacro del pasado 19 de septiembre lo dejó en claro. El centro de reunión es en la Plaza del Carbón, pero antes, es bajar por escaleras, cruzar pasillos entre locales atravesados en el Pasaje y salir por Clavijero o Enríquez, lo que si se hace de manera calmada, les lleva cinco minutos, tiempo en el que consideran que si hay un sismo de grandes magnitudes, no lo podrán contar. Enésimo aviso…
Acabamos de comer con las ganas de ir a comer un “jocho” a Coatepec… ¡claro! una vez que Julen Rementería ponga al tiro los casi 20 kilómetros que separan a Xalapa de este pueblo “májico”.